蓮の花 - .18

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Descansa Azumi, duerme bien – Después de un rato finalmente la chica logró conciliar un poco de sueño en los brazos del contrario quien veló toda la noche por ella, cuidándola y protegiéndola.

Antes de que el amanecer llegara, los dos salieron del agua, arropando sus cuerpos, tomaron sus respectivas cosas y caminaron juntos de regreso a casa, felices por la noche que habían tenido.

Azumi no podía evitar sentirse diferente después de haber eso anoche, sentía como si su cuerpo lo deseara todo el tiempo y necesitara que le esté tocando constantemente.

Douma – Le llamó dulcemente mientras jugaba con su cabello y sus hombros.

El rubio la llevaba en su espalda, cargándola fuertemente así ella podía disfrutar del paisaje a su alrededor.

- ¿Si mi pequeña flor?

Sobre lo de anoche... este... ¿lograste sentirte bien? – Preguntó tímida, preguntándose si él había tenido igual esa sensación sumamente placentera.

¡Oh! Por supuesto que si linda, ¿cómo no hacerlo? Disfrute mucho al tenerte y verte de esa manera – Contestó más que alegre y sincero, recordando lo sensual que había sido la chica a pesar de su timidez.

Azumi se ocultó en su hombro, sonrojada pero feliz de saber que él también lo había disfrutado así como ella.

No tardaron mucho en llegar a casa pues el sol estaba a nada de salir, Douma la dejó en la puerta de su casa, abrazándola, dándole besos y prometiéndole verla por la noche de vuelta.

Las cosas avanzaron bastante bien durante meses, su relación había crecido al punto de ser inquebrantable, su amor era fuerte y poderoso.

Azumi se había vuelto muy fuerte, era capaz de pelear y de defenderse ante cualquier situación que la pusiese en peligro.

Ella junto a sus hermanos se habían conseguido trabajos en el distrito y la paga era buena, tan buena que habían podido hacer modificaciones a su casa, haciéndola más grande y de mejores condiciones así como poder comprarse cosas para sí mismos, prendas y alguno que otro capricho.

Incluso Aiko había llevado a una chica de vez en cuando, presentándola a sus hermanos quienes estaban felices por él, además, la chica era adorable y se veía que lo trataba bien así que se quedaban tranquilos.

Un festival importante estaba por llevarse a cabo en el distrito, un festival el cual despedía al otoño y le daba el paso al invierno. No solo eso se celebraba pues también poco faltaba para el cumpleaños de Azumi.

Entre los tres, Asahi, Aiko y Harumi venían planeando desde hace días hacer una celebración sorpresa, incluso le habían comentado a Douma quien gustoso había aceptado.

Habían organizado y planeado una cena sorpresa en un restaurante del distrito entre los cinco, por supuesto que una cena especial con los platillos favoritos de Azumi, además de eso se darían un paseo entre el distrito, entre los lindos jardines que tenía y entre todas las tiendas, obsequiándole lo que quisiera y más tarde regresarían a casa donde tenían una sorpresa especial.

Aquél día fue como cualquier otro por la mañana, Asahi y Aiko la habían despertado con unos postrecillos especiales, con fruta de la temporada que venía en camino, por supuesto que Azumi les agradeció el gesto y quedó más que llena de las delicias dulces que había desayunado.

Más tarde en el trabajo todo marchó con normalidad, sus compañeros le habían felicitado y regalado uno que otro detalle, fue hasta su hora de salida cuando la sorpresa finalmente comenzaba.

Al estar saliendo del local y despidiéndose de sus compañeros, vio como ahí estaban los cuatro esperándole sonriente, mirándole con grandes y enormes sonrisas.

¡Feliz cumpleaños Azumi! – Gritaron todos, riendo y saltando de emoción.

¡Ahh, chicos! – Les devolvió la sonrisa enorme y se lanzó a abrazar a cada uno de ellos, agradeciéndoles y sintiéndose muy contenta por la sorpresa. Abrazó a cada uno dejando lo mejor para el final.

A sugerencia de Harumi, Douma le había conseguido un ramo de flores a ella y no cualquier flor por supuesto, montones de flor de loto adornaban el adorno, flores de todo color, haciendo del ramo uno realmente muy lindo y vistoso.

Abrazó fuertemente a Douma, brincando en sus brazos después de haberlo llenado de besos cosa que le hizo reír, feliz de saber que le había gustado el ramo. Harumi tuvo razón después de todo.

¡Hey! Te tenemos otra sorpresa Zumi – Aiko llamó su atención, irritado de ver al par besarse como si no hubiese un mañana.

¿De verdad? – Se giró sorprendida, soltándose finalmente del abrazo pero aun así sin alejarse de su lado.

¡Sii! – Contestó Harumi emocionada.

Anda ven, te va a gustar el lugar pequeña flor – Douma la rodeo con su fuerte brazo por la cintura, comenzando a caminar hacia el restaurante sorpresa.

La noche en el distrito era muy linda, nevaba suavemente y aun así, las noches seguían siendo igual de movidas que siempre. Gente que al igual trabajaba, otros que salían de sus trabajos, familias paseando, todos disfrutando del bullicio y la compañía de sus seres queridos.

Aprovechando de la distracción y que los demás iban delante de ellos, Douma no dudó en darle una nalgada a la chica, riendo por su travesura.

¡Oi,Douma! – Ella le regaño divertida, planeando hacer exactamente lo mismo con éluna vez que estuviese distraído.

Él también rio y tan solo siguieron caminando. No tardaron mucho en llegar a donde el restaurante pues estaba realmente cerca, su mesa estaba reservada en un piso arriba lo cual les permitía mejor vista hacia el distrito y la brillante noche.

Azumi estaba muy sorprendida pues ese lugar era considerado de los lujosos y caros, simplemente esperaba que los chicos no hayan gastado mucho en eso.

Por otro lado, Douma se sentía fuera de lugar, nunca antes había estado frente a tantas personas y mucho menos conviviendo como uno más de ellos. Agradecía que Azumi no le tuviese miedo y que lo aceptara tal como es pero no dudaba que si las otras personas supiesen la verdad, correrían a ponerse a salvo inmediatamente.

Soltó un suspiro cabizbajo, sintiéndose incómodo.

Su incomodidad no pasó desapercibida pues la chica inmediatamente lo notó, lo abrazó y le sostuvo de las manos.

Tranquilo, aquí estoy contigo – Lo envolvió en sus brazos, sabiendo lo que Douma sentía en esos momentos.

Estoy aquí para ti – Susurró en su oído, acariciando su cabello suavemente.

Le respondió el abrazo sonriente, agradecido de tenerla ahí a su lado.

Gracias Azumi – Al igual le dijo en un susurro, besando su mejilla.

Ven, es hora de cenar – Ella jaló suavemente de su mano, guiándole a donde la mesa en la que ya estaban sentados los demás. 

"蓮の花 | Douma - Kimetsu No Yaiba  / Demon Slayer"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora