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Hola!

Ali viene a dejar este capítulo...

Solo les diré que se agarren bien porque las cosas se pondrán un poquito... sad(?)

A leer!

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Luego de declarar que se quedaría en la selección argentina a pesar de jugar en el extranjero, Messi recordó que en medio del alboroto olvidó el desplome de Ronaldo durante la Eurocopa. Tan centrado estaba en su situación que dejó pasar la oportunidad de reñir al delantero.

Si tan solo el tiempo y los entrenamientos no fueran tan crueles, habría podido hacerlo incluso en persona, pero los partidos se volvieron el pan de cada día. Al regresar al Barcelona, Neymar y Luis lo bombardearon con preguntas e intentaron tener una de esas noches que antes aceptaba con facilidad, pero el recuerdo de esa llamada con Ronaldo le impedía siquiera tocarlos a como esperaban. Lo bueno era que ambos respetaron la decisión (uno más a regañadientes que el otro) y se volvieron amigos cercanos. Solo eso.

¿Se salvó de los reencuentros con Ronaldo en la cancha? Para nada. En realidad, eran los que más esperaba. Le sorprendió el primero que tuvieron, pues no sintió nada fuera de lo normal. La tensión estaba ahí. Las ganas de reclamar a Cristiano en medio de un estadio eran las mismas de siempre; los gruñidos y miradas furiosas no habían cambiado. Entonces, ¿por qué se sintió inquieto? Había algo que no cuadraba. No eran los insultos, tampoco la forma regia en la que se movía Ronaldo. No, era como si la atención del jugador número siete del Portugal estuviera desvaneciéndose con cada segundo que pasaba.

El alfa en Lionel se negaba a perder la atención del delantero. Él debía de ser a quien mirasen esos ojos marrones; a él y a nadie más. En un acto imprudente y desesperado, luego de un gol, el argentino se retiró la camiseta, dejando a la vista un torso tonificado y perlado en sudor. Los gritos de los omegas asistentes no se hicieron esperar, pero Lionel solo quería «impresionar» a uno.

En cuanto hizo contacto visual con el objeto de su deseo supo que la había cagado. No había mejor palabra para describir la mirada colérica, propia de villanos de películas, que le fue siendo dirigida.

Debió imaginar que el hombre no se contendría en el siguiente encuentro.

De entre los defectos destacables de Cristiano estaba el rencor que se traducía en actos cuestionables o que generasen escándalos. Era como si amase ser a quien el mundo mirase desde abajo y lo tratase como de la realeza.

Aun así, Lionel no dejaba de encontrar atractivo a Ronaldo; podría decirse que hasta sentía algo más aunque no quería aceptarlo (aún no). No solamente él, sino que la gran mayoría de alfas deseaban hincar los colmillos sobre la glándula de apareamiento mientras anudaban al omega indómito. Y eso lo frustraba en demasía.

Por ello, no tomó bien que Cristiano decidiera tomar venganza y retirarse la camiseta luego de un gol glorioso. No luego del desastre ocasionado por tal acción: varios alfas estuvieron a punto de entrar en rutina pues el omega no solo estaba dejando a la vista piel inmaculada y bronceada, no, el muy hijo de puta estaba a días de entrar en celo. El aroma lo delató al instante y el partido tuvo que finalizarse con prontitud debido a los disturbios en las tribunas y que varios jugadores comenzasen a ceder a los instintos.

Lionel sentía la sangre arder bajo la piel, el corazón estaba por destrozarle los oídos, el pecho vibraba por el rugido contenido ante la idea de que otro alfa se acercase al perpetrador de una fechoría de la cual sería sancionado.

Querido (des)conocido - [Cristessi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora