"Mi Secretaria" Joel Pimentel // TERMINADA

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Estaba con Joel en la sala, estábamos viendo una película ya que habíamos tenido dias pesados, volteé a ver a Joel y estaba concentrado en la película, hace dos semanas no teníamos noches de pasión y sinceramente ya lo necesitaba, subí arriba de él y lo bese.

— ¿Quieres que vallamos a la habitación? — pregunte mientras besaba su cuello.

— Me agrada la idea, no sabes cuanto te deseo. — apagó la televisión y me llevó cargada hasta la habitación.

Me dejo delicadamente  en la cama y empezó a besa mi cuello, levantó mi blusa y empezó a besar mis pechos, yo gemía de placer, quite su camisa con desesperación y él se deshizo de mi blusa y de mi sostén, hizo un camino de besos hasta llegar a mi falda, la quito junto a mis bragas y empezó a lamer toda mi parte íntima, agarre su cabello y hice que metiera mas su cabeza, metió dos dedos y hizo que yo gimiera como loca, siguió lamiéndome toda hasta que me vine en su boca y el trago todo, lo acosté en la cama y baje a su pantalón haciendo que su gran pene saliera disparado, lo metí a mi boca como si de una paleta se tratará, lamí toda su longitud y lo que no cabía lo masturbaba con mis manos. Hizo una coleta en mi cabello y penetró mi boca con su pene, estaba punto de venirse y me lo metí más fuerte, dejo todo su líquido en mi boca y lo tragué.

— Ven... necesito entrar en ti ahora. — me dijo con voz ronca.

Subí a él y con sus manos tomó mis caderas, una gran lluvia de placer se apiadó de mi queriendo más de él, seguí moviéndome encima de él mientras jugaba con su cabello, besaba mis senos como si los quisiera devorar, me aferré a su espalda dejando rasguños por toda ella, estaba apunto de venirme y gemí más fuerte, mis piernas comenzaron a temblar y una gran ola de placer llegó.

— Ahh... me... me vengo. — dije en su oído.

— Hazlo hermosa. — respondió con voz entre cortada y penetrándome más fuerte.

Seguí brincando arriba de él y un gran gemido anunció mi llegada, él aún no se venía así que seguí arriba de él, aferrada a su espalda, mis piernas seguían temblando, me beso y volvió a mis senos, dio un gran gemido y entendí que ya había llegado, deje de moverme y lo abracé y el hizo lo mismo mientras acariciaba mi espalda, mis senos chocaban con su abdomen, después de estar un rato así baje de él y me acosté a su lado.

— Como siempre, estuviste increíble mi amor. — me volvió a besar.

— No usamos condón. — lo miré seria.

— Tranquila mi amor, un bebé nos haría bien. — le di un pequeño golpe.

— Aún no estoy pensando en eso Joel. — dije sería.

— Ya pues, tranquila hermosa, mañana temprano vamos por las pastillas. — lo miré mal y luego sonreí.

(...)

Estábamos a una semana de nuestra boda, hace unas semanas no me siento bien, ando con mareos y mucho asco, no le había dicho nada a Joel porque no quería preocuparlo y seguiría así. Cada ves estaba más nerviosa por la boda, ahora estábamos desayunando en casa de Richard y Liz ya que hace un par de semanas no los veíamos.

— Espero les guste la comida, es con mucho amor. — dijo liz con una sonrisa.

— Gracias hermosa. — dije y empecé a comer, de repente sentí un gran asco y corrí al baño.

— TN, estás bien. — dijo Joel y corrió a ayudarme.

— No, hace días no me siento bien, seguro es el estrés de la boda. — dije y me levante para lavar mi boca.