Capítulo 30: Cine

130 16 83
                                    

—¡Jin Ling, aquí! —Qin RuSong lo llamó en cuanto vió a Jin Ling a lo lejos.

Jin Ling le agradeció a su madre de haberlo llevado hasta el centro donde estaba el cine, señalando de paso al chico pequeño que lo saludaba, para que pudiera ver con quien estaría. Ella se fue y Jin Ling se acercó a Qin RuSong, saludándolo de forma más tranquila.

—Oye, ¿por qué siempre usas sudaderas? —preguntó con curiosidad y Jin Ling puso los ojos en blanco.

—¿Y tú desde cuándo eres más alto? —Según recordaba, apenas y el chico le llegaba a la nariz, ahora estaba un poco más alto. Miró hacia abajo, descubriendo sus tenis con gran plataforma. Bueno, eso lo explica. Aún así, no le llegaba a la frente—. Ya veo.

—¿Son geniales, no?

—Sigues siendo enano. —Jin Ling se rió al ver el ceño fruncido de Qin RuSong—. ¿Viniste sólo?

Qin RuSong negó—. No, mi A-Niang me trajo hace unos minutos. Pero se fue porque, bueno, trabajo.

—¿A ella no le preocupa con quién irías al cine como para checar? —En su caso, Jiang YanLi si le ordenó que le dijera de quién se trataba. En el camino, Jin Ling le contó que lo conoció en la cafetería y mantuvieron contacto. Lo cual, es verdad.

—Obviamente. Pero cuando le dije que es un amigo, ella se emocionó y me dejó venir. —Qin RuSong se encogió de hombros y empezó a caminar, Jin Ling rápido caminó para estar a lado de él, aunque tuviera que hacerlo lento, el chico tenía que hacer dos pasos para abarcar un paso de él—. No tuve que explicar mucho.

—Eso es muy deprimente. ¿Acaso no tienes amigos?

—Pff, claro que tengo. —Jin Ling alzó una ceja—. ¡Aparte de ti, si que tengo!

—Siento que debería dudar de eso. —Más que curiosidad, Jin Ling lo decía para burlarse y bromear con el chico—. ¿Te hiciste amigo de JingYi y por eso dices que tienes más amigos?

Qin RuSong se cruzó de brazos—. Antes de ustedes, tengo de amigo a mi vecino. ¡Así que sí tengo!

Jin Ling pudo haberse reído, pero la verdad le bajó un poco la energía saber que ese chico no era precisamente la persona con más amigos del mundo. Le recordó a la primaria, cuando él sólo tenía de amigo a Hada, y eso fue cuando su tío Meng se la dió de regalo cuando él tenía nueve años y Hada era una cachorra recién nacida.

Él asintió en silencio. Dejó que Qin RuSong le platicara de otras cosas triviales mientras lo guiaba al cine, dónde se formaron para comprar los boletos y las palomitas. Se dividieron para pagar, así sería justo. Aunque terminó cediendo y le compró algunos dulces y se los dió a Qin RuSong. Al salir de la sala de cine, Jin Ling podía decir que estaba satisfecho, aunque tendría que hacer mucho ejercicio por las palomitas.

Hablaron un poco de la película y después se fueron a un Starbucks, cada uno pidió lo que se le antojó en ese momento y se sentaron cerca de la entrada, en una mesa que está casi pegada a la pared de ventana. Y empezaron a platicar, conociéndose mejor.

—Osea que no llevas mucho en YiLing, que curioso —comentó Jin Ling, después de la breve explicación sobre la mudanza de Qin RuSong—. ¿Tenías amigos allá?

Qin RuSong se rió a secas—. Digamos que soy el tipo de persona que no atrae a la gente... por algunas cosas.

Jin Ling pudo comprender eso—. Entiendo...

Qin RuSong notó que la mirada de su primo se agachó viendo sólo la bebida. Él sonrió agradecido y aclaró:—Son cosas que pasaron en otro lugar. Lo que pasó en Las Vegas se queda en Las Vegas.

Todo por mi padre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora