Lo siento.

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En todo el trayecto a su base el grandulón no dejaba de abrazar a [t/n], no le importaba que la chica lo hubiese vomitado tres veces, simplemente quería seguir abrazándola, no entendía bien lo que pasaba peor se le había roto el corazón al verla tan indefensa.

— ¿De verdad la vamos a llevar con nosotros? - Pregunto aquel hombre con peinado un poco punketo

— Si, esta en shock, ahora siéntate y cállate, Soap - Dijo Alejandro de manera borde.

Se acercó un poco a donde estaba la chica que seguía sollozando mientras estaba dormida y abrazaba la manta.

— ¿Cómo sigue, König? - Pregunto el mexicano

— Sigue llorando - Dijo esté en un susurro mientras acariciaba un poco los mechones de la [—]

— ¿Qué fue lo qué pasó exactamente? - Pregunto un moreno captando la atención de Alejandro

— No soy doctor ni una mierda parecida, Gaz, pero vio a sus hermanitas pequeñas morir... - Su corazón se hizo pequeño — Tuvo que vivir tanta mierda en ese lugar, ni siquiera sabemos cuánto tiempo tiene ahí, pero lo que estoy seguro es que no fue fácil estar ahí y tener que cuidar y proteger a dos niñas pequeñas - Dijo carraspeando para no llorar

El silencio reino en aquel avión, al parecer el tema de niños involucrados en trata de blancos era bastante serio y sensible para todos ahí.

En transcurso del viaje siguió, König trataba de no hacer ruido o moverse para despertar a aquella chica, le había costado tanto dormirse que incluso lo había hecho llorando, y aún así dormida las lágrimas salían de los ojos de esta.

Unas horas después [t/n] abrió un poco los ojos con dificultad mientras miraba a aquel hombre que la sostenía con fuerza, su cuerpo se tenso y trato de alejarse alarmada de él. König la vio y aflojo su agarra mientras veía a la chica.

Unos preciosos ojos color celeste, su mirada era cansada e imponente, pero no le transmitía terror, le transmitía ternura a la [—].

Alejandro se acercó rápidamente a la chica y le dio una media sonrisa, quería transmitirle seguridad.

— ¿Estas bien? Respira, estamos aquí para salvarte - Al escuchar eso apreto aquella manta entre sus manos, quería volver a llorar pero no tenía las lagrimas suficientes, su cuerpo estaba deshidratado y muy delgado por la falta de comida, se podían ver las costillas de esta. — ¿Cuál es tu nombre? ¿Lo recuerdas? - Esta asintió mientras abría un poco sus secos y partidos labios

— [t-t/n] - Susurro de manera baja ya que estaba afónica de tanto gritar y llorar

Bien, hay algunas preguntas que te queremos hacer pero primero tienes que estar bien - Dijo Alejando con una voz suave

[t/n] Se acurrucó aún más entre los brazos de aquel fuerte e imponente hombre que la sujetaba y apretó con fuerza la manta.

"¿Qué voy a hacer sin ellas?" Se pregunto mientras comenzaba a sollozar en silencio una vez más.

No duró más de diez minutos cuando se volvió a dormir, era lo único que había hecho en el viaje, dormir, despertar y llorar para volver a dormir; la mayoría de personas en aquel avión veían con pena a la chica, estaba destrozada y ninguno quería estar en la posición de ella. Aunque ellos viesen de todo, cosas así los hacían sentir una presión en el pecho y un nudo en la garganta.

Un par de horas pasaron y había llegado a su destino, König seguía cargando en la misma posición a la chica, como si de una princesa se tratase. La llevo a la enfermería para que pudieran revisarla. Después de hacer eso el fue directamente a las duchas, estaba lleno de sudor, sangre y vomito.

PTSD [König x fem!reader] +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora