Capítulo Cinco

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—Lo tengo, sin embargo debo advertir sobre algunos efectos.

—¿Cuáles son?

Aloksa mantenía su mirada seria. —Bueno, no era previsto, pero lo más probable es que tengan cambios físicos, no lo sé, quizá tengan más cuerpo, menos cuerpo, su estatura cambie de bien o mal, su voz... quizá eso sí cambie definitivamente. —De pronto su mirada era afilada. —Emocionales. Cambios emocionales. Habrá muchos de ellos. Pensarán y sentirán como un humano hace. Chae, especialmente a ti, lo advierto, puedas no tener corazón o ser tan sensible como la piedra, pero espero que comiences a acostumbrarte porque ahora tendrás eso llamado sentimientos. Y no... no se puede cambiar. —La mujer interrumpió a Chae, quien iba a protestar. —No es algo de mi aprecio, es algo que tiene que suceder. La esencia humana incluye todo, dolor físico y emocional. ¿Alguna vez has sufrido por algo, Chae? —Ella sonrió, como si disfrutara de la situación. —Porque ahora lo harás.

—Bien. —Chae gruñó lanzándole una mirada de muerte. — ¿Alguna otra cosa?

—¿Tienes algún lugar de hospedaje?

Con una mirada de tiburón, Chae le dijo: —Sabes que no.

—Bueno, necesitarás uno, ambos en realidad, siendo humanos tendrán la maldición del sueño. Significa que la noche ya no será muy seguida tu diversión, Chae.

—Ajá, ¿algo más?

—Sí, cuando vuelvan a su forma original al principio habrá dolor físico, mucho de ello, sus huesos se habrán acostumbrado al sensible del humano y al transformarse ellos se romperán para adaptarse al suyo. Algo extra, supongo. Pero con el tiempo el dolor será menos, y el cambio será más rápido. Aunque creo que querrán estar más de humanos.

—¿Por qué lo supones?

—Porque sus alas pesarán toneladas en sus espaldas. Recuerden, tienen sensaciones humanas al transformarse. Y oh, sus poderes, ellos no estarán en servicio con el hechizo, lo que significa, caballeros: No invisibilidad, no trucos, no movimientos tan agiles... les recomiendo no meterse mucho en problemas en las calles. En especial tú, Chae, memoriza bien que ya no podrás salvarte tu propio trasero con juegos mentales. Procuren no cambiar frente a humanos. Eso podría ser peligroso. —Aloksa de repente frunció su ceño muy intensamente. —¿Ustedes son algo?

—¿Algo? —Minhyuk habló por primera vez desde que entraron a la casa de la bruja. Había estado escuchando la conversación desde el sillón café tras Chae y Aloksa en la roja mesa donde ellos se encontraban charlando. La pregunta lo dejó helado, incluso aunque no tenía significado especifico aun, no pudo evitar sentir todo su cuerpo exaltar ante la pregunta tan... directa.

—Sí, algo. Necesito saber.

—¿A qué te refieres con algo, específicamente? —Chae preguntó, cejudo.

La alta mujer se encogió de hombros súbitamente. —Algo: pareja, amantes, compañeros de crimen. ¿Algo cercano a eso?

—¿Y por qué tiene que interesarte eso?

A cambio, a la defensiva, como si no le importase mucho la situación, Aloksa contestó con voz relajada: —A mí no, por supuesto, pero a ustedes sí. Independientemente sean lo que sean, tengan lo que tengan entre ambos, sufrirán algo llamado... ¿Cómo decirlo sin que suene sucio o directo? —Alzó una ceja con gracia. —Frustración sexual. ¿Saben lo que es eso?

Minhyuk no podía mirar el rostro de Chae, pero podía apostar a que ambos estaban helados. ¿No lo estaban? Porque él sí. La idea de sentir atracción sexual —más de la que ya hacía— hacia Chae, lo dejaba helado y aturdido. Porque ¡demonios!, sabe que la idea no le desagrada del todo. Negándose a quedarse callado o dejarse pillar, se levantó bruscamente del asiento y le lanzó una mirada dura a la bruja.

Bad Demons Bad Angels (Hyunghyuk Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora