Danganronpa Kirigiri (Volumen 2)

Capítulo tres, parte dos

¿Un asesino? ¿Por qué hay un retrato de un asesino en el hotel? Y sobre todo, ¡¿por qué es capaz de hablar?! ¿Quizás estoy soñando? O puede que...

"No es un retrato. Es un monitor LCD. Probablemente puesto para mostrar diferentes cosas" dice Suisei, quien había subido sin que nadie se diese cuenta. Su velocidad de acción era increíble.

"¿Qué está en la pantalla?" preguntó Yuzen.

"No entiendo tu pregunta, pero la imagen que ves es una animación proyectada y repetida una y otra vez. Por eso parece que está hablando".

"¡Wahh! ¡Es espeluznante!"

"No hay necesidad de estar asustado, porque he estado viendo muertos durante medio siglo y solo soy una imagen. Por cierto, parece que es hora de empezar la subasta".

Todo el mundo permaneció callado.

"Habéis esperado y esperado y esperado. Después de esperar tanto, finalmente es hora de comenzar".

"¿Quién eres en realidad?"

"Empecemos con una explicación" continuó hablando la pintura de Norman sin escucharnos. ¿Está el culpable manipulando todo esto detrás de la pantalla? "En este momento, todos los lugares han sido preparados para todos ustedes. ¿Por qué no os sentáis?"

La tez más blanca que la tiza, éramos incapaces de movernos. Todos nuestros sentidos estaban apagados; que algo tan loco y ridículo pueda suceder...

"Lo explicaré solo una vez, así que el que no escuche se arrepentirá de ello," dijo Norman. Nos sentamos adecuadamente en las sillas. El orden de los asientos estaba indicado por imágenes: Norman en la derecha, después estaba Uozumi, Kirigiri, yo, Seiunsai, Sae, Chage y Mifune. El que estaba al final de la mesa era Minase seguido por Shinsen y Suisei.

"Fue este genio asesino, Norman, quien reveló esta excitante y misteriosa subasta. ¡Saludad! Enviados los efectos de sonido".

Escucho el sonido de aplausos...

"¡Es el asesino muerto, y sin suerte, aplaudimos y aplaudimos! ¡Está completamente atrapado en el aire! Bueno, parece que ya se han realizado las presentaciones, así que hablemos sobre la próxima subasta".

Nos mantuvimos callados.

"Primero de todo, si tenéis dinero, ¿podéis ponerlo en la mesa? Esta subasta no acepta dinero real, ¡está prohibido!" explica Norman. Agarré mi cartera de mi bolsillo para comprobar su contenido. No hay mucho, no es que esperase encontrar miles de yenes. A mi lado, Kirigiri no sale con nada. Puse en la mesa lo poco que tenía como me dijeron. No puede tener nada en ella. Por cierto, había pagado el taxi, ¿pero no tiene nada de dinero ahora? Otros miembros ponían dinero uno después de otro en la mesa y Sae... "Mi dinero" suspiró Sae, pareciendo enferma.

"¿Qué es esto?" pregunté. Sae se puso encima de su dinero como si adorase un templo. "Es mi dinero, es mío... Puedo morir, me siento como si estuviera muerta. Quiero morir... Voy a morir".

"Vamos, te prestaré algo de dinero. Y has hecho lo que dije, así que eres una... ¿buena persona? Oops, acabo de pensar que... Me pregunto si hay una persona que todavía guarda dinero entre vosotros. Para estar seguros, chequearemos el cuerpo de nuestro vecino. Si no queréis ser tocados por chicos y chicas, por favor verificadlo entre vosotros. Os daré cinco minutos, así que hacedlo rápido".

Empezamos a levantarnos de nuestras sillas, mirándonos los unos a los otros. Nos dividimos en mujeres y hombres y empezamos a buscarnos.

"¡Espera, no! Yuzen está causando problemas. ¡No escondas el paquete que está en tus pantalones!"

"¡Hey, es un souvenir de mi abuela!"

"¡No es divertido si la subasta es arruinada por una violación de las reglas!"

Escuché de los chicos. Parecía haber alrededor de 500.000 billetes amontonados. Quizás este hombre era realmente un impostor... En cada examen físico, se confirmó que nadie tenía dinero. Me sentí casi culpable por ello.

"Ahora, podemos empezar por fin" dice Norman. Todavía no estaba acostumbrada a ver un retrato hablar. "Bueno, entonces, señora sirvienta, ¿podrías por favor recoger el dinero depositado en la mesa?" Uozumi hizo lo que Norman le ordenó. Sae realmente parecía como si se fuese a morir. Había alrededor de 4.000.000.000 euros, que Uozumi se llevó usando su delantal como bolsa.