Epilogo 1/2

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La vida siempre nos tiene sorpresas guardadas, siempre he pensado que el destino tiene su final escrito aunque tome varias rutas para llegar a el.

Había tenido una buena vida, grandes alegrías, compañeros de vida pero sobre todo un verdadero amor y me sentía afortunada por eso, sabía que muchas personas morían sin conocer un verdadero amor que te hiciera revolotear mariposas en el estómago.

Pero el destino siempre tiene la última palabra sobre nosotros y a mi me faltaba una lección para aprender.

Nunca me había quejado de mi niñez, siempre con nanas y mis padres de viaje, Jos buscó cariño en las mujeres mientras que yo me refugie de cualquier persona, ocultando mis sentimientos, Jos y yo ni siquiera nos empeñábamos en recordar a nuestros padres, siempre estuvieron de viaje y para ellos tan sólo éramos un vago recuerdo o tal vez su obra de caridad, mandando nos dinero para sobrevivir y dándonos lujos para sustituir su ausencia de amor.

Siempre me propuse que al tener mis hijos no los dejaría solos, siempre los apoyaría y estaría ahí para ellos, nunca tomé el ejemplo de mis padres por que siempre supe que nunca nos quisieron.

Me levanté alarmada cuando escuché mi teléfono sonar a mitad de la noche, estaba en mi cuarto durmiendo pacíficamente una vez que Jos y yo habíamos terminado de abrazarnos.

- Bueno?- hablé descolgando el teléfono y viendo que era un número desconocido

- Señorita ____ Canela?- una voz de hombre sonó tras la bocina mientras yo me sentaba sobre mi cama y prendía la lámpara de a lado.

- Si, quien habla?- me tallé mis ojos mientras se acostumbraban a la luz y oí unos pasos acercarse a mi puerta para ver segundos después la cara confusa y somnolienta de Jos, hice un ademán para decirle que estaba al teléfono y él asintió mientras se acercaba a sentarse en la orilla de la cama

- Soy el Teniente Robles de la Marina señorita Canela, le hablo desde América para decirle que hemos encontrado el barco perteneciente a sus padres cerca de las costas de el Golfo, lamentó informarle que había dos cuerpos sin vida abordo y han sido identificados como sus padres- sabía que todo el color de mi cara se había ido, dejé el teléfono caer sobre la cama mientras Jos me veía asustado, me abalancé sobré él y sollocé en su pecho llenado su torso de lágrimas.

- O..ojito, que pa..pasa nena, me estas asustando- notaba su voz temblar mientras me consolaba atrayendo su mano a mi costado

- Están muertos Jos, nuestros padres murieron- sollocé más fuerte y sentí como el entraba en un estado de shock ya que no se movía y sus músculos estaban tenzos

- No...no ____ ellos no!!- gritó histérico y ahora fue mi turno de abrazarlo para calmarlo, tal vez nunca nos dieron amor o se preocuparon más haya de el dinero por nosotros pero en el fondo teníamos sentimientos por ellos, ellos nuestros padres, los dos seres que nos había dado la vida y que me habían dado a una de las personas que más amaba, mi hermano y tal vez nunca nos dimos cuenta de estos sentimientos hasta ahora, pero ya era demasiado tarde, estaban muertos.

***
Dolió? Sí demasiado, enterrarlos y hacerles un funeral fue lo más duro de el mundo, nunca me puse a pensar en esto y menos cuando apenas pensaba en ellos, que irónico uno nunca piensa en la muerte aunque sabemos que es inevitable, ver a las dos personas que te dieron la vida dentro de una caja es algo devastador, nunca vi a las personas de mi alrededor excepto a el único que comprendió mi dolor, Jos, él y yo nos mantuvimos juntos en todo momento, cuando vimos sus cuerpos sin vida y hasta que lloramos sobre sus tumbas, me maldije mentalmente por no haberlos buscado y pasar más tiempo juntos cuando estaban vivos, besé la última rosa que puse sobre la tierra antes de que los enterraran como sí los hubiera besado a ellos y abrasé aquella fría lápida tan fuerte como sí los sintiera a ellos.

Y hasta ese instante me di cuenta que ya estaba sola, no recordaba las personas que me había dado el pésame, no recordaba haberme vestido de negro o llegar hasta el sementerio, me había perdido en mi propio dolor todo este tiempo y había sido como una máquina en automático hasta que alguien pido puso su maní sobre mi hombro y era la última que esperaba ver.

- Que hace usted aquí?- escuché mi propia voz rasposa por tantos sollozos al hablarle al padre de mi novio

- Los perdonaste?- fueron las únicas palabras que salieron de su boca pero al ver que no comprendía a que me refería siguió hablando

- A tus padres...por haberte abandonado tanto tiempo-

- Sabe, ellos nunca se preocuparon verdaderamente por mi, pensaron que con dinero podían llenar el amor que siempre me faltó, apenas venían de vez en cuando para saber si vivíamos aún o eso es lo que yo pensaba- saqué una hoja doblada de mi vestido y se la di con una media sonrisa y lágrimas resbalando de mi mejilla
...

Cuando terminó de leerla me la dió de nuevo y pude ver que estaba llorando al igual que yo

- Es de ellos?- preguntó y yo asentí mordiendo mi labio para no sollozar más

- Sabes? Hace tres días cuando me dijiste todo eso fuera de la casa, me abriste los ojos, toqué fondo como tu me dijiste... vi el daño que provoqué a mi alrededor y estoy arrepentido, pero hoy, cuando te vi llorando así en esta tumba me partiste el corazón, antes de esto quería alejarme de mi familia, dejarlo todo así, dejarlos ser feliz como viven pero ahora quiero recuperarlo quiero ver a una familia reunida, no quiero morir sólo ____- lo abrasé por intuición y lloré en su hombro

- Nunca es tarde- alcé mis ojos y pude ver que Alonso estaba enfrente de mi, me paré y lo abracé lo más fuerte que pude

- Te amo- susurró en mi oído

- Yo más - le planté un suave beso sobre sus labios sintiendo el alivio recorrer mi cuerpo

Y ahora estaba segura de mis sentimientos, a quien amo y siempre amaré era a él, cuando lo vi desde mi ventana cargando esas cajas y corrí escaleras abajo para saludarlo, cuando por primera vez sentí las mariposas tocar mi estómago con sus besos pero sobre todo ahora que me demostraba que nuestro amor lo iba a poder superar todo.

Pero este sólo era el inicio , el inicio a mi destino juntó a Alonso, llenó de felicidad y amor, tal vez me ha iba desviado un poco de mi destino pero al final llegué a mi luz, por que él era eso la luz al final de este túnel por que esperaba ver siempre esos hermosos ojos al despertarme todos los días de mi vida y que fueran lo último que vería cuando muriera.

- Amor, se que este no es el mejor momento pero odió ver tus ojos tan apagados y llenos de lágrimas, quiero que recuerdes este día por algo que te saqué una sonrisa- vi como sacaba algo de su traje negro y poco a paco se iba arrodillando

- ____ Canela, eres las mujer que he esperado toda mi vida, la que me ha sacado risas y lágrimas, quiero ver esa sonrisa cada día de mi vida... ____ quieres ser mi esposa?- mis lágrimas volvieron a salir pero esta vez era de felicidad, lleve mis manos a la boca y sentí para despega tirarme a sus brazos

- Te amo- dije cuando me puso el anillo de matrimonio

- Yo también la amo... Señora Villalpando-

Gemelos Villalpando (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora