«¿Qué combina más? ¿Las botas largas o los tacones?» Pregunté en mi cabeza. Me paré frente al espejo, giré a mi derecha para ver que tan buena opción era la bota larga que llevaba puesta en mi pie derecho, luego me giré a mi izquierda, analizando como lucía el tacón que llevaba en mi pie izquierdo con aquella falda arriba de la rodilla.
- Las botas- decidí.Me quité mi tacón, me puse la bota que me faltaba para tener el par y subí el cierre de las dos botas que llegaban a la rodilla, estos zapatos me hacían crecer unos cinco centímetros.
La falda que yo llevaba era negra de cuero arriba de la rodilla, llevaba una elegante blusa negra y encima de esta un corsé debajo del pecho de color rojo resaltando mi figura, me coloqué la pulsera de picos que me había regalado con anterioridad Bill, y una gargantilla que le hacía juego.- ¿Ya está lista, señorita?- preguntó una voz femenina detrás de la puerta de la pequeña habitación donde me encontraba.
- Sí.Abrí la puerta y salí.
- Primera vez que te veo decente- bromeó Gustav.
- Que lindas palabras.Bill me miraba de una manera rara de describir, entre admiración y deseo.
- Mira- moví mi muñeca y le mostré la pulsera que él me había obsequeado. Bill parecía no reaccionar. Tom le dió un codazo el las costillas.
- ¡Ey!- se quejó el pelinegro.
- Tenías que despertar, se te estaba cayendo la baba de ver a Alice- dijo Tom.
Bill se sonrojó tan rápido como el movimiento de un chasquido.
Me pareció divertida y linda aquella reacción.- En diez minutos salen al escenario- anunció el manager.
- ¿Cuántas personas van a haber?- pregunté.
- Como unas dos mil, o puede que incluso más- informó alguien del staff.𝘋𝘰𝘴 𝘮𝘪𝘭.
𝘖 𝘮𝘢́𝘴.
𝘋𝘰𝘴 𝘮𝘪𝘭 𝘰 𝘮𝘢́𝘴.Comencé a tronarme los dedos por los nervios. Hace mucho que no hacía eso.
Los chicos tampoco estaban mejor que yo, Bill inhalaba y exhalaba intentando tranquilizarse, Tom que estaba sentado movía frenéticamente la pierna, Georg movía agitaba todo su cuerpo mientras que Gustav se agarraba la cabeza y cerraba los ojos, como para ignorar el hecho de ibamos a estar frenta a muchísimas personas.Comenzaron a conectar todos los instrumentos, me percaté de que no estaba mi guitarra. 𝘈𝘺 𝘯𝘰.
Corrí desesperada hacia la habitación donde yo estaba unos minutos antes, abrí la puerta casi empujandola, puse patas arriba la habitación, moví la ropa, tantee los muebles, eché un vistazo a las fundas de los instrumentos que habían, incluso abrí hasta el cajón más pequeño de los muebles de aquel cuarto, sabiendo que la guitarra no iba a caber ahí, obviamente no la encontré.
𝘍𝘢𝘭𝘵𝘢𝘯 𝘥𝘪𝘦𝘻 𝘮𝘪𝘯𝘶𝘵𝘰𝘴, 𝘮𝘪𝘦𝘳𝘥𝘢.
El sudor corría por mi frente, odiaba eso, estaba estresada. Salí de la habitación para informar sobre el problema, «𝘢𝘭 𝘮𝘦𝘯𝘰𝘴 𝘛𝘰𝘮 𝘵𝘢𝘮𝘣𝘪𝘦́𝘯 𝘵𝘰𝘤𝘢 𝘭𝘢 𝘨𝘶𝘪𝘵𝘢𝘳𝘳𝘢» pensé.
Encontré a mi mamá caminando por el backstage, sujetando algo largo.
- ¡Mamá!- exclamé. Escondió lo que traía rápidamente detrás de ella- ¿Qué traes?- cuestioné por su comportamiento, alargé mi cuello para intentar mirar que era lo que escondía.
- No es nada- respondió con tal seguridad, que si yo no la conociera bien no hubiera indagado más.
- A mi no me engañas.
Suspiró medio rendida.
- A veces odio que me conozcas tan bien- dijo.
- Lo sé, pero no me cambies de tema.
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𝖩𝗎𝗌𝗍 𝗆𝖾 𝖺𝗇𝖽 𝗒𝗈𝗎 || 𝖡𝗂𝗅𝗅 𝖪𝖺𝗎𝗅𝗂𝗍𝗓
Fanfic● 𝗛𝗼𝘄 𝗰𝗮𝗻 𝘆𝗼𝘂 𝘀𝗲𝗲 𝗶𝗻𝘁𝗼 𝗺𝘆 𝗲𝘆𝗲𝘀 𝗹𝗶𝗸𝗲 𝗼𝗽𝗲𝗻 𝗱𝗼𝗼𝗿𝘀? ● Donde Alice Carolyle se enamora del vocalista de la banda Tokio Hotel.