Propuesta

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Los rayos del sol entraron por toda la habitación, llevaba dos días sin salir de la cama, su cuerpo se sentía pesado, miro a un lado, ahí estaba el chico causante de sus dolores corporales, los rulos cayendo por su rostro lo hacían ver tan adorable. Nadie se imaginaria que atrás de esa cara tan linda e inocente se escondía un alfa feroz en todos los sentidos.

Se recostó de lado para seguir admirando al chico, su mano se dirigió hacia los rulos negros, como le gustaban esos rulos. Miro con detenimiento cada rasgo del pequeña alfa, sus largas pestañas, su nariz respingada, sus labios delgados, pero apetitosos. Sin darse cuenta, sus labios estaban dando un beso casto al pequeño alfa, al separarse un leve sonrojo le adorno la cara. Aquel chico lo traía fuera de sí.

-Kenny, ¿acaso intentas seducirme?- pregunto Law, mientras abría los ojos, con su brazo atrajo a Kenneth hacía él.

Un sonrojo intenso invadió la cara de Kenneth –yo no intento tal cosa- dijo alejándose un poco de Law. Una sonora carcajada hizo que volviera su vista hacia el pequeño alfa. Los ojos azules que lo habían estado mirando con lujuria las noches pasadas, ahora tenían una mirada tierna.

-Kenny, salgamos hoy, pasa tu día conmigo- le propuso. Kenneth quería declinar la oferta, ya había faltado varios días al trabajo no podía faltar uno más.

-Esta bien, a donde iremos- contesto, su corazón le había ganado a su razón.

-Es una sorpresa- le dijo regalándole una sonrisa –vamos a desayunar, nos espera un gran día- finalizo, dando un beso casto a los labios de Kenneth.

Kenneth miro como el pequeño alfa se levantaba de la cama, empezó a seguir sus pasos. Al llegar a la cocina Law le dijo que se sentara que él se encargaría del desayuno. Desde la barra miraba cada movimiento que hacía el chico, su cara de concentración lo hacía ver más guapo de lo normal, los movimientos coordinados para echar los ingredientes igual lo hacían ver atractivo.

-Kenny, si sigues empapándome con esas feromonas lo que desayunare será otra cosa más deliciosa- dijo, volteo a verlo, los ojos azules tenían un brillo lujurioso que hizo estremecer a Kenneth. Éste no se había dado cuenta en que momento había dejado escapar sus feromonas, los colores se le subieron al rostro, ese chico le estaba desestabilizando su control. Desde que se conocieron Kenneth siempre había tenido debilidad por las peticiones de Law, por más absurdas que le parecieran, siempre terminaba accediendo, le gustaba como reaccionaba aquel chico cada vez que una de sus propuestas era aceptada, en estos instantes la curiosidad de ver su reacción al acceder a esa petición era tan grande.

-Puedes cambiar el menú, si quieres- el chico que había regresado su mirada a lo que estaba cocinando se quedó quieto y en silencio, Kenneth empezó a sentir su cara caliente de la vergüenza, tal vez había respondido mal –olvi...- empezó a decir, pero fue interrumpido por el desbordo de feromonas que provenían del chico. Kenneth empezó a sentir como su cuerpo iba aceptando aquellas feromonas, empezó a caminar en dirección del chico, éste seguía sin moverse.

-No vengas- dijo Law, la voz se le escucho como si estuviera afónico –si te acercas más no voy a poder controlarme- finalizo.

-No quiero que te controles- respondió mientras daba un paso más. No pudo decir nada más ya que el pequeño alfa lo había acorralado en un beso que por cada segundo que pasaba se iba intensificando. Al separarse, Kenneth empezó a recuperar el aliento, Law le dio un beso casto.

-Deseo tanto cambiar el menú, no sabes cuánto, pero debo contenerme- dijo Law mientras empezaba a controlar sus feromonas.

-Que te detiene- le pregunto, trato de sonar lo más calmado posible, el chico lo había dejado alterado. Sus labios volvieron a ser atrapados por los de Law. El beso se volvió a intensificar. Nuevamente, se separaron.

-No quería que fuera así, tenía planeado algo espectacular y romántico- volvió a besar los labios de Kenneth –por favor Kenny, dame el honor de salir contigo- dijo para después depositar un beso en la frente de Kenneth. Una sensación de revoloteo surgió del estómago de Kenneth, el chico no quería continuar porque ellos no habían formalizado su relación, eso lo enterneció

-De acuerdo, tendrás ese honor- dijo, sus labios volvieron a ser atrapados. La intensidad de los besos iban en aumento, Kenneth empezaba a sentir como su miembro se iba despertando, los labios de Law abandonaron los suyos, para situarse en su cuello, las grandes manos de Law recorrían toda su espalda hasta bajar a su trasero donde sintió un leve apretón, como respuesta a esta acción Kenneth le dio un leve tirón a uno de los rulos de Law. Como le encantaban esos rulos.

La cercanía de sus cuerpos hizo que Kenneth sintiera como el miembro de Law se hacía cada vez más grande. Sus cuerpos se empezaron a frotar, esta acción más los besos que iba depositando Law en todo su cuello empezaba a generarle gemidos involuntarios.

Las cosas empezaron a subir de tono cuando Law lo puso de espaldas hacia la barra, el chico con su gran habilidad de desnudarlo rápido, lo despojo de toda su ropa, dejándolo a su merced. Una de las manos de Law se dirigió directo a su pene erecto causando que una descarga eléctrica recorriera todo su cuerpo, tenía que admitir que el chico sabía como complacerlo. La mano de Law era una experta en masturbación, el semen de Kenneth no tardo en salir.

Con la falta de lubricante, Law utilizo el semen para empezar a prepararlo, con lo realizado antes no necesito demasiada preparación como la primera vez así que sin esperar más Kenneth empezó a sentir como el gran pene de Law entraba por su agujero, ocasionándole espasmos acompañado de gemidos. Para tener mejor alcance Law inclino a 90 grados el cuerpo de Kenneth, éste se sostenía de la barra con sus manos para no caer en cada embestida que recibía. El ritmo fue acelerando, el ruido de los dos cuerpos chocando resonaban en toda la cocina, las feromonas de Law abrazaban a Kenneth impregnándose en cada poro de su piel.

Si hace dos años le hubieran preguntado que estaría haciendo hoy, seguramente hubiera contestado que ya estuviera casado, y talvez hasta con un hijo, pero la vida da tantas vueltas que en su lugar se encontraba siendo penetrado por un chico alfa en medio de su cocina causándole el orgasmo más exquisito que jamás hubiera imaginado.

Polos opuestos (AlfaxAlfa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora