Emociones humanas

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Disclaimer: Los personajes y la historia no son míos. Los personajes son de Rumiko Takahashi y la historia es de Wolf Blossom, yo únicamente traduzco.

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—Oh, Kag... —Korari dejó caer el plato de comida que tenía en la mano cuando vio a su hija ante ella... con un aspecto completamente diferente.

—Hola, mamá. —Kagome sonrió mientras miraba a su madre.

—Kagome, ¿qué te pasó? —preguntó Korari mientras caminaba sobre los trozos de cristal, yendo directamente hacia su hija. Korari tocó el pelo azul plateado de Kagome, sus labios permanentemente rojos como la sangre, sus largas garras, sus peludas orejas de perro.

—Te lo dije —dijo Inuyasha en el lenguaje inu-youkai.

—Cállate —contestó Kagome en japonés.

—¿Qué pasó, Kagome? —dijo Korari más seriamente.

—Bueno, verás... eh... sabes que soy una miko, ¿no?

—Sí...

—Bueno, hay diferentes tipos. Yo soy una miko purificadora, Kaede-baba-chan es una miko de las hierbas, Kikyo era una miko guardiana y hay otro tipo llamado miko de los deseos. Le dije a Inuyasha que dejaría de hacer exámenes si fuera un inu-hanyou, me lo tomó literalmente. Encontramos a una miko de los deseos e Inuyasha deseó exactamente lo que dije.

Korari miró a Inuyasha antes de estallar en carcajadas. Kagome e Inuyasha bajaron las orejas al oír su risa, el grito de Jii-chan y a Souta bajando por las escaleras dando saltos.

—Cuántos sonidos, y no me extraña que odies mi época, cuántos olores —masculló Kagome.

—Vaya, gracias por entenderlo —masculló Inuyasha.

—Entonces, Kagome, ¿ahora eres un inu-hanyou? —preguntó Korari para confirmarlo.

—Hai, mamá...

—¡Guay! ¿También voy a tener nietos hanyou?

Inuyasha y Kagome se sonrojaron muchísimo. Ambos recordaron que la época de apareamiento era en dos semanas y, bueno... ¿nietos?

—¡Mamá! —dijo Kagome entre dientes.

—Vale, tomaos vuestro tiempo. Pero tendrán las orejas, ¿hai? Es decir, la madre y el padre tienen las orejas, sólo tiene sentido que los bebés tengan las orejas. —Korari sonrió.

—¡MAMÁ! —se quejó Kagome.

—Estoy de broma. Bueno, sigues siendo mi Kagome sin importar cuál sea tu apariencia.

Inuyasha tembló cuando oyó a Korari decir mi Kagome.

¡Ella es MÍA!, pensó.

—¡Nee-chan! ¡Inu-onii-chan! —gritó Souta mientras bajaba corriendo por las escaleras.

—¿Souta? —dijo Kagome tímidamente.

—¿QQQQUÉ TE PASÓ? —preguntó Souta mientras se detenía en seco.

—Ahora soy un inu-hanyou —dijo Kagome en voz baja.

Souta frunció el ceño mientras daba una vuelta alrededor de Kagome, le tocó el pelo, vio sus garras y Kagome le dejó incluso que le tocara las orejas.

—¿Eres tan fuerte como Inuyasha? —preguntó Souta.

—Aún no...

—¿Puedes correr rápido y saltar alto? —preguntó Souta.

La hanyou, el hanyouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora