Su día ciertamente no podía ser peor, primero que todo se entero que Poseidon había sido suspendido una semana por decirle sus verdades al patético profesor de Educación física, segundo, Hermes había sido internado en el hospital ya que casi había abortado al nuevo bebé que venía en camino, tercero, gracias al profesor Tesla supo que Beel se estaba saltando todas sus clases expeto las del omega croata y para finalizar su pésimo día estaba siendo amenazado por un arma en su lugar de trabajo. Aquello tenía que ser una borma, una muy pero muy mala broma. No conseguía entender como sus días siempre iban de mal en peor.
Observo como, desde la segunda planta vajaban a un omega pelirosado, Asmodeo al aprecer quería ahorcar a esos que lo estaban tocando, pero sus manos atadas y el prominente vientre que ahora si se notaba en todo esplendor gracias al top corto que usaba en ese momento, no ayudaban en nada su situación.
— ¿Donde están?
Pregunto uno de los hombres encapuchados, un alfa pudo decir, su contextura física y altura daban mucho que desear si no estubiesen en esta maldita situación.
—¿Para que quieres saber donde están Escaner, Emperador y los demás? Puedo ser un loco omega esquizofrénico con ataques y alta toxicidad con lo que es mío pero, nunca voy a traicionar a los míos, pudrete asqueroso bastardo
Río como todo el desquiciado que era mientras escupía la ropa del alfa más sercano a su persona. En esos momentos recordaba por que le caía también ese loco y salvaje omega que era por mucho, el mejor jefe que había tenido.
—Escuchame bien perra Inferno, te lo estoy pidiendo de forma agradable, el jefe nos ordeno no tocar a nadie en estado de gestación pero eso no significa que estés completamente a salvo hay empleados en este lugar ¿recuerdas? Se ve que no valoras tu vida pero ¿y la de ellos?
Aquel alfa hizo una seña que le erizo hasta los más finos nervios de la médula ósea, ¿porque todos le estaban mirando a el? A si, cierto, era el único omega del lugar además de Asmodeo, aunque bien fácilmente podría pasar por un alfa gracias a su entrenado físico.
—Ese chico alfa es bastante de tu tipo según los informes, seria un buen candidato para serle infiel a tu marido ¿no crees?
Tanto el como Asmodeo, se miraron con asco, ellos se llevaban a la perfección pero nunca, nunca de los nunca estaría con otro omega y al parecer Asmodeo pensaba exactamente lo mismo por la clara expresión que ni siquiera intentaba disimular.
—Escuchame bien pedaso de aborto fallido, puedes decir todo lo que quieras de mi persona, no me molesta pues los considero halagos, pero con mi alfa no te metas o soy capaz de arrancarte las pelotas con mis dientes
Gruño furioso el tercer hermano Inferno, enojar a Asmodeo no era algo ni remotamente recomendable, su genio era cambiante pero cuando se enojaba se volvía explosivo.
—Callate
Y un fuerte ruido sordo rodeó el lugar, la mejilla del omega de cabellos rosas había sido fuertemente golpeada dejando una roja marca en ella.
—¿Tu . . . Acabas de . . . Golpearme . . .?
Letra por letra siseo el omega en gestación, su expresión se volvía cada vez más y más oscura a medida que sus iris se avivaban cual brasas de fuego intenso fluyendo a través del magma de un volcán en erupción.
—Estas jodidamente muerto, estupido
Gruño nuevamente solo para agacharse y, en menos de lo que la mente del omega de cabellos color palta pudo procesar el lugar se encontraba en un completo campo se batalla.
Las balas volaban sin cuidado de un lugar a otro, mientras que el aroma a pólvora comenzaba a esparcirse y perjudicar su sensible sentido del olfato. El peliplatino gruño cuando fue tomado por el brazo, tensandose cual cuerda de violín en pleno centro del espectáculo.
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DOMINACY
FanfictionLas drogas, el alcohol y el fuerte aroma a sexo inundaba por completo aquel bar de mala muerte En la barra del lugar un joven de cabellos platinados tan hermosos como la más preciosa pieza de plata se encontraba atendiendo a miembros de la clientela...