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San se encontraba a las afueras del instituto, su día parecía no mejorar, estaba esperando a que pasará la lluvia, que parecía no terminar. Con algo de molestia no le quedó otra que quedarse ahí.

—¿Por qué tuvo que llover hoy?—se dijo para si mismo, pero no se percató que había alguien más ahí, que le respondió.

—Parece que la lluvia no parará ¿cierto?.— soltó Wooyoung, parándose al costado de él y mirándolo con una pequeña sonrisa.

—Parece que no.—dijo con tristeza, mirando hacia el suelo, estaba algo desanimado ya que nada había salido como el lo planeo, primero en la mañana su desayuno termino quemándose por ende tuvo que ir al instituto a desayunar ahí pues el el tiempo no le daba de preparar otro, luego fue la exposición que tenía que hacer para un proyecto que se canceló ya que el profesor no fue, en ese momento ganas de gritar no le faltaron, después cuando alguien chocó con el y termino ensuciando su camiseta con su bebida de chocolate, por suerte tenia otra camiseta, ahora la lluvia, que no había cuando parará, solo quería ir a casa darse un baño y dormir hasta el día siguiente.

Sin darse cuenta empezó a soltar pequeñas lágrimas, que fueran percibidas por el alfa.—Hey, ¿que pasa? ¿estás bien? ¿que necesitas?—se calló pues sentía que solo lo estaba abrumando.— Perdón, no quise llenarte de preguntas.

—N-no te preocupes.—sorbio su nariz.—Solo estoy algo frustrado, es todo.—dijo sin ganas, no quería dirigirle la mirada al pelinegro, solo lo haría derrumbarse más.

—Vamos, tranquilo todos tenemos algún mal día, todo mejorará.—ánimo el pelinegro.

El alfa se acercó lo suficiente y pudo sentir lo triste que estaba el, sin más empezó a soltar feromonas tranquilizadoras y dulces, para calmarlo, dejándolo marcado con su olor, otra vez, y con delicadeza el pelinegro rodeo al rubio con sus brazos en su cintura, brindándole suaves caricias, soltando más de su aroma sobre el.

El rubio apoyo su frente en su pecho, sintiendo como poco a poco empezaba a tranquilizarse, pudo olisquear a su alrededor como el aroma a canela que emanaba el alfa más el aroma a vainilla que iba soltando el, se combinaban creando así un ambiente acogedor y agradable para el, tal vez, después de todo, no sería un mal día.

—¿Mejor?- al ver que el omega asintió, soltó una carcajada.—Ven, será mejor que nos vayamos.- dijo separándose un poco, quitando algunos mechones de su frente.

Wooyoung bajo lentamente su mano hasta sostener la mano del omega, dejando a este sin palabras y con un nudo en la garganta. ¿Qué es lo que estaba pasando? ¿Por qué está actuando de esta forma? ¿Acaso quiere algo a cambio? y muchas más preguntas se le venían a la cabeza, estaba tan sumido en sus pensamientos que no se había dado cuenta de que ya estaban dentro del auto.

—Hey, ¿todo bien?¿tienes algo de frío?, prendería la calefacción pero está averiada, pero tengo una chaqueta extra para prestarte, así no puedas tener tan frío.—justo cuando el alfa iba a buscar la chaqueta, sintió como una mano se posaba en su brazo, deteniéndolo.— ¿Qué pasa?

—¿P-porque haces todo esto?.— dijo algo apenado, todavía se sentía algo sensible.

—Me importas, solo quiero ayudarte.

El omega soltó el brazo del alfa para que así el empezará a buscar su chaqueta, su cabeza no demoró en hacerse preguntas, otra vez, ¿Desde cuando le importaba?¿Será que le gustó? Y si es así ¿Cómo es posible? No, eso no, era imposible ¿Cierto?

De pronto ya no quería nada, solo quería que el estuviera lejos, no quería volver a ilusionarse, no cuando todavía el dolor seguía en su corazón, el no lo dijo, pero todavía estaba inseguro por el cambio que dio Wooyoung. Después de lo sucedido con el, ese día de su declaración, las inseguridades y la desconfianza vinieron a él y no lo dejaron hasta el día de hoy, podía sentir que con cada persona que intentaba tener alguna relación, que no fueron muchas, no salía bien, sentía que el no era lo suficientemente lindo o inteligente, como para presumirlo o para tener un noviazgo y terminaba alejándose sin ninguna explicación, para cuando quería arreglar las cosas ya era tarde pues terminaban dejándolo, así paso con su dos únicas relaciones.

You are my destiny | SeongjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora