"Te quiero"

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Tres días, tres días desde que [t/n] no había salido de la cama, su mente divagaba, tantas preguntas pero no había respuesta.

Sus hermanas, la misión, Alejandro, Foggoa y König.

Aquel maldito Austrico estaba más en su mente que cualquier otra cosa.

— ¿Por que no sale de mi cabeza? - Se pregunto mientras se removió entre las sábanas.

La puerta de la habitación se abrió y miró a Dawn entrar, tenía la comida de la chica y le sonrió. [t/n] solo soltó un suspiro y se levantó como pudo de la cama, sentándose mientras estiraba su cuerpo.

— [t/n], se que esto ha sido difícil, pero por favor, come algo. Me parte el corazón verte así. - Dijo mientras que se sentaba al lado de ella.

— Lo siento. - Susurro tomando la bandeja con comida.

— Por lo menos pudiste haber hablado con Vargas, esta muy preocupado por ti. - Dijo en un tono bajo. Aquellas palabras bastaron para que [t/n] comenzará a sollozar y Foggoa tomara la bandeja poniéndola en el escritorio y la tomara para abrazarla. — Está bien, esta bien, aquí estoy. Estamos preocupados por ti, te queremos [t/n].

— Lo siento. - Dijo entre llanto. — No quiero que nadie se sienta mal por mi, me siento como una basura. ¿Por qué ellas? No debió ser así, yo tuve que cuidarlas. - Dijo mientras temblaba.

— Yo se, se que no es justo, prometo que esa gente pagará muy caro por lo que hizo, Alejandro no los dejara libres, desde que llegaste iluminaste su vida y la mía, [t/n] eres nuestro rayito de sol, incluso el teniente Ghost ríe de manera sincera y no por los chistes malos de Soap. - Eso hizo carcajear a [t/n]. — Eso es, te ves más linda así, riendo. - Dijo mientras le daba un beso en la frente a la chica. — Si comes aumentarás más de peso, y tus puntos podrán sanar mejor, lo único que quiero es que estés sana.

El corazón de [t/n] se hizo pequeño, tenía tantos sentimientos encontrados en aquella base, todos la trataban como una niña pequeña e indefensa, Foggoa y Alejandro la trataban como su hija, aquello la hacía sentir mal, no quería remplazar los recuerdos de su familia con militares que la apreciaban.

— Muchas gracias... - Susurro mientras se alejaba un poco de Dawn. — Creó... Creo que hoy comeré en la cafetería. - Dijo en un susurro mientras que en el rostro de Foggoa se formaba una sonrisa.

— Bien linda, vístete, yo te ayudo a tender tu cama. - Dijo en una sonrisa.

Sin nada más que decir [t/n] asintió y tomó una de las pantaloneras grises de dos tallas más grandes que le habían regalado, y otra camisa que era cuatro tallas más grandes de las que ella era. Dawn no le permitía verse a un espejo, era por su salud mental, estaba deteriorada físicamente; Y si bien había ganado más peso, aún no era el adecuado ya que sus puntos seguían abriéndose.

Al terminar de cambiarse salió del pequeño baño que Dawn tenía, ya que por ser la capitana del ala médica tenía acceso a su propia habitación, aún que no era lo más de lujo, un cuarto grande con mesa de noche, un baño sin ducha, una mesa para comer, un microondas y un lavadero de cocina.

Cuando [t/n] llego a la vida de Foggoa, esta se pudo compadecer de la chica, de inmediato pidió que quitaran aquella cama full size de su habitación y pusieran dos camas individuales y un escritorio extra, Foggoa quería que [t/n] se sintiera en confianza con ella, y lo había logrado.

Después de que [t/n] saliera del baño y Foggoa cambiará sus vendajes, cada quien salió de la habitación y fue a su destino, Foggoa al ala médica y [t/n] a la cafetería, tenía la esperanza de al menos encontrar a uno de los amigos de Alejandro.

PTSD [König x fem!reader] +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora