Trent
Juraría que volví a ver la primera reacción que tuvo cuando probó ese repugnante té.
—Esto sabe a vómito —necesitábamos que el té terminará de cerrar la herida, de lo contrario tardaría dos o tres semanas en hacerlo por sí sola.
—Te recuerdo que lo tomaste muy seguido.
—Sí, prácticamente tres veces por semana; pero aun no logro reconocer el sabor.
—¿A qué te refieres?
—Solo recuerdo que el sabor era repugnante, pero no recuerdo que lo fuera tanto. Es como sí fuese mi primera vez tomándolo.
—Quizás sea porque tus recuerdos aun no están bien ordenados.
—Puede ser. Aún no recuerdo muchas cosas de aqui; pero sí tengo memoría de los días que viví comiendo la comida podrida que encontraba en basureros.
—¿Cuáles basureros?
—Los que estaban en el escenario donde me colocaron, antes de ser enviado a La Zona.
—¿Te refieres al sitio basado en prejuicios?
—Supongo que sí —por el tono que usó imaginé que no iba a ser lindo hablar de ese lugar—. Tengo recuerdos muy claros de ese lugar.
—¿Te gustaría hablar de ellos?
—Sí eso me permite ignorar este asqueroso sabor —le dio un segundo trago al té— adelante.
—Está bien —y en cuanto dio el tercero supuse que estaba disponible a enfrentar su pasado—. Y cómo era ese lugar.
—Horrible.
—¿Tenías un hogar?
—No. Vivía en las calles.
—¿Eras de rechazados?
—¿A qué te refieres?
—Scott me mostró imágenes acerca de cómo eran esos lugares. Todos estaban basados en prejuicios y divididos en dos partes. Aceptados y Rechazados.
—Entonces supongo que me tocó el rechazo.
—¿Cúal era el prejuicio?
—Recursos económicos. Quienes no lograban obtener cierto nivel económico eran obligados a vivir en las calles y tener familias grandes.
—En todos los escenarios pasaba eso. La diferencia era el prejuicio.
—¿A ti qué te tocó?
—Digamos que me tenían prohibido leer,
—¿Hablas en serio?
—Me temo que sí.
—¿Cómo puede ser eso un prejuicio?
—Solo se refiere a los libros físicos. En ese escenario los miembros de la alta sociedad tenían prohibido leer libros físicos porque usábamos tablets y aparatos electrónicos que nos nutrían de información, pero también lastimaban nuestros ojos y constantemente veíamos anuncios. Los miembros rechazados eran quienes tenían derecho a leer libros físicos porque sus recursos no les permitían obtener lujos tecnológicos o adquirir lo que veían en los anuncios.
—¿Cómo qué anuncios?, acaso no tenían la opción de pagar a cambio de no verlos.
—Por supuesto que no, a qué clase de idiota se le ocurriría hacer que las personas paguen para no tener que ver los anuncios que les dan de comer.
—No lo sé, quizás Youtube.
—¿You... qué...?
—Olvidalo —Y al fin logré hacer que se riera un poco.
Tal vez mi escenario no era tan horrible, a comparación del suyo, pero al menos el que pudiera hablarle del mio lo ayudó a que dejará de pensar en lo que vivió.
—Y por cierto Ka... —Desafortunadamente una parte de mi aun no se sentía acostumbrada a tener que llamarlo por ese nuevo nombre.
—Dae-hyun —y él lo comprendía—, por favor. Llamame Dae-hyun
—Deberás lo siento —Tenía que acostumbrarme a ese nuevo nombre cada vez que mi mente me pedía llamarlo "Kai", pero hacerlo era imposible porque su rostro me hacía sentir que estaba con la misma persona pero su voz reflejaba cosas diferentes.
En vez de ser la alegría y el espíritu optimista que nos dirigía cada mañana ahora sus palabras sonaban lentas y serias, como si fuesen una combinación entre el miedo y la tristeza.
—Así que Dae-hyun, cierto.
—Sí.
—Es un nombre muy largo.
—Pero es muy especial.
—¿Ah sí, por qué?
—Significa "Grande y Honroso".
—¿En qué idioma?
—Coreano —y creo que por fin me iba a servir de algo haber visto demasiadas series coreanas mientras estaba en el refugio.
Él único modo en cómo lograría convencerlo de confiar en mí es sí él me permitía conocerlo mejor, por eso tuve que verme muy delicado al preguntarle cosas sobre su pasado, cuidando de no mencionar su anterior nombre. Así comprendí que Dae-hyun se sentía preocupado, aunque no sabía sí eso era por creer que algún día volvería a ver a Holly o por tratar de digerir el hecho de que todos los seres que conoció quizás ya no están aquí.
Scott me advirtió sobre lo que pasaría sí alguno de nosotros recuperaba sus recuerdos, porque tendrías en tu mente las imágenes de las personas que amaste y que quizás ahora ya no estén vivas, a menos de que las hayas visto en La Zona, lo cual es imposible.
Luego de tomar el té Dae-hyun se quedó viendo con delicadeza el termo que tenía grabado el número "3".
—Scott siempre cuidó de nosotros.
—Lo sé, él fue quien nos convenció de usar nombres.
—Y de mirar a otro lugar que no fuera el suelo.
—Que tiempos aquellos —ahora que ya no estaba triste Dae-hyun se mostró más curioso.
Se levantó del rincón y caminó hacia el lugar donde estaban las cosas de Holly. Tocó la manta, mochila y termo como sí nada, pero en cuanto tomó el cuchillo él le dedicó toda su atención.
Fue como verlo acariciar a un gatito.
Sus dedos gordos tocaban el número "18" mientras que su rostro permanecía perdido.
—Eso es de Holly.
—Lo sé.
—Qué tanto recuerdas de ella
—Todo —por el tono imaginé que ya no veía a Holly del mismo modo.
—¿Aún la amas?
—La verdad no lo sé —eso fue más que suficiente para saber una triste verdad.
Kai había muerto.
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EXPERIMENTOS Proyecto Revelación Libro 2
Science FictionNo leer sino hasta después de haber leido Proyecto Escape. Doce y Lex han sido capturados. La Zona descubrió que fue engañada. Y ahora todo depente de Trent Él debe de cumplir con el plan del Profesor Xavier, para poder volver a casa y recordar qu...