U

948 76 19
                                    

Hola! Ali vuelve con el segundo capítulo!

En este cap se harán mención de algunas relaciones fuera de la OTP, no serán muy explícitas, pero para que no se lleven una sorpresa por si acaso y tampoco me maten ;u;

En fin! A leer!

~°*†*°~+~°*†*°~

«Parece como si estuvieran conectados, ¿no, amigo?»

«Sin duda, hermano. No puede haber otra explicación para que, por enésima ocasión, Ronaldo y Messi anoten la misma cantidad de goles en diferentes partidos esto debe...»


—¡Oye! ¡La estaba viendo, Leo!

—Sí y llegarás tarde al entrenamiento si no te apuras, Neymar.

El omega brasileño hizo un puchero, mas se levantó de su silla y abandonó el comedor en el que el equipo compartía la mesa tal y como el entrenador lo pedía.

El aroma frutal de Neymar no podía compararse con el de ese otro hombre que día con día se incrustaba en los más profundo de Lionel. Cuando se enfrentaban era una tarea titánica enfocar la atención en el balón. La cancha empequeñecía y el cosquilleo a la altura de la pelvis se volvía doloroso conforme el minutero cambiaba de dígito. Lo peor era cuando compartían entrevistas o atendían la gala para los Balones de Oro. Lionel se esforzaba al máximo de no emanar su aroma en un intento irrisorio de querer marcar a Cristiano, omega que le dedicaba miradas y sonrisas malévolas.

Para el argentino, era como estar frente a un incubo. Tanto tentador como traicionero. Y le fascinaba.

La electricidad que recorría su ser cuando se rozaban por casualidad, lo mantenía en un estado de alerta perpetuo. Ese lado codicioso de tener más, de tocar más, lo obligaban a alejarse pronto del delantero goleador. Sin embargo, en una ocasión no pudo contenerse.

Fue durante la fiesta que hubo después de una premiación, antes de la llegada de Neymar y Luis. Cristiano se había visto deslumbrante con el traje a la medida que resaltaba las caderas tentadoras y el torso firme. De no ser por su aroma suave, pudo haber pasado por un alfa hecho y derecho.

La velada había estado de lo más tranquila; aunque tensa para Lionel. Sus ojos a cada tanto buscaban la figura altiva del omega, siguiéndolo con detenimiento. La champaña la bebía a sorbos educados, pues no era muy fanático del alcohol, mucho menos por el entrenamiento que tendría al día siguiente. Lionel había tenido conversaciones triviales y sosas con tal de socializar, hasta que el reloj de pulsera marcó la hora en que podía retirarse sin verse grosero. Abandonó el lugar no sin antes pasar al tocador.

Cuando entró escuchó el eco de un gemido y los aromas mezclados de roble y... cítricos.

—¡Rooney!

Esa voz... ese tono.

El alfa en Lionel gruñó furioso, mostrando colmillos amenazantes.

Con fuerza cerró la puerta del baño, escuchó murmullos y el inconfundible sonido de ropas siendo acomodadas con prisa. Algunas maldiciones se oyeron junto con risillas y besos vulgares.

¿Interrumpo algo? —cuestionó en inglés con tono gélido.

Ahí, aprisionado contra los lavabos estaba Cristiano. El omega estaba sentado con las piernas abiertas acomodando al alfa Wayne entre ellas. El rubor en piel tostada, labios hinchados y el inconfundible aroma de lubricante, enervaron a Lionel.

Querido (des)conocido - [Cristessi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora