Capítulo 10: La perra debe ser incendiada.

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—¿Lentes nuevos?

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—¿Lentes nuevos?

—¿Te has dado cuenta?

Alejándose de ella, Chase juguetea con los papeles esparcidos por su escritorio, mientras finge no notarla.

Interesante, piensa ella.

En el momento en que entró en la oficina, su jefe la miró fijamente a la cara, entrecerrando los ojos y riendo para sí mismo. Pensó que ella no notó su escrutinio.

Por la mañana, Hermione visitó la óptica y compró anteojos nuevos. Estaba encantada de descubrir que su vista había mejorado ligeramente. Ahora, podía ver incluso sin gafas si se acercaba objetos a la cara y entrecerraba los ojos. Le levantó un poco el ánimo, al menos era una pequeña buena noticia.

Después de salir de su dormitorio, se saltó el desayuno y deambuló por el segundo comedor, impulsada por una sensación de frustración que no podía quitarse de encima. Le apetecía la idea de disipar su descontento con bastante claridad para que todos lo vieran.

Estaba enojada consigo misma por la forma en que había manejado las cosas.

Ella le había dicho que no quería detenerlo o prohibirle que buscara una relación fuera de su matrimonio, pero pasó toda la noche lamentando el hecho. Un completo fracaso.

Al pasar por la sala de estar, escuchó a Draco y León discutiendo los suministros de Hielo Rojo. Hizo una mueca y entró en la habitación, saludándolos brevemente antes de desaparecer entre las llamas verdes de la chimenea sin esperar su respuesta.

Por alguna razón, sintió que una ola de vergüenza la invadía.

Su vida se sentía como un desastre, sin espacios claros en los que ella simplemente pudiera exhalar y se relajara. Con eso en mente, Granger esperaba con ansias el próximo fin de semana festivo en honor al Año Nuevo, con la esperanza de que traería un tiempo muy necesario para relajarse.

La idea de visitar a Pansy esta noche trae un rayo de positividad a su día, por lo demás sin incidentes.

Hermione está de pie sobre su escritorio, reparando con cuidado una página dañada de un libro con un pincel mágico. Mientras trabaja, pregunta: —¿Cuáles son tus planes para el Año Nuevo?

—¡Trabajar!— Chase ladra. —¡A diferencia de ti, tengo un asunto importante que terminar!

Ya sintiéndose mal, las palabras de Chase solo agregan más combustible a su frustración latente. Agarrando su cepillo con fuerza, ella mira ferozmente a su espalda.

—¿En serio?— Ella se vuelve más agitada. —¿Sabes cuáles son mis planes para el Año Nuevo?

Sintiendo el nerviosismo en su tono, el anciano endereza los hombros. Se obsesiona con la voz de Hermione, volteándose hacia ella con una especie de sonrisa satisfecha que estira su boca arrugada.

NOMURA - dramione *TRADUCCIÓN*✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora