Día 7 de 365.

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A punto de arder. Prendiendo el fuego del placer interno. Quiero hacerte gemir, morderte el labio inferior.
Besos de contrabando, traficando con tu cuerpo.
Pasaré el resto de mi vida en la cárcel de tus huesos. Que la lluvia cala, pero te moja tanto como yo, cariño.
Me encanta cuando me bailas y te desnudas poquito a poco.
Y mi piel, cuando me rozas, ya no siente las heridas del pasado. Tu saliva, cura mis rasguños y alimenta mi mono de ti.
Quiero tu droga, te quiero a ti.
Quiero follarte lento, besarte con ganas; sentirte libre, feliz y segura de ti misma.
Ver contigo atardeceres en sitios perdidos.
Perderme contigo y en ti.
Rozarte y que te quedes a milímetros de mi boca. Verte sentir el placer. Recorrer tus curvas y acelerar hasta derrapar por tu cintura y tu culo, arrancarte la ropa interior y contemplarte desnuda.
Porque no hay cosa que me ponga más que tenerte encima mientras me besas, me tocas todo el cuerpo y me haces un poquito menos mía y muy tuya.

Locura transitoria, todo tiene más color cuando te veo venir. Una heterocrómica que se quiere perder en el azul grisáceo de tus ojos convertidos en un mar embravecido, capaz de ahogarse por fundirse en ti. No quiero barcas ni chalecos salvavidas, quiero zambullirme en ti, entre tus piernas.

Me siento un kamikaze que se estrella en tu cuerpo, desatando la tercera guerra mundial en nuestra cama. Saciándome de tu carne. Siempre jugando con el fuego, te quemas tú, me quemo yo, somos combustión. Somos como una tormenta juntas, desatamos el caos y lo traemos a la Tierra.

Un rayo de esperanza en mi vida desastrosa, viniste arrasándolo todo, fundiendo mi corazón de hielo, haciéndolo arder.

Unirnos hasta hacernos sangre. Hacerte el amor cada noche en mi colchón. Dormir contigo hasta cansarme. Contemplarte dormir hasta que Morfeo me lleve a soñar contigo.

Todos nos tendrán celos, seremos libres, viajaremos por el mundo.
En Madrid, veremos el atardecer en Debod.
En Nueva York, nos perderemos por los bares.
Amaneceres en París.
Ver tu sonrisa en el Coliseo de Roma.
Sentirme completa entre las ruinas del Acrópolis.
Tirando muros en Berlín.
Inclinando Pissa para sentarte encima.
A la sombra de las Pirámides, en busca del agua de tus besos.
Tirar monedas a cualquier "Fontana" y seguir pidiéndote como deseo.
Verte bailar en una playa vigilada por un Cristo gigante.
Pasear de tu mano por el Albayzin.
Hacerte fotos por Mérida.

Verte tocar las nubes de felicidad.

Muchos lugares en los que quiero estar a tu lado, en los que me imagino junto a ti.
Nadie me llena tanto, ni me hace sentir así.

Sin miedos, con miles de planes. Tú y yo, los demás, están de más. Tú y yo, sin daños, sin prisas. Deteniendo el tiempo cuando nos besamos y corriendo(nos) cuando estamos juntas.

Por siempre tuya, por siempre mía.

365 poemas en los que olvidarte o saber de ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora