Neteyam estaba sentado en la arena, era muy temprano en la mañana, el eclipse todavía no había salido, la noche anterior los guerreros se quedaron celebrando así que a esa hora, todos estaban dormidos, en ese momento escuchó unos pasos detrás de el.
—¿Ao'nung que haces aquí a esta hora?— dijo Neteyam al ver al metkayina.
— Siempre vengo a esta hora para entrenar— contesto el joven metkayina— ¿Que haces tu aquí?
— Estaba esperando ver el eclipse de la mañana, me siento un poco inquieto sobre algunas cosas— dijo Neteyam mirando a Ao'nung que se sentaba a su lado.
—¿Que cosas?— pregunto curioso para aguantar un poco la respiración— Olvídalo eso no me importa mucho.
— Si eres extraño— se burló Neteyam volviendo a su cara sería.
—Neteyam, ¿No se te hace extraño que hablemos con tanta facilidad?— dijo Ao'nung para reflejar un poco de inseguridad a lo que Neteyam se dió cuenta.
— A veces, es tan fácil decir algunas cosas en frente a mis padres, pero contigo es diferente, no puedo evitar hablar sobre lo que me molesta— dijo Neteyam para ver hacia el horizonte.
— Es extraño— dijo por lo bajo Ao'nung— Eres diferente a lo que aparentas frente a los demás.
—¿A qué te refieres?— pregunto Neteyam un poco perdido— Tu eres el más extraño aquí.
— Me refiero a que tienes una mirada triste cuando estás solo, y cuando estamos todos sonríes como si todo estuviera bien— comento el metkayina viendo a Neteyam.
—¿Es tan obvio?— pregunto bajando la mirada a sus pies— Extraño mi hogar, pero no digas nada por favor.
— No te preocupes tu secreto está a salvó conmigo— dijo Ao'nung para ver cómo Neteyam le sonreía, eso hizo que su corazón diera un vuelco.
Ao'nung no sabía cómo actuar en ese momento con esa dulce sonrisa que le dió Neteyam, o así el lo veía, miro la arena nervioso, no entendía que le pasaba, así que trataria de alejarse un poco del joven omatikaya, no podía seguir así, pensar en los momentos cuando hablaban, se reían los dos nada más, tenian conversaciones de como podían sentirse, lo hicieron experimentar algo diferente.
— ¿Quieres entrenar?— pregunto Ao'nung para dejar ese tema de lado, estaba muy nervioso.
— Claro, está bien— dijo Neteyam para levantarse y empezar a entrenar con Ao'nung.
Neteyam no entendía porque al ver a Ao'nung sentía en su corazón como en su mente que podía confiar en él joven metkayina, al verle cuando quería hablar sus palabras solo salían, y se comprendían de cierta manera, gracias a sus charlas no sentía tanta presión por parte de la responsabilidad de cuidar a sus hermanos por ser el hermano mayor.
Al pasar de los días, Neteyam se reía cada vez más con sus hermanos, había bajado la guardia con respecto a los demás Na'vis gracias a las palabras que compartía con Ao'nung antes del eclipse, su hermano por su lado había mejorado mucho en montar los Ilu, nadar, respirar y ya no hacía el tonto tratando de impresionar en cada momento a Tsireya. Todo parecía estar en paz y yendo por buen rumbo.
Una mañana Kiri estaba con su cara sumergida en el agua, esperaba a que los peces nadaran hasta su nariz y o que una almejita saliera de la arena, sonreía al ver a los pequeños pecesitos posarse en su nariz y esperando a que salieran las almejas, en eso ella escucho pasos a sus espaldas, a través del agua vio la sombra de alguien detrás suyo, decidió sacar su rostro del agua.
— ¿Que?— pregunto ella con una sonrisa, al ver a Ao'nung su felicidad se borró.
— Si es rara— se escuchó de uno de los chicos de metkayina.
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Diferentes [Ao'nung x Neteyam]
Ciencia Ficción"Eres de un pueblo diferente, eres del bosque, y yo soy del mar, pero como la sangre que fluye en nuestros cuerpos el agua siempre está con nosotros, fluye a través de todo, igual que la vida y el destino, el mar lo conecta todo como tú estas conect...