Cigarettes out the window

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Las cosas en la vida de Peter habían cambiado desde que esa araña radioactiva lo había mordido, y él lo había notado desde la primera semana con el repentino crecimiento de sus músculos, y sobre todo, la sorpresiva habilidad que había adquirido de poder trepar las paredes como una araña.

Antes pensaba que tener superpoderes era como tener la vida hecha, juzgaba a los héroes siendo ingenuo a toda la responsabilidad que tenían aquellos a la hora de hacer su trabajo. Él comprendió hasta que estuvo en sus zapatos y entendió que nada de eso era lo que imaginaba.

Los días siguientes después de la mordida fueron los días más locos de su vida, puesto que se vió a la obligación de aprender a usar sus poderes, crear su propia telaraña y hasta diseñar su propio traje. Sentía que era un bebé aprendiendo a caminar.

Poco a poco su pasatiempo paso de llamarse “Clases particulares de matemáticas” aCombatir el crimen”, provocando que él arácnido no tuviera más tiempo como antes lo tenía. Como consecuencia fue inevitable que su tía May, no se diera cuenta de la repentina ausencia de su sobrino.

«May.

Últimamente pasas más tiempo afuera que en casa.»

El hombre araña se balancea por la cuidad de Queens mientras miraba aquel mensaje de su tía May provocándole un gran suspiro. 

«¿Ocurre algo,
qué es lo qué me ocultas?.»

Obviamente que había ignorado el sexto sentido de su tía que siempre sabía cuándo le ocurría algo a Peter.
Sin más, el arácnido tuvo que dejar de balancearse, quedando pegado en la pared de un edificio departamental. Rápidamente abrió el chat pensando en la excusa perfecta que podría mantener calmada a su tía mientras encontraba otra nueva excusa que me durará para siempre.

«Es que tengo prácticas de matemáticas con Ned hasta tarde...»

Escribió, pero a los pocos segundos la descarto, él sabía que May no iba a caer tan fácil con esa mentira, ella siempre ha sido consciente de lo inteligente que es Peter para las matemáticas, hasta ella misma le había aconsejado al chico que se uniera al grupo de Mate-Atletas de su secundaria.

«Estoy combatiendo
el crimen por las noches...»

Le pareció cómica aquella respuesta, pero inmediatamente descartada por como se pondría de mal su tía al enterarse de eso.

El arácnido siempre tuvo presente las graves consecuencias de que alguien supiera sobre sus poderes, él no dudaba que May lo apoyaría, pero es consciente  de las preocupaciones que le darían a May por el simple hecho de saber que su sobrino estaba luchando con criminales a diario.

Entonces, suspiro frustrado, sin saber que más responder o mentirle a su querida tía. Levantó la mirada al oscuro cielo, observando las pocas estrellas que destellaban, y después de rato volvió a escribir.


«Tengo que decirte algo...»


Observó las cuatro palabras en la bandeja de mensajes y, nervioso, hizo danzar su dedo encima del botón de enviar. “¿Sera buena idea?”, pensó. “¿Y sí algo le ocurre?, ¿Qué tal y si lo prohíbe?”.

Y mientras Peter seguía pensando en lo que era correcto o no, otro mensaje de May apareció.

«Peter, sabes que
cuentas conmigo para lo que sea.»

Enredaderas| Peter Parker UCMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora