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Te despertaste en tu cama, te quedaste pensando un buen rato, ¿lo que pasó ayer fue real? En realidad no lo sabías, te levantaste y saliste de tu habitación y lo viste ahí, John Doe esperando a por tí.

— que... — dejaste salir un suspiro confuso, no creyendo lo que veía.

— ¡Hola, T/N! Buenos días — John Doe te abrazó felizmente — Te hice un regalo.

John Doe te jaló hacía la cocina, te puso en una silla y puso un plato enfrente de tí, era un plato de lo que parecía un corazón humano, aún palpitaba y todo.

— ¿Te gustó mi regalo? — John Doe se sentó en una silla enfrente de tí, viéndote fijamente sin parpadear.

Viste durante un largo rato el plato, tu cara no reflejaba nada, no sabías ni como reaccionar o que decir.

— Está... Lindo...? — dijiste dudosa, no querias herir sus sentimientos.

— ¡Bien! Comelo — ordenó John Doe con una sonrisa.

Te quedaste en silencio durante unos segundos, tuviste una idea.

— Oh John, parece que alguien toca la puerta — dijiste mientras agarrabas el tenedor — ¿puedes ser un amor y ver quién és?

John Doe sonrió aún más, se levantó y fue a ver la puerta, rápidamente agarraste el plato y lo estrellaste contra el basurero, tiraste incluso el tenedor, te sentaste y esperarte nerviosa a que volviera.

— No era nadie — John Doe regresó — Oh, ¿y el plato?

— Me lo comí todo, estaba rico — dijiste riendo nerviosamente.

John Doe te abrazó, el estaba muy feliz, te sentiste mal por mentirle pero tú ni loca te ibas a comer eso.

— ¡¿Que tal si tenemos una cita?! — John Dos preguntó emocionado.

— ¿Una cita? Nunca he tenido una — dijiste correspondiendo a su abrazo.

— Yo tampoco, ¡También es mi primera vez! — John dos río un poco.

— Bien, podemos tener una cita, supongo — respondiste con una sonrisita.

John Dos agarró tu mano y empezó a caminar a la puerta, pero detuviste su caminar.

— ¡Espera, espera! Me tengo que bañar, no puedo salir así — dijiste.

— ¿Bañarte? — John Dos inclinó si cabeza a un lado, confundido.

Suspiraste, no sorprendida de que no supiera que era eso.

— Solo espera unos minutos, ya salgo — dijiste mientras habrías la puerta de tu habitación.

— ¡Bien! No te tardes — dijo John Doe con un toque de tristeza en su voz.

Continuará.

Simplemente extraño - John Doe x Fem!TNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora