Tiempo

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Llegue a una etapa nueva de mi vida, la última etapa escolar y aquella en donde tendría experiencias inolvidables, vaya que fueron inolvidables.

Pero empecemos por el principio de ello.

Al entrar mi mamá compartió la noticia con la mamá de Sean y fue todo lo que supimos el uno del otro.

Tiempo después me encontré con otro chico que me intereso.

"Quizá él sea el indicado, quizá él haga que me olvide completamente de Sean"

Pero para mi mala suerte ese chico no me veía más que una amiga, incluso me comparo con su prima que le caía superbién.

John era un chico como 5 años más grande que yo, estudio otra carrera aparte de la que actualmente estudiaba conmigo. Este chico cumplía estereotipos que tienen las niñas huecas, rubio, blanco, alto, atlético y además vivió un tiempo en Estados Unidos, pero era algo bobo y no hablo de lo intelectual sino en esa actitud inmadura.

Trate de acercarme tanto como pude, pero al saber que le recordaba a su prima decisión desistir.

Esa época fue inolvidable, vaya que lo fue.
Una de las peores épocas interpersonales que hicieron que dejara mis estudios y cayera en depresión. No tan mala como para no pararme de la cama, pero lo suficiente como para llorar todo el día sin razón.

Al menos eso dejó fuera a Sean de mi vida durante 7 meses.

Al rededor de un mes después decidí ir a otra universidad, ir al psicólogo, tener un nuevo comienzo. Y así era, nuevos amigos, nueva carrera, nueva yo.

Pero no paso mucho para que por alguna razón recordará a Sean y me llevara a la penosa acción de buscarlo en Facebook, ver que era de él y saber que tenía novia.

Lo que me llevó a un momento inestable, lo que también me llevó a hablar con Grace, sí, porque Grace se convirtió en mi mejor amiga.

A pesar de tantas veces que hable sobre él con ella, ella seguía escuchándome sin rechistar y claro diciéndome que quizá lo mejor era dejar el tema de buscarlo o mandarle invitación de Facebook y empezar a hablarle, tomar yo la iniciativa.

Y me volví a sentir tonta, inmadura, estúpida.
Tantos años y mi personaje no había tenido un desarrollo, seguía estancada.

Lo pensé, debo admitirlo, mi obsesión me estaba haciendo considerarlo pero me detuve.

Siguieron los meses, pero seguía bajo el agua, sin moverme hasta que apareció él.

Quién quizá no fue mi comienzo, pero estaba segura de que sí mi final. 

Cayendo hacia tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora