Llevábamos a otro chico a casa, Sebastián, un chico dos años menor que nosotros.
Era un viernes, la mamá de Sean traía unos panecillos que ella misma había horneado; nos invitó uno a todos. Sean devoro el suyo rápidamente, al igual que Dayanna y Sebastián. Por mi parte lo comía con calma, así que me sobraba bastante.- Dame más mamá- dijo como niño pequeño Sean.
- No sean, ya comiste bastante-
Él hizo un puchero. Mientras las mamás platicaban, le dije a Sean.
- ¿Quieres del mío?- le acerqué mi pan para que lo tomara.
Sean sonrió coqueto y mordió de mi pan (el cual aún yo sostenía), pestañeo un par de veces.
-¿Ustedes dos son ...?- no termino la oración Sebastián.
Ninguno de los dos dijo ni una palabra.😕😕😕😕😕😕😕😕😕😕😕😕
- Mi cabello está muy suave- dijo Sean.
- ¿Sí?- dijo Sebastián.
- Si mira toca-
Sebastián pasó su mano por la cabeza de Sean.
- Si está suave-
Entramos al auto, por obviedad yo me sentaba a lado de Sean. Incluso llegué a decirle a Dayanna que solo yo me podía sentar a lado de él.
Sean tomo mi mano y la llevo a su cabeza.
- Toca-
Mi mano acarició suavemente su cabello ondulado, en efecto este estaba muy suave.- Es suave- apenas dije.
Sean sonrió satisfecho.
Esos pequeños gestos hacían que me gustará. No sabía por qué lo hacía ¿En verdad le empezaba a gustar? Era como si yo estuviese cuidando una bella flor que nunca florecería.
Sean tenía bonitos gestos para después hablar de alguna chica que ya le interesaba o al revés. A veces solo quería gritarle" ¡¡Ya cállate!! ¡¡Me gustas, idiota!!" Pero era cobarde, aún lo soy
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Cayendo hacia ti
RomansaAnnie siempre soñó con un romance de cuento de hadas pero el problema es que le gusta Sean su ¿amigo? mmm no, es mas bien un conocido de la infancia. Annie nunca se a caracterizado por llamar la atención mas bien ella es todo lo contrario, es el tip...