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En sus veintiséis años de vida nunca experimento algo que no fuese dolor y dificultades. La vida siempre se encargaba de joderlo de una forma u otra, haciéndolo pagar por los errores que otros habían cometido

Con tan solo nueve años conoció el dolor de perder a casi toda su familia, solo quedando consigo uno de sus pequeños hermanos del cual tubo que hacerse cargo

La sociedad era caritativa, si, pero solo era realmente decente con aquellos que estaban hechos para reinar sobre los demás, tanto el como su hermano eran los omegas de la familia, los únicos en toda la familia Limpus desde generaciones, y por el simple hecho de nacer siendo de una casta inferior la sociedad nunca les tendería la veracidad de la duda

Hades y Poseidon Limpus eran niños que tuvieron que enfrentar millones de dificultades para llegar donde estaban hoy en día

Hades el mayor de ambos, era, sin lugar a dudas un omega hermoso y codiciado por todo aquel que tubiese ojos y sentido del gusto. Aquella piel tan pálida y tersa, misma que, al ser tocada con la más mínima fuerza provocaba una marca, iris como dos piedras preciosas de un color púrpura tan intenso como un bosque en llamas y las pestañas tan largas y tupidas que protegían aquellas gemas tan hermosas y únicas eran solo algunos pequeños rasgos que podían apreciarse a simple vista

Poseidon el menor de ambos, tampoco se podía excluir puesto que su belleza era igualada a la de su hermano mayor, portando unos hermosos iris azules como un profundo mar que en cualquier instante estaría presentando una feroz turbulencia gracias a la feroz mirada que el joven siempre portaba. Labios carnosos y seductores de un tono rosa pastel adornaban aquel rostro esculpido por los dioses más talentosos de Grecia, dando la sensación que al probarlos estarías bebiendo directamente del codiciado néctar de la ambrosía, ho, y aquella piel de un tono tan blanquecino y sin ninguna imperfección que podría competir con la tela más fina del mundo solo era la deliciosa y tentadora sereza del pastel

Ambos omegas habían pasado por dificultades durante la mayor parte de su vida, más los mismos eran perseverantes y decididos en sus metas, apoyándose mutuamente sin dejar de ayudarse el uno al otro













La alarma sonó en la pequeña habitación despertando de manera forzosa al mayor de los tres inquilinos, mismo que con un gruñido tomó el fastidioso teléfono que había interrumpido su pasifico sueño

Unos minutos más y tubo que levantarse, teniendo cuidado de no despertar a los dos adolescentes que dormían profundamente a su lado

La vida era difícil pero al menos tenían un lugar donde vivir

Aquellas palabras eran repetidas en la mente de un joven de cabellos platinados cada mañana antes de empezar su propio infierno personal

Con pasos torpes, lentos y somnolientos el cuerpo delgado se encaminó hacia el baño de aquel pequeño departamento el cual a pesar de su mal estado tenía las condiciones necesarias para vivir

La habitación era pequeña poco más de unos cuantos metros cuadrados, pero para ellos era suficiente hasta que pudiesen permitirse algo mejor

El omega se observó en el espejo detenidamente, sus fieles ojeras, compañeras de muchas noches de desvelo y turnos dobles seguían ahí adornando aquel rostro bello pero algo demacrado y delgado, su piel igual de pálida que siempre se encontraba en las mismas condiciones más barias marcas de agujas se encontraban desplegadas a lo largo de la extencion de su cuello.

Hades no se preocupó por estas marcas ya que era algo sumamente normal despues de inyectar supresores de feromonas, algo que, obligatoriamente tenia que utilizar siempre

DOMINACYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora