Capítulo Siete

49 12 4
                                    

Capítulo siete.

—¡Dios! —Minhyuk gimió y alzó sus caderas, buscando más contacto... buscando más de él.

Chae estaba sobre él, con sus brazos a los lados de su cabeza, mientras besaba su cuello, recorría su lengua por su sensible piel, y mordía, y luego lamia y mordía de nuevo, mientras se deslizaba suavemente con su dura erección dentro de él. ¡Sí, joder sí!

—Chae...—Él susurró... pasando sus dedos por su cabellera, y luego bajó a su espalda, acariciando mientras lo sentía oh tan profundamente dentro de su cuerpo. Chae empujó esta vez más duro, su duro miembro golpeando algo... un sensible punto... haciéndolo gritar ¡Sí! Mordió sus labios y enterró sus uñas en la blanca piel de su espalda, haciéndolo gruñir y empujarse con más libertad, dándole duro, profundo... golpeando fuertemente su culo.

—¡Servicio a la habitación!

Minhyuk frunció su ceño en su ola de placer. Levemente fue abriendo los ojos y se encontró con el cielo de la habitación. Oh Dios... no de nuevo.

—¡Joven, servicio a la habitación! ¿Hay alguien allí?

Minhyuk gruñó y pasó una mano por su húmedo cabello. Su cuerpo estaba sudado y miró con abruma su erección sobre su bóxer. Pasó una mano por él para liberar presión y saltó de la cama. Colocándose una toalla por su cintura fue al living y abrió la puerta.

Cerrando la puerta en la cara del hombre metió la comida y la dejó en la mesa. Dios, él estaba en un lio demasiado gordo. No era la primera vez que despertaba soñando con Chae follandolo, y tampoco que amanecía con una erección por causa de ello. Desde el incidente en la tienda y en el que ellos casi llegan a la ronda final las cosas no eran las mismas. Bueno, no es que todo hubiese cambiado en realidad, tampoco había una nube incómoda flotando sobre ellos, pero definitivamente sí había mucha tensión. Sobretodo sexual.

Ya había pasado una semana desde ello y Chae no había insistido en tocarlo más. En realidad, se mostraba distante y desaparecía por horas, incluso no regresó una noche y Minhyuk tuvo que llamarlo. Él no le contestó. Si no conociera a Chae y supiera que a él no le importan los demás podría apostar a que el Demonio lo estaba evitando. O al menos escondía algo. Sea lo que sea, a Minhyuk no le gustaba ese nuevo cambio.

Gruñendo quitó la toalla y pasó su mano por su eje, dispuesto a liberarse de la tensión. Después de recibir el duro indiscreto rechazo toda esta semana Minhyuk aprendió a masturbarse. Bueno, no es que tampoco fuera un inocente dulce ingenuo, él sabía que eso era algo normal —al menos en el mundo terrestre— pero él nunca tuvo el valor suficiente para intentarlo. Últimamente Chae estaba llevándolo a sobrepasar sus límites, y ¡demonios! él no sabía cómo sentirse al respecto.

Corrió hacia el baño cuando sintió su mano acelerar sus movimientos y sentir una presión tan malditamente bien sobre su vientre. Esa era otra cosa que había que controlar. Él no era bueno reteniéndose.

—Oh Dios...—Minhyuk gimió suavemente cuando se vino, su dura polla sacudiéndose en la presión de su orgasmo, tan bueno y ardiente. Minhyuk cerró sus ojos con fuerzas y lo único que se le vino a la mente fue el recuerdo de su sueño. Chae tomándolo profundamente de una manera tan jodidamente deliciosa.

Luego de ducharse y cambiarse con nueva ropa que Chae consiguió comió los ricos huevos acompañado con tocino. Oh sí. Ama esta comida.

—Hola, ángel.

Minhyuk sintió una corriente recorrer su espina dorsal con solo la voz de Chae hablarle. Alzó la mirada y él entraba por la puerta. Vestía de shorts negros abajo de la rodilla pero no tan cortos, una camiseta blanca y una chaqueta de cuero negro. Sus converse a juego lo hacían ver cool. Era una combinación entre hombre-malo y casual y eso hizo que Minhyuk mordiera su labio.

Bad Demons Bad Angels (Hyunghyuk Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora