Todo por mi padre.

Capítulo 39: Primo favorito

Jin Ling no esperaba que una graduación fuera tan incómodamente rara. Y no, no fue por el hecho de que iba como invitado de su primo que conoció por casualidad, ni porque tenía cerca a Qin Su y tenía preguntas en la punta de su lengua que mordía; tampoco por tener a Wei Yuan a lado, viéndolo constantemente, eso solo lo ponía de nervios; en todo caso, tal vez el atuendo formal que estaba usando lo hacía tener escalofríos de lo ajustado que era.

Pero no, nada de eso. Su mayor razón era que muchos estudiantes graduados, si tenían la oportunidad, miraban incómodos a Qin RuSong, como si fuera algún bicho raro que se puso en la mesa del banquete para ser aplastada con disgusto. Fue un sentimiento, cuanto menos decepcionante, que más de tres veces cachó a alguien viéndolo fijamente y él lo hubiera ahuyentado con la mirada.

Le encantaría saber la razón, pero en cuanto descubría eso y giraba casualmente a ver a Qin Su, ella lo miraba y solo sonreía, sabiendo lo que pensaba. Eso cree.

Fue algo complicado convencer a sus padres, siendo que no conocían bien a Qin RuSong, su permiso fue difícil de conseguir. Claro que, cuando ofreces ser la próxima Cenicienta de tu casa, las cosas se facilitan.

Ahora, estaba sentado entre Wei Yuan y Ouyang ZiZhen, mirando como Qin RuSong recibía su diploma para ser finalmente reconocido por graduarse con honores. Lo extraño, fue que, a la hora de aplaudir, ninguno de sus compañeros lo hizo, o si acaso, muy disimuladamente.

Frunció el ceño y miró a sus amigos, siendo que de los cuatro, solo Wei SiZhui parecía pasar eso desapercibido. Eso era tan extraño que Lan JingYi pudo notarlo. ¡Hasta el más idiota lo notó, y el inteligente como si nada!

Ouyang ZiZhen se inclinó para murmurar:—¿RuSong no es muy querido, verdad?

Lan JingYi le metió un codazo en las costillas, haciéndolo callar.

Jin Ling puso los ojos en blanco, pero se preguntaba algo similar.

La graduación estaba organizada por varias mesas en las que al menos dos familias compartían una, siendo ellos la excepción que se quedaron con una de las mesas más pequeñas y se mantuvieron al margen, solos.

Qin RuSong se acercó a ellos, siendo recibido por un abrazo apretado de su madre que lo felicitaba como la madre orgullosa que era, como si pedirle a Wei SiZhui que lo siguiera grabando con su celular no fuera prueba suficiente.

Después de unos minutos, Qin RuSong se acercó y abrazó a Jin Ling, sin llegar a apretar ni pegar tanto sus cuerpos, solo fue el gesto de abrazo suficiente para que Jin Ling se pusiera nervioso y le costara corresponder.

—No me gustan los abrazos, niño. —Y simplemente rodó sus ojos, aún si Qin RuSong se rió y sorteó un poco más esperando a que Jin Ling correspondiera, que al final, consiguió.

Ya después se sentó entre su madre y Ouyang ZiZhen y siguieron mirando la ceremonia continuar como si nada. Jin Ling observó como todos ellos estaban en silencio, viendo respetuosamente las demás entregas hasta que se acabara.

Jin Ling no quería estar nervioso, pero estar entre su tía y el chico que le gusta, no ayudaba en absoluto.

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—¿Qué tan recientes son las fotos? —preguntó Wen Qing, observando con detenimiento el celular de su sobrino.

Wei Yuan negó con su cabeza—. Son de ayer. —Y siguió mordiendo su pulgar, mirando con nerviosismo a su tía.

Wei WuXian de igual manera observó a la mujer, frunciendo el ceño cada vez que ella entrecerraba los ojos o deslizaba la imagen del celular—. ¿Cómo lo ves?