Holly
Muchos dicen que una descarga de adrenalina puede ser capaz de salvar a cualquiera de la situación en que se encuentre, por tratarse de una simple dosis hormonal que quizás el cuerpo necesité en esa precisa situación; quién diría que en mi caso esa sensación solo me obligaría a abrir los ojos y ver que ya no me encontraba más en la cueva.
Lo último que recuerdo fue que antes de cerrar los ojos estaba recostada, sobre mi manta, junto con Kai y ahora me encontraba dentro de un cuarto que me hizo sentir como sí estuviese atrapada dentro de una pesadilla.
No podía creer lo que pasó.
La Zona me había capturado.
Ahora me encontraba sentada junto a una mesa metalica; a mi alrededor vi un par de camaras apuntando a mi rostro y una pared de color blanco, pero no había alguna puerta o guardia de seguridad, y todavía sentía la misma energía que me despertó, solo que ya no como una ligera descarga sino más bien se trataba de una fuerza mayor que invadía mi cuerpo esperando ser liberada y no podía hacerlo porque me era imposible moverme.
Me sentía como sí estuviese petrificada.
Cualquier intento que hiciera por moverme, hablar o siquiera cerrar los párpados era inutil.
Solamente era capaz de respirar y sentir el ardor de toda esa energía corriendo alrededor de mi cuerpo, convirtiéndome en una prisionera dentro de mi misma, sin tener al menos una pista de cómo había llegado ahí porque no recordaba nada de lo que pasó antes de que cerrara los ojos.
Solo el rostro de Kai sonriéndome...
—Ya era hora de que despertaras —...y no estaba sola—, Mi Querida Princesa.
Esa voz no sonaba como la de alguien a quien yo hubiese escuchado antes.
La tonalidad era femenina y poseía una cierta delicadeza, como sí se tratara de una mujer mayor, y por el modo en cómo sonaba no parecía provenir de algún micrófono, lo cual podría significar que esa persona debía de estar cerca.
Pero no podía verla porque este cuarto, a diferencia de los otros, no tenía los espejos blindados en las paredes, los cuales eran usados para proteger a quienes nos inspeccionaban en caso de que ocurriera alguna falla o emergencia en las pruebas. Ese pequeño detalle me ayudó a entender que esto no era un área de prueba sino más bien podía tratarse de un salón de clases o quizás alguna habitación recreativa.
Recuerdo que teníamos muchas de esas en La Zona, y siempre las amé porque se trataban de los lugares donde nos permitían estar como una recompensa, luego de haber pasado alguna prueba. Estaban repletos de juegos, libros, dibujos y películas sobre la historia de la tierra antes de que La Zona tomara el control del destino.
Pero aquí no había nada de eso.
Solo una pared blanca, la mesa de metal...
—Mmmm —... y yo sentada sin poder hablar o moverme.
—No es necesario que hagas esos intentos, Sujeto Dieciocho. Temo decirte que por el momento tú cuerpo no puede moverse debido a que aún no termina de reaccionar ante todas las sustancias que le hemos suministrado.
¿Pero qué mierda acaba de decir?
¿Acaso dijo sustancias?
El solo escuchar esa palabra me hizo sentir desesperada por saber lo que estaba pasando, o a lo menos recordar lo último que Kai me dijo antes de ser capturada; dudas que sólo alteraron mi mente, dándome una fuerte migraña que ahora le estaba haciendo compañía a la adrenalina que aún seguía corriendo dentro de mi cuerpo.
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EXPERIMENTOS Proyecto Revelación Libro 2
Science FictionNo leer sino hasta después de haber leido Proyecto Escape. Doce y Lex han sido capturados. La Zona descubrió que fue engañada. Y ahora todo depente de Trent Él debe de cumplir con el plan del Profesor Xavier, para poder volver a casa y recordar qu...