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Mientras tanto el omega parecía no querer curarse pues llevaba casi una semana en cama, después del término de sus clases procedió a irse pero no tomo en cuenta que una llovizna había empezado y sin más espero en el paradero y por obvias razones ahora se encontraba en cama con un resfriado que parecía no querer irse. No tenía ganas de nada y solo se quedaba en su habitación, más no dejo de pensar en el alfa, quién hasta ahora no lo llamaba. Eso hizo que el omega se haga más bolita en su cama, pues pensamientos negativos no tardaron en llegar, atormentándolo.

Al llegar el almuerzo, ni siquiera miro de que plato se trataba pues sabía que sería una sopa especial, para que así no decaiga más con el resfriado, no tuvo otra que comer pues su padre estaba ahí, y sabía que no se iría hasta que él se acabará su plato.—Hijo, ¿cómo te sientes hoy?.—dijo acercándose, para tomarle  la temperatura.

—Sigo igual padre, no tengo ánimos para nada.

—El doctor viene hoy, así que ya veremos cómo estás.- le contesto, dando leves caricias a su suave cabellera, y el omega pudo ver lo exhausto que estaba su padre.

—Padre, puede ir a descansar yo estoy bien.—su padre le dio una mirada molesta.—Bueno no del todo, pero se nota que tú estás peor, ¿has dormido siquiera?—cuando vio a su padre negar entonces le dio un leve golpe en el hombro.— Entonces que esperas para hacerlo, cuando llegue el doctor te avisare y así puedes ver tu también los resultados.

—Esta bien pequeño.—dijo levantándose no sin antes darle un pequeño beso en la frente con una pequeña caricia a su cabello.

Entonces su padre se fue no sin antes verificar que su hijo haya terminado de comer aquel plato. El omega decidió tomar un baño, tal vez así mejoraría un poco y estaría presentable para el doctor, cuando llegó al baño pudo notar a través del espejo lo mal que estaba, pues estaba pálido, con unas ojeras enormes y emanaba un aroma a tristeza que el sabía la razón.—Ese alfa.

Se miró con molestia por creer en lo que había dicho, por pensar tal vez sentía alguna atracción hacia el, pero se percató que el único que sentía eso, era el. Sin más se dispuso a asearse, con el propósito de dormir después de eso, ya que tenía que recuperar las pocas energías que le quedaban.

Cando salió de la ducha fue hacia su armario buscando algo simple para ponerse y entonces su celular empezó a sonar. Casi no le toma importancia, pero estaba esperanzado en que el alfa lo llamaría. Casi suelta un grito cuando vio su nombre. No estaba listo.

¿Hola?

¿H-hola?

¿Hongjoong?

¿Seonghwa?

Bueno, basta de preguntas.—rio, por poco olvida el propósito de la llamada.—¿Cómo has estado? - el alfa no podía consigo mismo, no lo llamo como prometió y aun así le pregunta como como estaba como si nada.

No llamaste.—respondió el omega, ignorando la pregunta.

Perdón, se que fue mi error, no pude llamarte por que estaba con mucho trabajo del instituto.— se detuvo.—Y también estuve haciendo algunas cosas mas, como poder encontrarte de nuevo.—sonrió

Por mas lindo que sonara eso, no es justificación.- termino diciendo, el alfa pudo notar un tono molesto que luego cambio a uno tranquilo.—Pero me alegra que hayas llamado, pensé que no lo harías.

Perdón por hacerte esperar.- el omega pudo sentir el arrepentimiento en la voz del alfa y se sintió algo apenado.

No, no te preocupes ya paso.

You are my destiny | SeongjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora