Capítulo 13: Compra

91 9 2
                                    

Ouyang ZiZhen llegó a su casa tranquilo. Había llegado mucho más tarde de lo que tenía planeado en realidad puesto que no tenía el permiso para ir a la salida, pero a sabiendas de la ausencia de su padre, no era que le importara demasiado.

Oh bueno, directamente no le importaba.

Ni siquiera tocó la puerta, sabiendo la soledad que inunda su casa, la abrió y entró, se aseguró de cerrar correctamente, dispuesto a ir a su cuarto a dormir después de comer cualquier cosa que se encontrara en el refrigerador, con tal de poder ignorar el sentimiento de decepción al saber que su padre no sabía una vez más donde estaba o iba.

Es algo en lo que pensó desde que sus amigos lo mencionaron.

—Veo que se te pasó la hora. ¿No, ZiZhen?

El señor Ouyang lo "observaba" de brazos cruzados, aunque sin tomarse la molestia de verlo hacia la puerta y asegurarse de que era su hijo el que entraba. Más bien, mantenía su vista en sus papeles que estaban en la mesa, posiblemente de trabajo.

Eso le sorprendió. No sabía si de manera agradable o disgustante, pero su padre estaba ahí, en casa, temprano. Ouyang ZiZhen se acomodó su mini mochila asegurándose de que no sea visible.

—¿Qué hace acá tan temprano? ¿El jefe no le dió más trabajo extra? —preguntó ZiZhen en tono seco. Se acercó a la mesa, pues escuchó en el silencio de su padre "da la cara y recibe tus consecuencias".

Era coincidencia que justamente su padre apareciera cuando él no quería hablar.

El señor Ouyang negó.— Aunque no lo creas, ese señor sí recompensa a los buenos trabajadores.

Ouyang ZiZhen miró de reojo los papeles regados por la mesa y comentó:— ¿Le dejó más trabajo pero para casa? Vaya...

Nuevamente el adulto negó.— Más que eso, es la oportunidad de un aumento de puesto y salario. Esto es importante.

—Mm. Ya veo —respondió distante y sin profundidad—. Entonces me voy, debe ser crucial ese trabajo para que diga eso.

El señor Ouyang se quitó los lentes. Negaba. Notoriamente tomó una pausa de su trabajo, dándole extraña atención a su hijo.

—Es importante, pero ZiZhen, hay que hablar. —Ouyang ZiZhen sólo alzó una ceja, más desinteresado que cualquier cosa— ¿Dónde estabas?

Ouyang ZiZhen interrumpió de inmediato:—Necesito ir a estudiar para mi examen. Si me disculpa.

El hijo se fue caminando rápido, al ver esto el padre se levantó siguiéndolo hasta su habitación, pues no escuchaba al señor diciéndole que se detuviera.

—¡ZiZhen! Ni se te ocurra cerrar la puerta en la cara.

No lo planeaba hacer. Sólo quería ir a su cuarto y acostarse. Pero ahora tenía que aparentar estudiar. Al menos debía estudiar un poco para el próximo examen, pues en los exámenes no se puede copiar tan fácilmente.

Se sentó en la silla de su escritorio, sacó un libro cualquiera y comenzó a leer.

—ZiZhen, deja de estudiar.

Ouyang ZiZhen hizo caso omiso, fingiendo que entendía las letras juntas de las páginas, aunque eran sólo eso, letras. Ni siquiera palabras, no comprendía en absoluto, ahora bien, al tener a su padre cerca, haría el papel de ser el niño amante del estudio.

Su padre le quitó el libro, logrando que su hijo volteara a verlo.

—¿Dónde estabas? —preguntó nuevamente. Su tono duro en su voz sólo hizo que Ouyang ZiZhen rodara los ojos.

Todo por mi padre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora