La noche en la que todo comenzó

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31 de octubre de 1981.

Hasta esa noche la vida de aquella beba de apenas un año y dos meses cambiaria para siempre.

Esa noche, Aurora y Marit Allen se encontraban en casa de los Allen, en el pueblo de Cartmel, ubicado en Cumbria, Inglaterra. Esperaban a Sirius para festejar el ducentésimo aniversario del pueblo. Todo el pueblo se juntaría en la casa central, residencia fundada por los primeros Allen, en 1781, donde, desde siempre, se celebraban todas las festividades relacionadas a los origines y tradiciones del pueblo. Las familias llevaban sus mejores manjares para compartir con los demás, bailaban, cantaban y disfrutaban otro aniversario más como una bella comunidad.

Ese año no sería diferente. Los Allen esperaban, junto a su hija y su nieta, al faltante para partir a la fiesta.

Fuera había un clima hermoso. La noche regalaba un clima templada, haciendo que sea placentero para todos.

Ya casi comienza la celebración y no hay señales de Canuto – comenta Marit saliendo de la cocina y caminando hasta la sala de estar principal donde sus padres e hija esperaban para partir.

Papá – balbuceo la pequeña quien estaba sentada en el regazo de su abuela mientras jugaba con los collares de la misma.

Si, papá – dijo su abuela mientras le sonría con ojos divertidos a su nieta. Poso su mirada en su hija – Puedes volver a llamar a Lily, el teléfono muggle está sobre el mueble de la entrada.

Marit suspiro y se encamino al teléfono. No sabía que estaba pasando y nadie respondía a sus patronus. Sabía que Sirius esta tarde iría a la casa de los Potter por el cumpleaños del pequeño Harry. Ella había pasado por la mañana sabiendo que, en la noche, tendría que ayudar a sus padres con los preparativos para la fiesta. Además, que Rora debía dormir la siesta si querían que dure para la foto del pueblo.

Sentía el ambiente pesado. Había estado luchando semana tras semana con la Orden del Fénix contra el ejercito del señor tenebroso. Aurora paso mucho tiempo con Clara Biley, su madrina, y sus abuelos. No quería que este mucho tiempo en su hogar por temor a que fuera atacada. Aunque esto su hogar nunca fue atacado debido a la lejanía del pueblo.

La ultima vez que hablo con su esposo fue antes de que partiera al hogar de sus padres donde confirmaban el horario de salida para la celebración. Ni el, ni James o Lily respondían ninguno de sus mensajes ni nada, y ya la tenia preocupada.

Llamando por tercera vez al hogar Potter escucho un estruendo en la sala y de inmediato corrió para saber la causa.

Un Remus Lupin sostenido de sus rodillas respiraba agitadamente. Estaba con sus ropas aún más destruidas que lo usual, si eso era posible.

Remus ¿Qué sucede? – pregunta levantándose de su asiento Edward Allen cuando vio al mejor amigo de su hija en ese estado.

Remus intentaba decir algo, pero lo único que salía de su boca eran tartajeos.

Algo andaba mal, fue lo que pensó Marit apenas vio el estado de su amigo. Tenía los ojos rojos, apunto de llorar, y su mirada. La mirada de Remus fue directo hacia su mejor amiga.

Tristeza, confusión, perdida.

¿Qué sucede Remus? – se acercó rápidamente Marit al muchacho - ¿Qué paso? ¿Dónde esta Sirius? – lo bombardeo con preguntas rápidamente y necesitando una respuesta.

Lupin tomo varios respiros antes de hablar con voz ronca por las ganas de llorar – Alguien los delato – respiro profundamente una vez más antes de continuar – Alguien delato el paradero de Lily y James. Los at...los atacaron Riri – dijo rompiendo en llanto frente a la familia.

Koi No Yokan - Aurora Black AllenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora