Danganronpa Kirigiri (Volumen 2)

Capítulo dos, parte dos

"Interferencia de radio... Este tipo de truco es usado en teatros, hospitales, lugares públicos, etc. para asegurar que los teléfonos reciban las mismas frecuencias que la estación base. Como las ondas de radio son invisibles, son casi imposibles de reconocer. Por tanto, restablecer una frecuencia normal queda descartado. Huh..." dijo el primer hombre, ajustando sus gafas de sol.

"¿Eso significa que los teléfonos móviles son inservibles?"

Estaba bien planeado. No puedes instalar algo como esto sin tenerlo hecho de antemano. El hombre con la gorra de béisbol se encogió de hombros. No podíamos contactar a la policía. El criminal nos tenía atrapados aquí y el juego ya había empezado. Tenía que tomar las riendas.

"¿Todos aquí teníais que participar en la subasta?" pregunté, mirando las caras de las personas presentes. Casi nadie se había presentado.

"Es cierto. Han llegado nuevas personas, pero no nos hemos presentado todavía" dijo el hombre con la pajarita. "Lo siento. Me llamo Yuzen Minase. Tengo 25 años y soy un emprendedor. Mis padres eran nobles dueños de una gran cantidad de tierras, pero ahora solo poseemos una parte. Construyo apartamentos en la ciudad. Vivo de ello y del dinero que me enviaron mis padres. También compro cosas en internet para luego revenderlas. Quería participar en esta gran subasta por esa razón. Un hombre con el que hice negocios me habló sobre ello y me invitó. Al principio pensaba que era muy extraño, pero al final sucumbí a mi curiosidad".

Este hombre era raro. Su historia era un poco inverosímil y no parecía un noble en absoluto. Su atuendo era muy extravagante, mas parecía realmente extraño en él. La pajarita le añadía un aspecto de payaso a su apariencia.

"Bueno, entonces ahora es el turno del hombre mayor".

"¡¿A quién estás llamando 'hombre mayor'?!" repondió Mitsuru Toyano'oh. "Soy Toyano'oh Seiunsai. Tengo 59 años y soy el mejor mago de este país".

"¿Un mago?"

"Soy el mago que puede escapar de cualquier cosa. Ya sea debajo del agua, bajo tierra, encerrado en una jaula o sujetado por amarres, ¡me libro de todo! Soy el mejor mago en esta categoría, y ninguno me supera. Mis trucos son como milagros y mis habilidades incluso se igualan a las del sublime Houdini".

"Si eres tan bueno, ¡¿por qué sigues aquí todavía?!" gritó alguien.

"¡Hay demasiadas personas!" respondió.

Parecía incluso más mayor que su verdadera edad. Puede haber sido su pelo largo y gris y su barba grisácea, pero parecía que tenía casi cien años. Pero aparentemente tenía solo 59 años. No es que realmente importe. Parecía muy orgulloso de sus acciones de todas formas.

"Perdone, pero el nombre que aparece en la carta es Mitsuru".

"Oh, ese es mi nombre real. Seiunsai es un nombre artístico".

Otro hombre dio un paso al frente. "Me llamo Aya Chage y tengo 42 años. Soy un buscador de lo oculto. Sé un poco sobre los misterios de este mundo".

Debajo de la gorra de béisbol que estaba llevando, parecía amable. Su estructura era normal y era un poco pequeño. No puedo decir que pareciera deportista, pero sí saludable.

"¿Por qué has venido a esta subasta?"

"No puedo decir mucho, pero vi un OVNI en el tejado de una vivienda una noche. Por supuesto, tomé fotos, no era la primera vez que había visto a uno. Pensé que debería enseñarlas a expertos, o venderlas en internet. Pero cuando miré hacia atrás, un hombre de negro apareció".

"¿Quién?"

"Era un hombre en un traje negro. Era el que agarró mi cámara y dio una invitación para esta subasta. Me comentó que podría conocer algunas cosas interesantes aquí. Entonces, desapareció mágicamente".

"¿Eso es lo que realmente pasó?" pregunté, un poco frustrada.

"Por extraño que parezca, es cierto" contestó Aya.

"Por cierto, ¿por qué estás vestido de esa manera?" Era el mayor misterio del momento.

"Bueno, es mi atuendo formal".

"Oh, vale..."

"¡Es mi turno ahora! Me llamo Meruko Mifune, tengo 42 años y soy una ex-súper chica. Vine aquí porque coleccionar tubos de aspiradora es mi hobby". Mifune parecía muy joven y pequeña. "Escuché que podía tener uno especial, así que vine aquí para conseguirlo". Parecía tener también una personalidad muy especial. La manera en la que hablaba y se comportaba la hacía ver más joven que yo.

"¿Una súper chica?"

"Es un término usado para personas con superpoderes". Mifune sonrió. "Cuando era pequeña, estaba comiendo pudín, y entonces mi cuchara se dobló de repente. Sucedió de nuevo con varias otras cucharas, e incluso lo he hecho en frente de los medios de comunicación. Me volví famosa por un tiempo, pero entonces la prensa se cansó de mí y me dejó sola".

"¿Todavía puedes doblar cucharas?" Estaba un poco curiosa.

Inclinó la cabeza hacia un lado, reflexiva, cuando su cara se iluminó de repente.

"¡Oh, parece que sí!"

"Así que, ¿puedes hacerlo?"

"Creo que sí". Mifune cogió una cuchara de su mochila. "Siempre tengo una conmigo para este tipo de ocasiones".

Mifune miró fijo al objeto con insistencia. "¡Este no es el momento para estremecerse!"

Froté mis pulgares, un poco incómoda. Su cara estaba tan seria...

"Vamos, Mifune..."

Nanamura y yo la miramos, aguantando la respiración. "¡No me rendiré!" Chilló, abriendo mucho sus ojos. Pero no había ningún cambio. "No puedo..."

Bajó los hombros. Como ella, estaba muy decepcionada.

"Bueno, soy el siguiente" dijo un hombre en traje con una voz calmada. Su apariencia pedía a gritos finura. Su pelo, hasta la estructura de su cuerpo, mostraba su sensatez y su inteligencia. A primera vista, podría decir que tenía algo que esconder. Tenía una gran arruga entre sus ojos.