PTSD [König x fem!reader] +18

Niñero enamorado.

La puerta de la enfermería se abrió de golpe, era Alejandro, aquel Mexicano estaba que echaba fuego, estaba más que furioso y por como había aventado la puerta de la enfermería se notaba.

— ¿¡Donde está ese cabron!? - Gritó mientras entraba en la enfermería. — Voy a llenar de plomo su puta mandíbula cuando lo vea. - Dijo mientras acomodaba su cabello de manera desesperada.

En cuanto vio a [t/n] recostada en la camilla mientras que König estaba sentado mirándola con aquellos ojos de cachorro rápidamente se acercó a esta y la abrazo con cuidado.

— Ay mi chula, ¿Te duele mucho? ¿Quien fue ese hijo de perra? - Pregunto mientras sostenía con delicadeza las mejillas de [t/n] viéndola a los ojos.

— Ale, estoy bien, König cuido de mi en lo que Foggoa venia. - Dijo con una sonrisa mientras una de sus manos estaba reposada en sus puntos.

Alejandro miro a König con aquella expresión seria que tenía la mayoría del tiempo, unos segundos pasaron y soltó una sonrisa palmeando con un poco de fuerza amistosa uno de los hombros del Austriaco haciendo que este se pusiera rígido.

— Gracias por se tan dulce con mi princesa, después de todo no eres tan mal chico. Ahora, ¿Donde está ese cabron? - Pregunto mientras su sonrisa se iba.

König soltó un suspiro y apuntó para su lado trasero. Alejandro soltó un gruñido mientras su sangre hervía, sacó su Glock 17 revisando su cartucho mientras se acercaba a la otra camilla. A pasos pesados llego a la camilla y abrió la cortina viendo a un soldado recostado, tenía algunos dedos vendados al igual que la nariz; [t/n] le había roto dos dedos y la nariz, tenía bastante fuerza.

— A ver, pinche chamaco hijo de tu puta madre. - Dijo apuntándole con la glock en la frente haciendo que se exaltara. — Nombre y rango, rápido sino quieres que te llene de plomo.

— S-Señor, y-yo, yo... - Trago saliva cuando escucho que Alejandro quitaba el seguro de su arma. — J-Jacob Carter.  - Susurro.

Alejandro soltó su arma y tomo dos dedos de la mano sana de este y los tiro hacia atrás; un simple ruido de algo rompiéndose se escucho, Alejandro había roto los dedos del soldado haciéndolo gemir de dolor.

— A mi no me gustan las papas en la boca. - Dijo en un gruñido.

— ¡Jacob Carter, soldado francotirador en proceso! - Dijo temblando entre jadeos por el dolor.

— Pues no más, cabron. - Dijo en un susurro grave. — Lastimaste lo que yo amo, yo también lastimare lo que amas, te haré sufrir el triple. - Dijo mientras guardaba su pistola y sacaba su navaja jugando con esta. — Quiero una lista de todos los cabrones que participaron, y con que me enteré de que falta uno... - Este tomó una pausa y enterró varias veces la navaja en las piernas del chico haciéndolo gemir aún más del dolor. — Te dejare la otra pierna peor. ¿¡Entendiste!?

— ¡S-Si señor! - Gritó casi afónico por el dolor agudo.

— ¡Y empezando desde este momento eres un simple cadete! - Dijo mientras sacaba con fuerza su navaja de la rodilla del ahora recluta.

Al decir eso solo cerró la cortina y se dirigió con pasos pesados a König y a [t/n]; la chica tembló un poco al ver la ropa de Vargas con manchas de sangre.

— Si molesta sólo búscame. - Dijo mirando a König con la voz sería mientras el Austríaco solo asentía sosteniendo la mano de [t/n].

Al ver eso Ale bajo la mirada, sus ojos fulminantes mirando directamente aquellos ojos celestes de cachorrito que tenía König. El Austríaco rápidamente alejó la mano y soltó un suspiro.