Deseo

438 40 4
                                    

La llamada a Kenneth le había devuelto las ganas de trabajar, esta mañana al llegar a su oficina se encontró con cerros de carpetas, revisar cada una de ellas le llevaría por lo menos 15 minutos, su mañana estaría bien ajetreada.

Pasaba carpeta tras carpeta, no había como tal ningún proyecto que le interesara. Todos pedían demasiado dinero, pero ofrecían tan poco. Cansado de revisar carpetas, saco su celular, se puso a buscar lugares para cenar, quería llevar la cena a casa de Kenneth para cenar juntos. Por más que busco entre los mejores restaurantes ninguno le gustaba, así que decidió ser un poco más informal, llevaría hamburguesas para la cena.

Con todo su pesar, volvió a poner su atención a las carpetas.

La mañana y gran parte de la tarde se le había ido en revisar carpetas, algo cansado tomó la última carpeta, empezó a leer la propuesta que estaba escrita, era muy buena y ofrecían lo suficiente por lo que demandaban.

Una leve sonrisa apareció en su rostro, saco su celular, llamo al número que venía en la propuesta. En cuanto la llamada entro, una voz animada lo saludo.

-Hola, soy Jake de Inventus, en que puedo ayudarle.

-Hola, soy Law de inversiones corp. Llamaba porque me intereso tu propuesta.

-Oh, me alegra por fin tener respuesta, tal y como dice la propuesta estamos desarrollando una aplicación, pero nos faltan fondos.

-Yo puedo darles esos fondos, me parece que su aplicación será útil para facilitar varias necesidades. Ese tipo de proyecto son en los que más me gustan invertir, te parece encontrarnos en dos horas para afinar los términos.

-Me parece bien, en dos horas iré a su oficina entonces.

-No, encontrémonos en el restaurante "Caoba", ya va hacer hora del almuerzo, no hay nada mejor como cerrar un trato mientras comes.

-Me parece bien, nos vemos ahí.

-Perfecto.

Colgó la llamada. Si cerraba el trato podría darle las buenas noticias a Kenneth cuando lo viera en la noche.

Llego a "Caoba" un bonito restaurante que era adornado por plantas, ese restaurante era el que siempre escogía para cerrar sus tratos, exceptuando el trato con Kenneth. Fue a recepción, pidió la mesa que siempre ocupaba, mientras esperaba saco su teléfono, fue a mensajería.

¿Ya almorzaste?

Estoy esperando a que llegue la comida

Tengo una reunión sino iría justo ahora.

Es importante tu reunión.

Algo, te contare cuando vaya esta noche.

-Lamento interrumpirlo, se ve que esta entretenido, Soy Jake.

Law alzo su mirada, se entretuvo hablando con Kenneth que se había olvidado de su entorno.

-Lo siento, mucho gusto, soy Law.

El chico se sentó, empezaron a hablar, la conversación era amena. Les llego el almuerzo, en cuanto terminaron. Law le paso al chico la carpeta con el contrato. El chico lo miro, firmo. El trato está cerrado.

El chico se despidió de Law, invitándolo al taller cuando quiera visitarlo. Law, por su parte, regreso a su oficina, tenía que modificar su horario para incluir las visitas al taller, que desde luego haría. Este nuevo proyecto le había regresado la emoción que sintió cuando descubrió el maravilloso mundo de las inversiones.

Pasaron las horas, era momento de visitar a su Kenny, se dirigió a su casa para cambiarse, esta vez quería ir informal así que se puso una bermuda gris con una camisa negra, se contempló en el espejo, se enorgulleció por su elección, se marchó.

Pasó a comprar la cena, el camino hacía el complejo de apartamentos fue rápido, antes de que se diera cuenta, se encontraba tocando el timbre de la puerta de Kenneth. La puerta se abrió dejando ver al castaño, quien desde la perspectiva de Law se veía hermoso.

-Traje la cena- dijo, mostrando la bolsa que cargaba.

-gracias, pasa- la voz de Kenneth se escuchaba algo cansada.

-¿Te sientes bien?- preguntó Law.

-Si, sólo estoy un poco cansado- contesto Kenneth, claro que Law no sabía todo lo que estuvo haciendo para controlar sus feromonas para esta noche.

-Si quieres descansa, otro día regreso- le dijo.

-No, quédate- le pidió.

Law sonrió, esta vez sin pedir permiso, invadió los labios de Kenneth con los suyos, el beso fue menos intenso que el que compartieron el día anterior. Al separarse Law tomo la mano de Kenneth, mientras la acariciaba, lo miro a los ojos.

-Hoy hueles diferente, me gusta- sonrió –vamos a cenar.

La cena fue rápida, el llevar hamburguesas fue un gran acierto ya que pudieron cenar en el mueble mientras miraban una película. La cercanía que tenían ahora emocionaba a Law, sin pensarlo atrajo a Kenneth hacía él –hueles muy bien Kenny, que jabón usas- le pregunta mientras metía su cabeza en el cuello de Kenneth, se estaba volviendo adicto a ese olor.

Ante esta acción Kenneth intento separarlo, pero no pudo. Law al darse cuenta de este hecho se separó, al encontrarse de enfrente con Kenneth. Una electricidad recorrió todo su cuerpo, los ojos color miel lo miraban con intensidad, un leve sonrojo adornaba sus mejillas. El alfa interior de Law proclamaba como suyo a esa persona sin importarle que también se tratara de un alfa. Sin dudarlo se abalanzo sobre él, en un beso más pronunciado, quería tomarlo justo ahí, pero no podía, aún era demasiado pronto. Una batalla interna se estaba ejecutando entre su instinto y su conciencia.

Lo deseaba tanto, quería agarrarlo, cargarlo y llevárselo a la habitación, estando en la cama iniciar con caricias que excitaran a Kenneth, le dejaría marcas por todo el cuerpo para que quede claro que le pertenecía, luego con ayuda de un lubricante se abriría paso por aquel agujero, metería su pene sin pensarlo, brindándole todo el placer que le pudiera ofrecer. Pero no podía dejarse llevar por el deseo, no ahorita. Ya había descubierto porque Kenneth desprendía ese delicioso aroma. No quería que pensara que se estaba aprovechando de la situación.

-Kenny, será que mejor que me retire- dijo parándose con dificultad, él también se empezaba a sentir mareado-

- ¿Te vas?

-Sí, no quiero que eso suceda así, quiero hacértelo cuando tu conciencia e instinto estén en sintonía- le respondió mientras lo miraba. Las feromonas de Kenneth se liberaron cubriendo a Law, el alfa de Kenneth lo llamaba, sentía como las feromonas entraban en cada rincón de su cuerpo. Su mente se nublo más, debía salir de ahí.

-Kenny, por favor, dime donde están tus supresores.

-No

Esa respuesta sorprendió a Law.

-Yo igual lo deseo, en conciencia e instinto.

Polos opuestos (AlfaxAlfa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora