Capítulo 18: Nombre

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Al día siguiente, después de clases; Jin Ling y Wei Yuan se fueron a la casa del primero a hacer su tarea de ética. Jin Ling estaba muy feliz, por primera vez, ese chico que caminaba junto a él, iba a pisar su casa. 

El plan era simple: trabajar, aprovechar la tarde para pasar el rato, acompañar a Wei Yuan a su casa de regreso. Fin. 

Platicaron en el camino de temas sin importancia, pero que a Jin Ling le alegraba saber de los datos aleatorios que Wei Yuan le decía al relacionar una cosa con otra. Incluso, al ver algo en la calle, él lo mencionaba y le preguntaba otra cosa. Eso lo puso feliz. Aprovecharon para ir a una papelería a comprar la cartulina, así ya no debería haber pendientes.

Al llegar a su casa, aterrando a Jin Ling, su padre los recibió. —Buenas tardes, señor Jin. —Wei SiZhui saludó apenas Jin ZiXuan abrió la puerta. 

Ahora podía comprender de dónde Jin Ling heredó sus ojos dorados. Jin ZiXuan tenía el casi mismo color que Jin Ling, pero los ojos del hombre eran tirando a marrón, los del chico eran casi dorados y más brillantes.

Al menos eso pensaba Wei SiZhui. 

Su padre lo vió de cabeza a pies y pies a cabeza, sonrió ligeramente y asintió.— Buenas tardes, pasa. 

—Permiso. —Jin Ling estaba aliviado de que su padre no lo matara con la mirada. Pero tampoco sabía cuál era el significado de aquella sonrisa. No importa. Jin Ling siguió a Wei SiZhui y cerró la puerta. 

—Hola, A-Die. —Ahora él saludó. 

Jin ZiXuan volteó a verlo y sonrió más.— Hola, Ling-Er, ¿cómo te fue? —extendió su mano hasta la cabeza de Jin Ling y sacudió su cabello. 

—¡A-Die! —Jin Ling se rió avergonzado, pero no se quitó—. Me fue bien, un día normal. 

—De acuerdo. Bueno, los dejo hacer su trabajo, A-Li va a venir en una hora, creo. —Jin ZiXuan avisó, y se fue a sentar en el sillón a ver la televisión. 

—Bien, bien. —Jin Ling se giró hacia Wei SiZhui, notando que estaba parado, quieto y en silencio.— Pues vamos a mi habitación, ven, es por aquí. —Wei SiZhui sólo asintió y lo siguió. 

—¡Hey! ¿No prefieren hacerlo aquí en el comedor?

—¡Nos vemos, A-Die! —agarró la mano de Wei SiZhui y lo arrastró hasta su habitación, donde Hada estaba felizmente cómoda, acostada en su cama jugando con una pelota. Entró a saludarla, dejando su mochila en la cama para estar más cómodo y sin algún peso en su espalda.—¿Estabas esperando a que llegáramos? SiZhui... —volteó a ver la puerta, notó que él seguía de pie en la puerta.— SiZhui, ¿qué rayos haces ahí parado? 

—¿Mn? —Wei Yuan parpadeó unas cuantas veces de manera tierna e inocente, según Jin Ling.

Jin Ling suspiró. Se acercó a Wei Yuan y volvió a jalarlo para hacerlo entrar a su habitación y cerrar la puerta.— Puedes entrar. Dame tu mochila. 

En realidad el otro chico no le dió su mochila, pero Jin Ling se la quitó con facilidad para dejarla en su cama a lado de la suya.— Vaya, hola... —Hada ladró, acercándose a Wei Yuan para que él le acariciara la cabeza. Jin Ling sonrió al ver la escena.

—Le caes bien. 

—¿Mn? Eso creo. 

—A Hada no le cae bien muchas personas, debes ser especial para que te deje tocarla —señaló. Hada ladró, según Jin Ling, para confirmar lo que dijo—. Bueno, hay que hacer la cartulina esa. 

Wei Yuan asintió, estando de acuerdo. Se separó de la perra, para agarrar la cartulina y quedarse quieto al no saber dónde harían el trabajo. Vió a Jin Ling limpiando su escritorio, suponiendo que ahí sería, se acercó para ayudarlo.

Todo por mi padre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora