Capítulo 40 ( Final )

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Un año después


— Papá para que nos estamos alistando.

— Pues vamos a salir a pasear.

— A dónde — habló emocionada la niña.

— A visitar a unas amigas de tu papá.

— Quiénes — se emocionó más.

— Shinoa y Mitsuba — respondió Gekkoin mientras terminaba de alistar a su hija — abrieron una heladería y nos invitaron a ver qué tal.

— Eso es genial — empezó a dar brincos.

— Verdad que si Umiko.

— ¿Ustedes ya están listos? — apareció Yoichi con el niño en brazos.

— Si, ya estamos.

— Bien entonces voy a terminar de preparar el biberón de Izumi y salimos.

Salió el omega en dirección a la cocina.

— Significa que vamos a ver al tío Yuu también.

— No, el no va a estar, el tiene un asunto muy importante que atender.

— Que asunto — pregunto muy curiosa Umiko.

— Pues, fue a encontrase con el amor de su vida — respondió con simpleza.

— Osea con la tía Shinoa, ella es su destinado, así que a ido a encontrarse con ella ya que es el amor de su vida.

— Es cierto que es su destinado, pero ella no es el amor de su vida, es otra persona.

— ¿En serio?

— Si, el es tan llamativo, radiante, deslumbrante y su belleza parece irreal, es muy lindo, incluso es más lindo que muchos omegas.

— ¿Es más lindo que papi?

— Que buena pregunta Umiko — apareció por detrás el castaño — ¿Es más lindo que yo?

— ¡Ah! Yoichi desde cuándo estas ahí, bueno eso es... — se estaba poniendo nervioso.

Yoichi rió al verlo.

— Está bien, también me pareció muy lindo Mika cuando lo ví por primera vez.

— ¿Puedo conocer a ese chico Mika, algún día?

— Claro que sí hija, un día lo conocerás.

— Bueno dejemos de hablar de ellos no, mejor vámonos que se nos va a ser tarde.

— Si, vamos.

Salieron de la casa y caminaron para tomar el metro, una vez que llegaron a su parada se dirigieron a su destino. Llegaron a la heladería y entraron.

Ya habían bastantes personas sentadas y comiendo.

— Vaya creo que llegamos a tiempo — comento el alfa.

— Así parece.

A lo lejos vieron a Kimizuki que estaba en una mesa, le saludaron de mano, al final hablaron y pudieron llevarse bien a pesar de todo.

— Llegaron por fin — los recibió Shinoa.

— Una disculpa por la tardanza.

— No pasa nada, vengan que tengo un sitio para ustedes.

La siguieron y se sentaron dónde les indico.

— Hola chicos — llegó Mitsuba.

— Tía Shinoa, tía Mitsuba cómo están.

Omegaverse  YuuMikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora