—Ah... más rápido —soltó entre gemidos la mayor.
Chaeyoung introducía su índice y dedo medio en la feminidad de Jennie, con su anular realizaba movimientos rápidos en el clitoris de la misma, mientras que con su otra mano masajeaba uno de sus pechos y su boca se encargaba de succionar el otro, eran demasiado perfectos para los suaves roces que daba Chaeyoung con su lengua.
Jennie gemía en desesperación debido a tanto placer que se le estaba dando en distintas partes de su cuerpo, y cómo no, si la rubia además de verse extremadamente caliente haciendo eso, sabía lo que hacía.
A los ojos de Chaeyoung, Jennie se veía tan sexy así. Pequeñas gotas de sudor recorriendo la parte lateral de su rostro, su cabello desordenándose al moverse al compás de los dedos de la rubia, sus labios ligeramente tintados de un tono rojizo por la acción de morderlos cuando Chaeyoung tocaba su punto. Si Jennie ya de por sí era sexy, justo ahora ella lo lucía mil veces más.
Chaeyoung succionó de nuevo la zona de sus pezones y la mayor volvió a morder su labio inferior. Tuvo que abandonar esa tan erógena zona para concentrarse en el movimiento de sus dígitos. La rubia dio vuelta a sus dedos dentro de la morena, impulsándolos hacia arriba y curvándolos un poco para tocar con más insistencia su punto dulce.
Las embestidas con sus dedos se hicieron más rápidas y Jennie ya no soportaba más, así que con unos cuantos movimientos más, la morena se encontraba arqueando su espalda, junto con su vientre contrayéndose para expulsar todos sus fluidos a la menor, quien gustosa sacó sus dedos lubricados con ese líquido viscoso y primero introdujo uno a su boca y el otro fue para Jennie.
Luego de probarse, ambas cayeron rendidas en la cama, una al lado de la otra. Rosé subió su pierna derecha encima del cuerpo de Jennie, posicionó su cabeza bajo el cuello de la misma y tomó la sábana para que ambas pudieran taparse. La morena acarició suavemente su muslo por debajo de la tela.
—Jenn... —habló luego de unos minutos la rubia.
—¿Mmh?
—¿E-enserio tienes juguetes? —su pregunta la avergonzó, así que solo cerró sus ojos.
Jennie soltó una risita ante la actitud tierna de la menor y asintió, volteando su rostro para verla.
—Sí —decidió responder al verla con los ojos cerrados—, y realmente me encantaría usarlos contigo.
—¿Y con quién los usabas entonces? ¿Tú misma?
Jennie volvió a reír y cerró sus ojos. Chaeyoung al notar que la mayor no respondía, abrió los suyos.
—Llegué a utilizarlos con... algunas amigas de la universidad —apretó sus labios ahora con nerviosismo y siguió hablando—. Y sí, también los usé yo misma una que otra vez.
Rosé se mantuvo en silencio, pues no podía reclamarle nada a la morena, sería ilógico. Lo que no sabía es que Jennie tampoco se sentía muy cómoda contando eso a la rubia, pero no iba a dejarla sin una respuesta. Debía empezar a ser sincera.
—Oye —tuvo la intención de empezar a relatar lo que sería la verdad que tanto se encontraba posponiendo, pero fue interrumpida por el tono de un celular, sonando desde el tocador de su habitación dentro del bolso de Chaeyoung.
—Uh, espera un momento —se levantó de prisa de la cama, no sin antes dejar un pequeño beso en los labios de Jennie, y sacó su celular para atender la llamada.
Llamada entrante de Jisoo.
—Hey, Jisoo —saludó en un tono bastante animado la rubia.
—R-Rosé.. —alcanzó a escuchar un pequeño sollozo por parte de la otra chica—, Rosé.
—¿Hola? ¿Pasa algo? ¿Por qué lloras? —preguntó con un tono notablemente preocupado.
—El... p-proyecto d-de... —su inconsolable llanto le impedía hacer que sus palabras se escucharan correctamente—, química. No está, a-alguien se llevó la carpeta con toda las anotaciones, Chaeyoung.
—¿Qué? —Chaeyoung sintió su rostro perder color y Jennie se percató de ello y de la obvia expresión de la menor. Parecía a punto de desmayarse—. ¿Pero cómo? Yo la dejé en el laboratorio... eso no... nadie debe entrar ahí hasta el lunes.
—Lo sé, pero no está —incluso Jennie pudo escuchar el llanto de la otra chica, así que, preocupada, se levantó de la cama y empezó a colocarse la ropa. Rosé hizo lo mismo.
—¿Aún estás en la universidad?
—Sí, yo... estoy buscando por todas partes —se escuchó una puerta cerrarse—. Estoy buscando en los demás salones, pero es inútil, tú y yo sabemos que no puede estar en ningún otro lugar.
—Bien, llegaré en unos minutos, espérame e intenta calmarte por favor. Lo encontraremos —dijo, tratando de creer en sus propias palabras.
—Chaeyoung, si alguien lo robó... entonces creo que tú sabes quien pudo haberlo hecho —soltó con un tono atemorizado.
A su mente solo pudo venir inmediatamente un nombre, y un martillante dolor se hizo presente en su cabeza.
Soyeon.
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massages ↬ chaennie
Fanfic❝Jennie ha tenido un largo día y Chaeyoung solo quiere darle un masaje.❞ ↳Adaptación, original de @mindollyy. ↳Contenido explícito. ↳Mención de otros ships. ↳Versátiles (más jentop).