🦋La hermana mayor de Kanao🌺

13

_____ Tsuyuri

Nos llevaron a Zenitsu y a mi a una habitación donde nos quitaron el maquillaje. Gracias al cielo, era demasiado incómodo.

— Eres muy fea — le dijo una mujer a Zenitsu, tuve que apretar mis puños para no golpearla y mantener una cara neutra para no fruncir el ceño. Ocultar mis verdaderas emociones, eso es lo que debo hacer por ahora — ponte de nuevo el maquillaje. Tu — su mirada se dirigió a mi — si eres muy hermosa. Tienes buena estructura ósea, tus ojos celestes le da la sensación a uno de estar viendo el cielo mismo, tu piel blanca y suave parece de una muñeca de porcelana y tus labios rosados y perfectos. Serás una gran Oirán algún día.

— Muchas gracias por los cumplidos, se lo agradezco — dije haciendo una pequeña reverencia aún estando sentada.

— Lo tienes todo. Según lo que dijeron sabes actuar, además eres hermosa y educada. Tienes todo lo que una Oirán debe de tener.

— Si usted lo cree, no pienso decir nada que sea lo contrario — actuar así no era muy difícil.

Cuando nos pidieron tocar unos instrumentos yo fui capaz de tocar varios de ellos, pero los halagos después fueron dirigidos a Zenitsu que logró tocarlos todo de una manera excepcional. Sonreí con alegría al ver que alguien al fin reconocía el esfuerzo de Zenitsu y sus cualidades.

Después empecé a hacer una de mis tareas, la cuál era barrer los pasillos. Mientras hacía eso pasé por la habitación de Warabihime-Oirán.

— Quítate de mi camino — me dijo Warabihime-Oirán.

— Si — le respondí mientras me apartaba. Sentí una presencia de demonio en ella, la tendría que tener vigilada con mucha cautela.

— Tráeme algo de comida y limpia mi habitación — me ordenó.

— Si, enseguida — contesté.

Después de darle su comida y limpiar su habitación me retire y suspiré cansada.

Pasaron los días y la muerte de la dueña de la casa se rumoreaba por todos lados. Pasé nuevamente por la habitación de Warabihime-Oirán, escuchando llantos y quejidos de dolor. Al entrar ví a Zenitsu junto a una niña que lloraba, de su oreja salía sangre ya que Warabihime-Oirán parecía que se la quería arrancar por quién sabe que.

— Por favor deje a la niña, se lo suplico — le dije poniéndome de rodillas frente a ella. Odiaba eso pero el bien de la niña era más importante. Ella me vio sorprendida — haré lo que sea. Tomaré el castigo de la niña y de Zenko pero le ruego, le imploro que las dejé por favor.

— No solo ella, yo también tomaré un castigo pero por favor dejé a la niña — dijo Zenko tocando la mano de Warabihime-Oirán.

— ¡¿Cómo te atreves a tocarme?! — le gritó Warabihime-Oirán golpeándolo, haciendo que se estrellara contra la pared y se desmayara — ¡Y tú! — me vió enojada — ¡¿Cómo te atreves a pedirme que no la castigue?!.

Me golpeó ahora a mi, haciendo que también me estrellara contra la pared. Su cara de sorpresa no tuvo precio al ver cómo me levantaba como si nada con mi cabeza sangrando y mi nariz también sangrando, entonces fui hacia la niña.

— ¿Pero que?... — preguntó al ver cómo calmaba a la niña, sin prestarle atención a mis propias heridas y actuando como si nada pasara.