Capítulo 12.

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Jennie's pov.

Suspiré mientras esperaba sentada en la cama. Lisa estaba esperando al doctor abajo y me ordenó que no saliera de mi habitación, o me atendría a las consecuencias.

Ha estado de muy mal humor desde que le dije aquella frase anoche: ''Jamás dejaré de luchar.''

Y no miento.

No voy a dejar de velar día y noche por mi libertad de salir de aquí, sin ataduras, sin una enferma que me obligue a quedarme con ella.
Puede que haya desarrollado lo que sea que siento por Lisa, sí, pero eso no quita que me secuestró, ató a ella y ahora puso un bebé en mí.

Joder, en otras circunstancias habría aceptado tener una familia con ella, pero ni siquiera me ha besado. No lo ha hecho nunca, y sé que si lo hace, perderé todo control sobre mí y estaré a su merced.

— Jennie. — Llama el doctor Hundson, anunciando su llegada.

Me toma unos segundos analizarlo. Es un hombre gris, regordete y bajito. Lleva una maleta y un estetoscopio colgando del cuello, es un maldito cliché estadounidense.

Muestra una sonrisa simpática y tranquilizadora. — No te preocupes. No será más que una muestra de sangre y esperar.

Me sigo preocupando, de todos modos.

Bajamos las escaleras y me ubican en el sillón. El hombre pide permiso para tomar mi brazo y yo se lo concedo; enreda una extraña cosa de goma y localiza la vena, para después preparar su jeringa.
El dolor es soportable, pero no por eso lo disfruté. Solté un chillido de dolor, y casi al instante, la pesada mirada de Lisa me atrapa.
Tiene las pupilas dilatadas y se lame el labio inferior. Como si le excitase mi sufrimiento.

Evado su mirada y eso la enfurece, porque cuando Hundson termina de sacarme sangre y me voy a la cocina con la excusa de un vaso de agua, viene detrás de mí y me acorrala.

— Jodidamente no vuelvas a hacer eso.
— Toma mi mentón, haciendo que frunza mis labios.

Me libero de su agarre. — ¿Hacer qué?

— Evadirme. Ignorarme.

Se lo merece. Se merece que la metan en la cárcel, joder. Pero no le digo aquello.

— ¿Por qué no mejor te preocupas de cosas más importantes como el feto que pusiste en mí? — Gruñí, alejándome de ella.

— Bebé. — Corrige, y ruedo los ojos. — Es un bebé, Jennie.

Me zafo de su agarre. — No, no lo es. No lo será para mí, porque fue un error. Deja de actuar como una mierda manipuladora, como si todo esto que estuviese pasando no fuese en contra de mi voluntad. Eres una violadora, abusadora y secuestradora, Lisa. Acéptalo ya.

Se tambalea hacia atrás. Mis palabras la lastiman, y me arrepiento por ello; pero no lo demuestro. La declaración que suelto parece haberla hecho entrar en razón.

Se va sin decirme nada, ahora ella evadiéndome.

[...]

Llevo días sin salir de mi habitación.

Hay una lluvia torrencial fuera y eso me deprime aún más. Solía amar los días de tormenta, eran calmados y la pasaba bien tomando un té caliente enfundada en mis mantas.
Ahora es gris, triste.

𝗧𝗼𝘅𝗶𝗰 𝗟𝗼𝘃𝗲 | 𝗝𝗟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora