Chapter 2 <Sorry, Guy>.

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"Maybe, we were born for this fucking world".

~Narra Carl~

La señora Margarett conversa conmigo de temas interesantes hasta que pregunta por mi familia.

-No encuentro a mi padre, ni a mi hermana, y mi madre murió hace tiempo -contesto, conteniendo el dolor que llevo dentro.

-Lo siento, joven -observa el suelo -. Encontrarás a tu familia, ya verás. A tus seres queridos -suspira -.Mi esposo murió antes de que esto comenzara. Recuerdo que le encantaba el chocolate, ten esto -me entregó una lata de pudding -. Para tus días depresivos, superalo -y se alejó dejándome con la lata.

**

Dos semanas después de encontrar a este grupo, las provisiones se acabaron, por lo que tuvimos que salir del escondite por más.

Una discusión se desataba ya que Jack y Phoenix no estaban dispuestos a salir nuevamente al exterior en busca de alimento, y volver con las manos vacías. Wilson quería seguir con esta regla pero ellos se oponían, y el resto prefería buscar un nuevo lugar.

Permanezco en silencio esperando una respuesta concreta. Suspiro ¿Debería intervenir?.

Finalmente, se decide que partiríamos de aquella ferretería. Espero.

Realmente me he encariñado con estas personas. Podré decir que soy muy encariñable o que me encariño muy rápido, eso sí no soy tan estúpido para dejarme engañar. Me aproximo en busca de una buena arma, una metralladora. Cargo un par en mi mochila de mano junto con media botella de agua. Y termino, la ropa -que ya se encuentra en mi mochila-estaba limpia, pues traté de conservar la que llevo puesta para no necesitar lavarla. Cuelgo dicha mochila en mi hombro. Observo a Halley; tan bella como siempre. Phoenix; ruda, con sus mechas en la cara. Margarett; robusta y, no creo que se pueda decir más de ella, con su hijo Shawn el cuál es muy misterioso, a decir verdad parece inteligente y me recuerda a mi de pequeño. Jack; inexpresivo, se acomoda las botas. Wilson; viejo aburrido, aún así es buena persona.

Preparados para salir de aquella ferretería, con armas en mano, finalmente quitan los muebles que cerraban la puerta principal, y esta se abre. Entonces es cuando silenciosamente, caminamos por las desoladas calles de una ciudad, hasta que, los caminantes se hacen presentes al igual que mi adrenalina, de tanto tiempo estar encerrado, a pesar de que sólo han pasado dos semanas. Acomodo mi arma entre mis manos, pero Wilson da la señal de correr hacia un callejón.

Me extraña dicha orden pero aún así obedezco y me echo a correr, al igual que el resto del grupo.
Jack sube por una escalera deteriorada mientras que Wilson, Phoenix y yo disparamos hacia los caminantes que se acercaban, y Halley lanza cuchillos a las cabezas de estos para luego recogerlos.

Jack llega al final de la escalera, y el siguiente en subir es Shawn. Las balas escasean, los caminantes se acercan y el tiempo para escapar se termina.

-Suban -gritó Wilson al ver que no hay alternativa. Me aproximo hacia la escalera y subo rápidamente, seguido de Margarett, Halley y Phoenix.

-¿Que hacemos ahora? -pregunto observando nuestro alrededor. Nos encontramos en un bloque sin rejas, en el cuál se puede observar todo, ya que es demasiada altura. Permanecemos juntos, por miedo a caer, hasta que por último se escucha: -Salten -Y lanzan las armas al otro lado junto con las mochilas.

Jack es el primero en saltar los 2 metros de largo para llegar a una autopista con 3 metros de alto. Sin dudar lo sigo, cuento hasta tres y salto, sin mirar abajo. Llego al otro lado y Jack me recibe. Fuertemente me sostengo de su brazo y éste me sube bruscamente.

Me preparo para la siguiente persona: Phoenix. La rubia da pasos hacia atrás corre, salta y llega, sin ningún problema de saber que es delgada y que puede estirarse con facilidad.

De a uno van saltando. Con temor, sin temor pero lo hacen. Los caminantes abajo esperan hambrientos, la caída de alguno de nosotros.

-Salta -gritan todos a Margarett.

-Lo siento, no puedo -solloza.

-Mamá, por favor, salta -grita desesperado Shawn -. Eres lo único que me queda -la mujer lo piensa detenidamente, se observa a sí misma y luego nos dirige una mirada.

-Tu puedes -grita Halley dulcemente -. Nosotros estamos aquí.

Sin más, la señora obesa se prepara para su gran salto. Camina lentamente y como puede camina atrás, y se hecha a correr. Su pie izquierdo se desprende del piso con gran fuerza, pero no es suficiente. Sus brazos llegan a los nuestros, pero es imposible sostenerla, y más aún, subirla.

-Sueltenme -grita. Con el dolor en nuestros corazones cumplimos su pedido, y observamos su rostro de tristeza, voltea los ojos a ver a su hijo y luego cae.

-¡Mamá! -grita el pequeño Shawn. Indefenso, sin nadie a quién aferrarse, pues deberá acostumbrarse a esto.

**

La sabrosa rata asada inunda nuestras papilas gustativas. El fuego se consume lentamente y Jack arroja una rama del tamaño de la muñeca. En silencio, conmemoramos la muerte de Margarett. Shawn observa el fuego, y no se atreve a probar bocado del alimento que Wilson le ofrece.
Me levanto del frío y mojado suelo, camino a Shawn, quién se encuentra alejado de nuestra ronda con su espalda en un tronco.

-Shawn, deberías comer -me atrevo a decir rápidamente. No recibo respuesta alguna.

-Yo también he perdido a mi madre -pauso -. Pero lo peor, es que yo fui quien impidió que regresara -espeto, la voz se me entrecorta. El niño voltea a mirarme.

-La vida no se mide por lo que logras, Shawn, si no por los obstáculos que superas. Con el tiempo lo lograrás. Ahora come, quién sabe si mañana habrá rata asada otra vez -entrego el plato nuevamente, le doy unas palmadas en la espalda y me retiro, sin esperar respuesta, porque sé que él hará un esfuerzo para superarlo.

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¡Hola! Capítulo nuevo de BTP wii. Espero les guste y gracias por leer. Las ama muchote: yo.

Arigatooo
Sayonaraaa

Las amo **

Warning [BTP2] - c. g.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora