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Hola! Ali está de vuelta con esta historia encargada por @CadiieMustang !

Muchas gracias, linda, por confiar en mi! Espero disfrutes de la lectura!

Cabe mencionar que no conozco mucho del fandom de la ship, por lo que tuve que investigar bastantito. Habrán cosas que quizás no sean precisas, pero es trabajo honesto ;u; Originalmente estaba pensado como OS y terminó como un fic de 18 capítulos. Al estar finalizado, se estará actualizando diariamente, okay?

Lean bien las advertencias puesto que es una historia madura y contiene cosillas que a algunos puede no agradarle. Si no alcanzaron a leerlo en el resumen de la historia, se las vuelvo a colocar aquí:

ADVERTENCIAS

-AU! Omegaverse

-Alfa! Lionel

-Omega! Cristiano

-Smut explícito

-Ciclos de celo y rutina

-Lenguaje despectivo

-Mención de relaciones pasadas

-Light BDSM

-Dom/Sub

-Marcado con aroma y semen

-Celos

-Comportamiento posesivo y territorial

-MPreg

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Era el 20 de abril del 2011 cuando en los vestuarios del Estadio Mestalla, uno de los dos equipos finalistas de la Copa del Rey temporada 2010-11 celebraba su triunfo. Los miembros del Real Madrid vitoreaban, gritaban de emoción al sostener el título y los alfas marcaban con su aroma a un sonriente Cristiano Ronaldo, la estrella del momento. El omega portugués de veintiséis años había logrado cabecear un gol en el tiempo extra, arrebatándole la victoria al Barcelona.

Cristiano amaba la euforia de una victoria. Las miradas amenazantes de alfas, betas y unos cuantos omegas del equipo contrario le hacían sonreír burlón. Pero nada se comparaba a las que recibió por parte del Barcelona, en especial de aquel alfa de no más de un metro setenta. Un hombrecillo sudamericano, de ojos y cabellera oscuros que no le quitó la mirada a lo largo de la premiación. El mismo que encontró andando fuera de los vestidores asignados al Real Madrid y que le acorraló contra la pared en un pasillo desolado.

Lionel Messi se llamaba el alfa. Rival jurado de Ronaldo desde aquel partido en el Estadio Olímpico de Roma cuando aún estaba en el Manchester.

El portugués se había enfrentado a muchos equipos para entonces, todos repletos de alfas arrogantes que le subestimaron de buenas a primeras. «¿Un omega? —decían los estúpidos entre risas— ¿Un omega es el as? Deben estar desesperados». Entonces Ronaldo les hacía sentir la desesperación en la cancha, les iba destruyendo poco a poco las esperanzas con cada gol anotado. No había piedad alguna y eso hacía más deliciosa la victoria. Sin embargo, nadie le advirtió que un alfa argentino de baja estatura le haría probar de su propia medicina. Lo que más le enervó no fue perder, sino saber que este joven de escasos veinte años le enfrentó de igual a igual.

Querido (des)conocido - [Cristessi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora