Pixie contempla su rostro, cree que se ve incluso más hermoso con ese azul marino de fondo, Eddie se sonroja al sentir su mirada puesta en él, entonces se larga a reír de la manera más dulce que pueda encontrar. Pixie vuelve su vista a sus manos, y nuevamente contempla el mar.
—Deberíamos volver a casa— Pixie se para, le extiende la mano a Eddie que se pare también— Es tarde.
— Sí, tienes razón—el chico quita rastros de arena que están entre sus ropas. Caminan juntos hasta la fiesta que no muere, Cath y Noah ya no están a la vista de ellos.
—No los veo...— Pixie está nerviosa, no quiere volver a casa a solas con Eddie— ¿Por qué no llamas a Noah? no tengo batería en mi móvil.
— Bueno— Eddie resopla. Hace lo que Pixie le dice y espera escuchar la voz de su amigo.
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—Es Eddie ¿Qué le digo?— Noah ve su móvil, Cath se aguanta la risa— Hey, no te rías. No quiero interrogatorios acerca de tú y yo, apenas te conozco desde ayer— se ríe.
— Vale, no es necesario dar explicaciones— la chica se acomoda al lado de él. Se han ido a casa antes que ellos, ambos están en la habitación de Catherine, la chica lo observa mientras piensa si contestarle o no a Eddie—Sólo dile que nos dio sueño— se ríe.
— No te rías, en serio, Eddie va a interrogarme— Noah se sienta en la orilla de la cama y se pone la playera. Cath observa su espalda desnuda, antes de que este se la ponga nuevamente y se ríe, sabe que es una locura haberse enredado con un chico que apenas conoce hace dos días.
— Ya relájate, nosotros también podríamos preguntar qué cosa se quedaron haciendo en la orilla de la playa— la chica se ríe, tapa su cuerpo con las sábanas. Noah mueve su cabeza, no se siente orgulloso de haber sido una presa fácil para Catherine, pero tampoco ha sido algo que haya podido controlar.
Noah contesta el móvil, Eddie está a la espera.
—Estamos en la casa, nos hemos venido antes porque...— se queda sin palabras. Eddie ya se ha hecho una idea.
—Vale, vale, comprendo— Eddie mueve su cabeza, mira a Pixie—Vamos para allá— Corta la llamada y mira a la chica, mete sus manos en sus bolsillos y mueve su cabello con un solo movimiento de cabeza— Están en casa— Eddie lo dice con una sonrisa.
— Vaya, mi hermana siempre un paso adelante— Pixie sabe que ambas tienen una conversación pendiente.
{...}
Ambos caminan por la arena, se han bajado del coche y caminan hasta la puerta de la casa. El camino ha sido algo silencioso, pues de todos modos ya es muy tarde, y tienen sueño, los ojos de la chica se han estado cerrando durante todo el trayecto. Una vez que suben las escaleras, Eddie saca una caja de cigarrillos y enciende uno.