Papá Lixie _ChanLix_

09

Y tal como Felix pensaba, Changbin se lo contó a Hyunjin, Hyunjin a Seungmin y Seungmin a Minho.

Félix le dijo muy bien "pero no le vayas a decir a nadie porque sino no volveré a contarte nada"

¡E incluso hizo la promesa de garrita!

Pero en su defensa, tenía seis años, no sabía guardar secretos.

Su Changbin diablillo interno era más fuerte que su voluntad.

Por eso se había comido los dulces de Jeongin y había roto la maceta favorita de su tío Chan.

Travieso, sí.

Pero Changbin debía admitir que su Changbin angelito interno no tenía ideas tan brillantes como las tenía su Changbin diablito interno.

Y desde que le contaron a Minho, su tío Chan ha estado queriéndole llamar a Félix pero es retenido por Hyunjin y Minho.

Diciéndole, "mejor invitalo a  una cita".

Pff, jamás entendería a que se referían.

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Se supone que en una cita no llevas a tus "hijos", pero no tenía dónde dejar al chaparrito y a Jeongin.

Y en realidad no podía entender porqué las niñeras que habían tenido salían huyendo.

Siendo que Jeongin y Changbin no eran tan traviesos...

¡Changbin!

Jugué con mis manos nervioso, pensando en qué no quería arruinar lo que sea que tenga con Fefi.

Y éso implicaba decirle a Seungmin y a Hyunjin que estaban sentados en una mesa casi escondida, que lo mejor sería que enfrentará mi cita solo.

¡Pero no podía!

¡Juro haberlo intentado!

Al menos me quedaría tranquilo sabiendo que Changbin ya tenía su futuro amorcito.

Debía admitirlo, Han y Changbin tenían una bonita conexión siendo apenas unos niños.

Me asusté al ver la hora y tres mensajes sin abrir de Félix.

Inmediatamente abrí su chat.

Lixie🐥:
Channie, llegaré un poquito tarde porque no quiero llegar con la camisa del trabajo, pero en cinco minutos llegó.

Me alivie y suspiré el aire contenido que guardaba.

—Tío Chaaaan, ¿¿y Lixie?? –Preguntó el impaciente Changbin.

Hice una mueca, me daban ganas de ir a dejarlo a dejar en la mesa de Hyunjin y Seungmin para que se callará, pero éso no era posible porque podría llegar Félix en cualquier momento y darse cuenta de que en realidad no podía ir a mi cita solo.

Pronto, y tal como lo pensé, llegó Félix casi corriendo hacia la mesa.

Vaya, se veía realmente lindo con todo lo que se pusiera.

Llevaba un vestuario muy casual pero adorable. Consistía en unos jeans negros y un suéter amarillo con un pollito en el centro.

—Perdón por la tardanza, pero me parecía muy feo traer la camiseta del trabajo a nuestra cita –Soltó poniéndose totalmente rojo mientras se sentaba frente a nosotros.

Changbin hizo un puchero del aburrimiento.

Y no lo mal entiendan, ama ver a Lixie pero éste en éste momento no le estaba poniendo atención por estar mirando a su feo tío Chan.

¡Que injusto!

Pero en fin, que al cabo que aún tenía a JiSung esperándolo en la mesa de Hyunjin y Seungminnie.

Claro, Seungminnie porque a él lo amaba más.

Suspiró recargandose en la mesa, miró a Jeongin, quién estaba muy concentrado mordiéndose el pie.

Quizás estaba saladito.., porque recuerda haberselo mordido también hace una semana y sabía saladito.

Incluso le echó azúcar, ¡y nada! Seguía saladito.

—Tío Chaaaaan, ¿Podemos ir a la mesa que ordenaste para Hyunjin y Seungmin? Es que quiero ir a ver a JiSunggie –Preguntó Changbin, sacando de la burbuja a Chan y a Félix.

Chan enrojeció inmediatamente.

—C-claro, Cha-ang –Tartamudeó apenado, Felix sonrío por ello.

—Tranquilo, voltea disimuladamente, la chica de cabello negro que te mira con ojos entrecerrados es mi amiga, tampoco sabía venir solo –Confesó Felix, dejando sin palabras a Chan.

Ambos rieron tímidamente, tomando el menú de la pizzería.

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—¿Cómo te fue? –Preguntó Minho, yendo a acostarse en la cama de Chan apenas abrió la puerta con su llave.

Por qué sí, corrió cuando Chan trató de quitársela.

Al final le permitió tenerla y ahora visitaba a Chan en los desayunos, cenas y hasta para ir a tapar su baño.

Riendo malvadamente cuando salía de éste.

Ya podía imaginarse a Chan tapándose la nariz para poder entrar a limpiar su propio baño.

—¡ACEPTO SALIR PARA UNA SEGUNDA CITA! –Gritó eufórico Chan desde la cocina, sacando de la ensoñación a Minho.

Minho se sorprendió, no por éso sino por qué abrió su cajonera encontrando unas esposas y libros de cocina.

¿Qué veía?

¿Chan quería aprender a cocinar?

Le pediría unas clases cuando aprenda.

Se negaba a leer ésos gordos libros de cocina que leería su mejor amigo.

—Ahora debes pensar en cómo le vas a pedir ser tu novio y en qué número de cita –Contestó Minho, saliendo de su habitación y subiendo las escaleras para molestar un ratito al chaparrito.