Doce
La imagen quedó plasmada en mi mente como una compañera que tuve hasta el momento de abrí los ojos...
—Veo que al fin despertaste —...y vi que no estaba solo.
Una vez más estábamos Benneth y yo.
Y su rostro volvió a ser el antes.
Un adulto con arrugas y marcas en la piel que me hacían dudar de lo había visto antes de cerrar los ojos.
—¿Y tuviste un lindo sueño?
—¿Qué?
—Te pregunté sí tuviste un lindo sueño —aunque esas no parecían sus palabras.
Benneth parecía curioso, incluso amable, muy diferente al tipo agresivo que solía torturarme cuando tenía la orden de hacerlo.
—¿Viste algo interésate? —no sabía lo que debía decir.
Era la primera vez que alguien me preguntaba por mis sueños.
Eso no tenía lógica.
Los sueños solo son proyecciones reflejadas por los deseos de mi subconsciente.
No significaban nada a menos de que alguien les diera valor.
—Vamos, Sujeto Doce. no vas a decirme lo que soñaste —se dirigió a mí, tomó de mi mano derecha y volvió a mirarme con esos ojos siniestros.
—Yo... —me sentí confundido —...no recuerdo haber soñado algo.
—¿En serio? —su pie aterrizó sobre el mío— porque sabes que no me gustan las mentiras.
Fue como sentir un el impacto de un asteroide sobre mis huesos.
Había despertado, pero seguía sin tener defensas.
—Te lo juro. No recuerdo haber soñado algo.
—¿De verdad me lo juras? porque tu rostro me dijo lo contrario.
—¿A qué te refieres?
—Mientras dormías hiciste gestos, eso pasa cuando alguien sueña algo que lo aturde. Así que será mejor para ti decirme la verdad —Y su pie volvió a aterrizar sobre el mío— Dime lo que viste en tu sueño.
—No vi nada. —y en su siguiente acto Benneth me golpeo la cara.
El único lugar donde sí tenía algunas defensas...
—¡Ahhhhh! —...más no las suficientes.
¡Benneth era demasiado fuerte!
—Por favor, Sujeto Doce. Solo tienes que decirme lo que soñaste.
—No lo recuerdo.
—Respuesta incorrecta —y volvió a golpearme.
Benneth estaba obsesionado.
Cada vez que respondía "no" me golpeaba porque no sabía mentir.
Ahora mi vida estaba en riesgo por culpa de mis sueños.
El último golpe que Benneth me brindó dejó mi mente en un estado de shock
Ya no sabía sí iría a resistir más pero mi ser aun tenía energía.
—Se nota que sabes guardar secretos
—No estoy guardando nada.
—Como quieras, solo te digo que no me molesta usar tu cabeza como saco de boxeo —y volvió a golpearme.
Este fue más doloroso.
Escupí sangre y perdí la cordura, pero luego sentí una sensación que me devolvió la energía.
Algo me estaba manteniendo activo y Benneth lo sabía.
—¿Qué te pasa?, ¿Acaso te asusta mi cara? —no me sentía con la fuerza necesaria para responderle— ¿Te gustaría que la cambié?
—¿Eh?
—Vamos, Sujeto Doce. No digas que te asustaste cuando cambié de cara.
—¿Cambiar?
—Así es —en un segundo lo que creí ver como una alucinación se volvió a repetir y esta vez sí tenía energía para verlo con claridad.
El rostro de Benneth rejuveneció y cambió sus rasgos.
Otra vez eran similares a los de Kai.
—¿Cómo hiciste eso?
—Es una habilidad que ronda en los miembros de mi especie.
—¿Tú especie?
—Así es, ¿o acaso crees que soy un asqueroso ser humano como tú? —y volvió a golpearme.
Ya no tenía más fuerzas para resistir.
Pero seguía sintiendo energía.
—Supongo que quieres dormir. Pues me es una lástima decirte que no puedes hacerlo, a menos de que yo lo permita —entonces comprendí todo.
—¿Qué?
—¿Acaso no lo notaste? —y volvió a golpearme— cada vez que tu cuerpo sufre daños pierdes energías, pero luego te recuperas.
Entonces lo comprendí.
—¡Tú! —y se rio— ¿Qué fue lo que me hiciste?
—Digamos que soy el que decide lo que pasará contigo—entonces recordé la droga— no solo puedo quitarte tus defensas, también controlo tus niveles energía y sí yo quiero puedo hacer que duermas.
Y volvió a golpearme.
Mi mente se sentía perdida, pero mi cuerpo no respondía a eso por culpa de la energía que Benneth le enviaba a mi cuerpo.
—¿Por qué me haces esto?
—Porque La Zona castiga a los desleales. Y tú te has portado muy mal.
—¿Portarme mal? ¡Ustedes me enviaron a esa Jungla!
—Hicimos lo que debíamos hacer.
—¡Borraron mis recuerdos!
—También se lo hicimos a los demás sujetos.
—¿Por qué?
—El pasado es un tiempo que no pertenece al presente.
—¡Pero eran mis recuerdos!
—Solo son momentos tontos que no necesitas recordar.
—¿Por qué?
—Porque no los necesitas, de la misma forma ella tampoco —la luz del cuarto se apagó dando paso a una segunda que se encendió delante de mí.
En esta se veía la figura de una chica atada y dormida.
—Supongo que recuerdas a la Sujeto Catorce —ella era a quien había vi en mis sueños.
¡Serenity!
—Miserable —y no podía moverme.
—Oh, con que tienes agallas, eso habla bien de ti.
—Por qué.
—Porque nos vamos a divertir mucho.
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EXPERIMENTOS Proyecto Revelación Libro 2
Science-FictionNo leer sino hasta después de haber leido Proyecto Escape. Doce y Lex han sido capturados. La Zona descubrió que fue engañada. Y ahora todo depente de Trent Él debe de cumplir con el plan del Profesor Xavier, para poder volver a casa y recordar qu...