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Despertó de golpe con la respiración agitada, y gotas de sudor corriendo por su frente, nuevamente había soñado con ese día que jamás sacaría de su cabeza. ¿Habría algún momento en que podría estar en paz? Aunque quisiera tener una máquina del tiempo para regresar en el y disfrutar los momentos inolvidables que tuvieron.

El frío aire de la madrugada entraba por la ventana que se encontraba abierta, miró hacia esta notando el oscuro y nublado cielo. Se levantó de su cama una vez que recuperó el aliento, caminó descalzo por su habitación hasta encontrar los zapatos más cercanos. Se colocó un hoodie, se acercó a su ventana para abrirla por completo, se asomó por esta viendo lo lejos que se encontraba del suelo, pero no le importó, no sería la primera vez que salía de su casa de esa manera.

Al tocar el piso con sus pies después de haber demorado mucho en bajar hasta allí, ya que al estar haciéndolo muchos recuerdos vinieron a su mente. Esos días en que se escapaba de casa para irse junto a ese chico que no llevaba ni semanas conociendo, pero que no le importaba comenzar a ser un poco rebelde por el, sintió confianza desde un principio. Salió corriendo lejos de su casa sin mirar atrás, su cuerpo le dolía un poco por la paliza que había recibido la tarde anterior saliendo de clase, pero era más intenso el dolor sentimental que tenía. Pudo entender porque su estado en ese momento era así, justo ese día la persona de la cual se enamoró por primera vez se había ido para siempre, y jamás volvería a verlo.

Mientras corría por las oscuras calles por lo tan tarde de madrugada que era, sus lagrimas corrían por sus mejillas sin parar, en realidad no sabía a dónde se dirigía, pero su cuerpo solo quería alejarse lo más pronto posible, de todo y de todos.

Después de salir de ese vecindario seguro en donde vivía sintió miedo, estar fuera significaba que cualquier cosa podría ocurrirle, quiso volver, pero en realidad no pudo, no estaba pensando con claridad. En ese mismo momento solo se le venían los recuerdos fantásticos que había vivido con ese chico, de verdad que lo extrañaba muchísimo, aunque ya habían pasado cuatro años de eso, pero simplemente no podía olvidarse de nada con respecto a él. Todos y cada uno de los recuerdos lo seguían a toda costa, vivía en su mente solo por el hecho de que allí podía imaginar seguir a su lado, pero cuando despertaba y recordaba su realidad era una sensación demasiado dolorosa que vivía cada uno de sus días.

Corría sin rumbo alguno, la lluvia lo empapó de inmediato sin previo aviso cayendo fuertemente, y el frío intenso se sentía hasta sus huesos. Después de haber estado corriendo por mucho tiempo se detuvo con la respiración agitada mientras se encorvaba y mantenía sus manos en sus rodillas para poder recobrar el aliento. Estornudó y después de volver a la realidad pudo notar en el lugar que se encontraba, un puente muy conocido por ser el de mayor cantidades de suicidios, caminó por el sendero de peatones sabiendo todos los mensajes motivacionales que estaban escritos allí, pero sin tomarle importancia alguna. Estar ahí también comenzaba a traer muchísimos recuerdos importantes, fue allí en que lo conoció esa noche lluviosa, lo había salvado de cometer un grave error. Pero en ese momento él pensaba en hacer lo mismo, tenía mucho miedo y lo único que pensaba era que si lo hacía volvería a verlo nuevamente, eso era lo único que quería en ese instante. Sin saber cuándo ni cómo llegó a estar detrás del barandal del puente, de espaldas a este sosteniéndose con sus manos y viendo hacia abajo, sus pies casi a la orilla, el enorme vacío que se encontraba hacia abajo donde se notaba lo alto que se estaba del mar. Cerró sus ojos para girarse de espaldas, como no estaba completamente seguro y tenía miedo decidió hacerlo de esa forma, suspiró y después se soltó.

...

Abrió los ojos después de varios segundos al sentir que no había caído al gran vacío, alzó su mirada encontrándose con la mirada de angustia de un chico empapado al igual que el que lo estaba sosteniendo por debajo de las axilas con fuerza.

—Por favor -suplicó con desesperación, siendo lo único que pudo pronunciar, Checo pudo notar terror en sus ojos, pero lo que no entendía era el hecho de porque esa reacción. Era un completo desconocido, ¿porque trataba de salvarlo? Su mirada se cruzó por unos cortos segundos y tuvo un gran deja vu, a como pudo tambien comenzó a tratar de subir con su ayuda ya que se había visto a él mismo en ese chico, ese instante le había recordado a la desesperación que sintió cuando trató de salvar a Nico, si tuvo tanto miedo él en ese entonces este chico debería sentirse igual o mucho peor, ahora se sentía mal por hacerlo pasar por una situación tan extrema y horrible. No supieron ni cómo pero el azabache cayó encima del más alto después de haberlo subido con él para traerlo de vuelta a tierra. El cuerpo cálido del contrario lo trajo a la realidad, acababa de salvar a un completo extraño y por alguna razón había llorado muchísimo en ese momento de angustia, por un momento había temido por la vida de ese chico. Sino fuera por él claramente una familia habría perdido a una persona muy importante, sino fuera por él no tendría otra oportunidad de vida para tratar de olvidar el pasado y seguir adelante, o mejor dicho, superarlo para ser mejor cada día.

Sintió como este se sostuvo con sus manos encima de su pecho, alzó la cabeza del asfalto para fijar su mirada con el desconocido, era una mirada tan única y hermosa, esos preciosos ojos marrones y un rostro que jamás olvidaría simplemente por el hecho de lo que acababa de ocurrir. Pero también en su mirada notó nostalgia y frustración, se veía decaído a más no poder, sin pensarlo dos veces lo tomó del cuello para acariciarlo con suavidad y mostrarle su mejor sonrisa, logrando que este sonriera devuelta a como pudo hasta que sus ojos se cerraron por la misma expresión. Notó como este iba acercándose más y más a el, mientras que el terminó recostando su cabeza nuevamente en el piso hasta que los labios del contrario se plantaron encima de los suyos en un beso corto sin más. El menor se alejó después de unos segundos, mientras que el británico simplemente se había quedado pasmado allí mismo en su lugar. Estaba por levantarse de encima de él hasta que el menor volvió a tomarlo pero ahora con sus dos manos por el cuello para volver a unirlos en un beso más largo y lleno de sentimientos nuevos y extraños más para uno que para el otro.

Estaba besándose con un completo desconocido, y no le molestaba.

¿Cómo pudo cambiar todo de esa forma tan repentina? Fue en ese momento que supo que ese chico cambiaría su vida por completo, porque jamas sintió lo mismo con el solo hecho de besarse con una persona que lo que sintió al instante con el, fue asi como algo que debía pasar, algo que de no haberlo vivido nunca sabría lo que le hacía falta y se hubiera seguido sintiendo vacío sabiendo que algo le faltaba; todo este tiempo había estado en busca de lo que necesitaba para llenar ese vacío en su interior, cuando nunca pensó que lo que necesitaba en su vida sería a ese chico encima suyo. Haberse peleado con su familia justo esa noche no había sido tan mala idea después de todo, eso había permitido que conociera a ese misterioso chico a las 4:39 AM.

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Les traigo una nueva historia del chewis porque seguirá siendo siempre mi shipp preferido es que los quiero mucho a los dos<3

Espero les sea de su agradado, espero recibir apoyo de su parte, los tqm

Por cierto es un universo alterno, con esto me refiero a que no se basa en donde ellos son pilotos de formula 1.

Broken; chewis. AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora