Capítulo Trece

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Capítulo trece.

Uno, dos, tres. Uno, dos, tres. Uno, dos, tres. Puertas. Hierro. Oro. Uno, dos, tres. Calor... mucho, mucho calor. Frio... demasiado frio. Uno, dos, tres. ¿Dónde?... ¿Qué?... Uno, dos, tres... Chae... Chae... ¿Qué haces aquí?... Entrega... Tú no tienes... tú no tienes... ¿Qué?... Li... Limite... Limite... ¡Qué diablos!... ¡Déjame entrar!... ¡Entrega personal!... Chae... Chae... Chae... ¿Black... donde está Black?... Díganle que venga... Uno, dos, tres... Chae, Chae... Él ya está aquí... Uno, dos, tres... Uno, dos, tres... El ángel ya está aquí.

Levemente, de una manera delicada y casi dolorosa abrió sus parpados, y la tuene y fogosa luz entró a su visión, haciéndolo arrugar su frente.... Que brilloso... Que abrumador.

Él vio a los lados, buscando señal, una explicación a su clara confusión, y todo a su alrededor era oscuro, tan frio y tan caliente... tan... bizarro y escalofriante. El aire contaminado por neblina, una tan blanca que hacía llorar su niña... y la oscuridad... tan negra y tenebrosa... radiando maldad y una sensación fuerte, tan fuerte y profunda que era imposible de describir.

Minhyuk cerró sus ojos un momento, preguntando a su psiquis profunda y estremecida en la esquina de alguna refugiada y segura pared qué endemoniados ocurría, pero ella solo se abrazó a sí misma, dándose seguridad, dejándole esa sensación de inquietud en la alfombra de su seca garganta. Ella no le quiso alzar la mirada y entonces Minhyuk se volvió a sentir inseguro. Desprotegido. ¿Dónde estaba?

El inquietante y llamativo estruendo de una puerta abrirse captó rápidamente su atención y él alzó en mentón, su mirada firme, protegiéndose bajo ese escudo mientras ella se sentía temerosa ante todo acto.

Pisadas se acercaron a él, y entonces Minhyuk se encontró con la figura de Chae.

Una cápsula de imágenes explotó en su cabeza, llenándole de recuerdos, reproducciones de todo... hasta cuando todo se volvió oscuro. Minhyuk recordó cuando ellos hablaban... hacían el amor... y luego... simplemente... todo fue horrible.

—Ángel...

Minhyuk se estremeció al escuchar la voz de Chae... tan suave pero al mismo tiempo tan fuerte y firme... su... dulce y neutral voz. Una corriente de nostalgia abrazó su cuerpo, y de pronto todo se sintió tan sensible... él se sintió tan triste... tan solo... tan herido.

—Ángel, yo...

Minhyuk cerró sus ojos, y ya no quiso escucharlo... y sin darse cuenta sus ojos se llenaron de lágrimas, invadiendo su rostro, descendiendo desde sus parpados, delatando sus sentimientos, golpeándolo, y entonces su garganta se desgarró con el tormento, el tornado raspando su garganta, queriendo explotar, herir, y sus entrañas lo arañaron... y él se encontraba llorando, dejando salir su dolor. ¿Qué más podía hacer? Él simplemente estaba herido.

—No me llames así... por favor...—Minhyuk logró decir, y su voz fue un desastre, tan débil y baja que hasta le dolió haberlo dicho. Pero era así. Él ya no quería que Chae lo llamara de esa forma. —Tú... me engañaste. —Le dijo, y su voz sonó más triste de lo que esperaba.

—No fue así. —Chae le dijo, y Minhyuk levantó la vista, pero él se encontraba neutral, y Minhyuk apretó los dientes, esperando esa expresión indiferente.

—¿Entonces cómo?

—Yo tuve que hacerlo. No había opción.

Minhyuk tragó saliva y calmó su cuerpo, diciéndose que dejara de llorar. Pero él no era un todopoderoso, porque le costó hacerlo. Y mucho.

—¿Dónde estoy? —Preguntó, viendo a su alrededor con cautela.

—Supone que en las afueras.

Minhyuk asintió débilmente —¿Del Infierno?

Bad Demons Bad Angels (Hyunghyuk Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora