Despertó de golpe incorporándose de inmediato, sintiendo un tremendo dolor de cabeza, mientras la luz del sol que entraba por la inmensa ventana lastimaba su vista, volvió a recostar su cabeza en la cama para esconderla debajo de una almohada y seguir durmiendo plácidamente como si no hubiera un mañana. Hasta que le vino de repente lo que ocurrió ayer, había sufrido un ataque de ansiedad y recaída por la depresión que casi termina con su vida, sino fuera por ese extraño sujeto que apareció allí de la nada para salvarlo.
Escuchó la puerta abrirse, fingió estar dormido. —¿Sigues durmiendo? -la voz no sonaba familiar para él, así que eso significaba que no estaba en su casa. —De acuerdo, dejaré tu desayuno aquí para cuando despiertes, debo irme a clase. -pudo oler desde allí lo apetecible que sería el desayuno, así que cuando escuchó los pasos del desconocido alejándose y la puerta volverse a cerrar se levantó de golpe volteando hacia la mesita del medio de la gran habitación donde se encontraban los platillos que había preparado para el, se levantó después de unos segundos y justo cuando se preparaba para caminar hacia allá la puerta volvió a abrirse sin aviso, no supo ni como reaccionar ni que hacer así que optó por lanzarse de vuelta a la cama para fingir seguir durmiendo implorando que este no lo hubiera notado. Pero quedar casi con las piernas fuera de la cama y verticalmente decía mucho, además de lo estruendoso que sonó cuando se dejó caer.
—Sabía que estabas haciéndote el dormido y que no podrías resistirte a ver de lo que se trataba el desayuno -rió el mayor cubriendo su boca por inercia al hacerlo.
Checo se maldijo mentalmente por no ser un buen actor, debió esperar más tiempo hasta que se fuera por completo, pero de idiota nunca se rebajaba.
—Se que estas despierto, te vi -escuchó la voz del desconocido aún más cerca, sintió como se hunde levemente el colchón por un momento, indicando que el contrario se estaba acercando a él, sintió la mano de este tocar su espalda con suavidad sobresaltandose al instante. —Oh, perdona -se alejó rápidamente cuando sintió al menor temblar.
El azabache se giró en busca del mayor que lo miraba avergonzado desde el otro extremo de la cama.
—No no, está bien -sintió sus orejas arder, llevaba muchísimo sin estar cerca de alguien como la noche anterior que hasta estuvo encima suyo y se besaron.—Es sábado, mentí -se rascó la nuca y después se alejó para dirigirse a la mesa y sentarse en una silla y palmeando el asiento junto a él. Checo entendió al instante y se levantó de la cama para ir a su lado.
—¿Sobre que? -no había comprendido por completo a lo que se refiere.
—No tengo clase hoy, solo tengo que hacer algunas cosas, pero solo eso -contó mientras comenzaba a preparar el plato hondo del menor colocando lo mejor de todo.—Espero que lo disfrutes, me tomé el tiempo de prepararlo -sonrió con sinceridad, una sonrisa muy bonita en su opinión.
—Gracias -dijo sin más para comenzar a comer. El mayor lo miraba desde su mismo lugar, todas sus expresiones al comer le parecían interesantes y tiernas, debía admitir que nunca vio el rostro tan perfecto de una persona, sus ojos marrones expresivos le daban ganas de poder conocerlo por completo. No podría olvidar su pasado, pero sí podría crear nuevos momentos para poder superar el pasado del cual venía y ser feliz de nuevo pero ahora con otra persona y esperaba que no fuera difícil.
—Soy Lewis, Lewis Hamilton -decidió que lo mejor en ese momento era presentarse.
—Sergio Perez.
—-
Desde la mañana en que se encontró a su novio en la escuela lo había notado completamente distinto a como era con él normalmente, y eso lo estaba preocupando. ¿Acaso había hecho algo malo? El no quería terminar con su novio, así que averiguaría porque este estaba alejándose de él cada que lo encontraba por los pasillos. Ya que no compartían salón ni grupo juntos, mientras que su novio estaba en 3-B y Lewis en 3-A. Ya llevaban más de un año saliendo, de hecho desde que empezaron a salir nunca habían tenido problema alguno, pero Lewis comenzaba a tener pensamientos como del porque su novio estaba tan distante con él ese día. Llegó a la conclusión de que seguramente era tal vez por tanto tiempo estando en una relación y todavía no habian pasado al siguiente paso como el que es tener relaciones sexuales, la cual el llamaría hacer el amor con la persona que amaba, estaba decidido a pasar ese mismo día a ese siguiente paso con su novio para que el no quisiera alejarse de el.
Pidió permiso para ir al baño, aunque en realidad iría a buscar a su novio. Comenzó por su salón, asomándose por la ventana tratando de no verse tan obvio, cuando notó su lugar vacío comenzó a preocuparse más de lo que ya estaba ya que solo lo había visto justo en la mañana al llegar en los pasillos mientras guardaba sus cosas en su casillero, no tuvo un buen saludo como quisiera ya que su relación era solo en secreto, públicamente solo eran amigos ya que no necesitaban problemas con sus familias. Su novio sufre de depresión, no sabía desde cuando pero lo que sí sabía era que a veces faltaba por más de dos semanas a la escuela cuando recae en eso, y era tan doloroso para el verlo cuando regresaba a clase todo pálido, más delgado de lo normal y con moretones o marcas en su cuerpo, mas en sus nudillos pero lo unico que podia hacer en esos momentos era esperarlo y apoyarlo en todo momento, nunca se alejaría de él por nada del mundo ya que estaba más que enamorado y además él podía ayudarlo a estar estable al menos por un corto tiempo más.
Subió corriendo hacía la azotea esperando a que el mayor estuviera allí como normalmente, pero no fue así, estaba completamente vacío como de costumbre. Suspiró bajando nuevamente por las escaleras, hasta que recordó un lugar en el cuál se escondía aveces cuando necesitaba respirar o estar lejos por un tiempo, los baños del quinto piso antes de la azotea, esos baños a los que nadie iba por el hecho de que se encontraban muy alejados de todo y también por el hecho de estar en muy mal estado, ósea viejos. Al entrar visualizó todo el lugar, al parecer no había nadie, se acercó al espejo para lavarse las manos mientras respiraba agitadamente por lo mucho que había estado corriendo de allá para acá. Se echó agua en la cara mirándose al espejo, ¿será que su novio se había dado cuenta por fin que en realidad no era atractivo? -pensaba con pesar. Suspiró mirándose al espejo, quitándose sus lentes de contacto por el enojo lanzándolos por cualquier lugar del baño. Mirarse en el espejo era algo tormentoso y molesto para él, solo por el hecho de tener ese tipo de pensamientos de que no era atractivo, que parecía un completo nerd. Apretó sus puños con fuerza mirandose con enfado a sí mismo, no podía entender porque su novio se había fijado en él. Eran todo lo contrario, literalmente polos opuestos. El mayor era una persona muy cerrada, con gran influencia, además intimidante y frío, y él era tan amable, sociable y divertido, de mente abierta y siempre con una sonrisa en el rostro, además de la gran inteligencia que posee. Sucedió de repente, no supo ni en qué momento pero al sentir una punzada intensa en sus nudillos y al ver la sangre salir de estos y el vidrio del espejo roto en la parte que había golpeado. Estaba por girarse para salir de allí, hasta que sintió unos brazos rodearlo por la cintura, con algo de posesividad, al principio se asustó, pero cuando se hizo a un lado para verlo por el espejo vio a su novio reposando su cabeza en su hombro.
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Broken; chewis. AU
FanfictionSi ves al chico que solía ser, ¿podrías decirle que me gustaría encontrarlo? Porque he estado en lo alto y en lo bajo, he pasado miles de noches solo tratando de aferrarme fuerte a lo que ocurrió en el pasado. ¿Estoy roto? ¿Estoy defectuoso? ¿Merez...