53

390 11 0
                                    

Es linda. — dijo Joel al ver la gran casa que TN había elegido por internet.

— Será cómoda para nuestro bebé. — dijo con una sonrisa y Joel acaricia la panza un poco abultada de TN.

— Me gusta, aparte está un poco más pequeña que la gran casa donde vivimos. — sonrie

— Lo se, necesitamos espacio pero no tanto, igual cuando tengamos más hijos puede que nos sirva. — sonrie.

— Mi amor, esa casa es como para una fiesta, así que no. — lo abraza.

— Está bien mi amor, lo que digas, por cierto, ¿Cuando sabremos que será? — acaricia su espalda.

— Cuando tenga los cinco meses mi amor, dependiendo si se deja ver, y a penas tengo tres, así que falta tiempo para eso. — sonrie.

— Ya lo quiero conocer, quiero tenerlo aquí en mis brazos. — se separa de TN y con sus manos hace como si tuviera un bebé cargado.

— Yo también lo quiero tener aquí con nosotros, aún falta mucho tiempo para eso. — sonrie.

— Espero el tiempo pase rápido. — la vuelve a abrazar.

— ¿Te parece si nos mudamos este fin de semana? —

— Si mi amor, entonces vámonos ya porque son muchas cosas las que debemos empacar. — rie y la toma de la mano.

TN:
Estos meses estaban pasando muy rápido, Joel cuidaba de mi como si estuviera enferma, me consentía en todo y siempre era lindo conmigo, cuando nos cambiamos de casa no me dejo hacer nada, el se quiso encargar de todo para que yo no hiciera esfuerzo, yo solo le ayude a acomodar las cosas en su lugar, por cierto, la casa estaba muy hermosa y Joel se emocionó mucho que compro una cuna para el bebé, hoy iríamos a ver el sexo de nuestro bebé ya que tengo los cinco meses, Joel desde que le dije a los cuantos meses se podía ver estaba desesperado por que ya llegará el día, dijo que lo quería saber pronto para poder decorar su habitación.

— Amor apúrate porque llegaremos tarde. — dijo desesperado y yo rei.

— Mi amor, tranquilo, hay mucho tiempo para saber el sexo de nuestro bebé. — terminó de poner labial y lo miro. — Ahora si, vámonos. — el se levantó emocionado.

— Al fin mi amor, ya me había aburrido de esperar. — yo reí, toma mi mano y salimos de la casa.

(...)

Entramos al consultorio donde nos esperaba mi doctora, nos recibió muy bien, Joel estaba muy nerviosa y emocionado a la ves.

— En seguida regresó, mientras acomódate linda. — me sonrió y salió.

— Amor, ¿porque se tardan demasiado? —  preguntó desesperado y yo reí.

— Ya mi amor, tranquilo. — tome su mano y la acaricie.

Después de un rato volvió a entrar la doctora y colocó el gel en mi panza, empezó a pasar la máquina y en la pantalla se podía ver a nuestro pequeño, se veía tan chiquito, volteé a ver a Joel y el estaba llorando, sonreí y seguí acariciando su mano.

— Primero que nada, su bebé está muy sanito, usted tiene que seguir comiendo sano para que el bebé siga creciendo como hasta ahora. Bien, en seguida le traigo los resultados. — sonrie y vuelve a salir.

— A valido la pena cuidarte tanto todos estos meses.— me dijo con una sonrisa.

— A veces te pasas mi amor, pero si. — después de un rato volvió a entrar la doctora.

"Mi Secretaria" Joel Pimentel // TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora