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Narra Colombia.

Y sí, lo a logrado mi gente.

Rusia paro el paso de china al notar mi cara de preocupación. Ellos comenzaron a discutir, Rusia se lo logro llevar a otro lado intentando calmarlo, pero él nunca se olvidó de mí, pues mi mano nunca la soltó y me arrastró con ellos.

-Deja que los dos hablen.

-Eso ni en sueños, él no va hablar con ese grandísimo idiota al menos que-

-China.-llame su atención.- hablaré con él...pero cálmate un poco ¿Si?

Me quiso matar en ese instante pero termino aceptando solo asintiendo con la cabeza, Rusia me indico dónde está en estos momentos.

Admito que tengo nervios, Argentina y yo nunca antes habíamos quedado en situaciones como estas, es increíble como las pequeñas discusiones de niños pasan a ésto.

De querer a Argentina termine a odiarlo un poco y de querer estar lejos de china termine queriendo estar con él. Está situaciones son complejas y lo peor es que trato de llevarlas con la mejor simplicidad del mundo para así no tener más estres conmigo.

Crucé el último pasillo, los dos nos miramos a el mismo tiempo y solo la fría brisa del lugar nos hacía compañía.

-Tratemos de arreglar ésto.-acomode mi postura y mantuve el contacto visual.- Me daré una oportunidad con el chino, que no te agrada ni de putas, pero ya que, es mi decisión.

Estoy emputado, si. Yo suspiré para no decir nada más, pero tengo que ser sincero con él.

-Te confieso que-

-Te pido disculpas.

Me interrumpió, sus ojos se clavaron en mi brazo y llevo sus dedos a el puente de su nariz.

-Perdoname, en serio...Lamento mucho haber reaccionado de esa forma tan brusca, pero tu decisión me sobresalto.

No dije nada ¿Porque decirlo? Después de todo tengo algo de culpa también.

-Yo lamento haberte roto el corazón.

Tragué saliva al decir eso...¿Es orgullo? Probablemente lo sea, aún me desagrada el echo de que discutimos por eso.

-¿Eso es todo?-me pregunto, yo lo mire inexpresivo y dije que si-ok, entonces quedamos así.

Se dió media vuelta caminando, pero paro su paso sin mirarme.

-Pero, eso no significa que yo te perdone a tí...

Sin más, me dejó sólo. La puertas de la mansión se abrieron de par en par y el solo se subió a el auto y se fué. Suspiré, no hay tranquila, pero por lo menos yo si lo disculpó a él.

Camine hacia donde estaba china y Rusia con una expresión calmada, ahora solo falta afrontar a la prensa que nos querrá inundar de preguntas mañana. El de cabello lacio me observó, estaba emputadicimo. Me preguntó a dónde fue el argentino pero yo ya estaba fastidiado con esa pregunta y la ignore, al notar mi indiferencia me siguió hasta afuera sin despedirnos de Rusia.

El trayecto hacia el hotel fué calmado, no me siento disgustado...Porque lo menos que me merezco es el perdón de argentina. Sin embargo, la vida sigue y en algún momento nos tendremos que perdonar sinceramente.

☆ Días después ★

Las personas nos rodeaban, los micrófonos casi se pegaban en mi cara, china no se movía dónde estaba y ningún periodista se atrevía a tocarlo y hablaba de lo más serenó....pero los de mis país... Jesucristo, no hay respeto.

𝑵𝒐 𝒍𝒐 𝒔𝒂𝒃𝒆𝒏 🇨🇴-🇨🇳 𝑪𝒐𝒎𝒑𝒍𝒆𝒕𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora