Ahora entendía con más lógica porque Tweek olía a café; la primera impresión que Craig tuvo al abrirse la puerta, fue una nube de esencia de café que le llegó hasta el cerebro, si estaba un poco adormilado el aroma lo despertó de inmediato.
-Hola, un placer conocerte al fin- La señora Tweak fue muy linda desde la primera impresión, saludo con energía pero mucha suavidad en su tacto (Craig pensó en preguntar después que marca de crema usaba en las manos).
-Un gusto conocerla también, traigo un pequeño detalle para su decoración- Craig tomó las florecitas que llevaba Tweek y las entregó a su madre.
-¡Aaay muchas gracias, que bonitas! Las voy a poner en la cafetería, junto a la ventana ¡van a crecer tan lindas!
Sin saberlo, ya había sumado puntos, a la mamá de Tweek le encantaban las flores, no era muy buena cuidándolas pero verlas siempre la ponían de buen humor.
Cruzando el umbral se dio cuenta de lo curioso que era la cafetera en la sala, justo al lado, con una taza humeante de café, estaba el padre de Tweek. De la misma forma se saludaron, el señor era bastante enérgico o quizá tenía demasiada cafeína en su sistema.
Conociendo los rostros de los padres, le hacía un poco de gracia lo mucho que Tweek se parecía a su papá pero tenía algunos rasgos más suaves como los de su madre, bueno todos somos una mezcla de ambos padres, Craig por ejemplo era como una copia al carbón de su padre, solo tenía el cabello oscuro de su mamá o eso suponía porque siempre la había visto teñida de rubia y en alguna ocasión le pareció notar las raíces negras.
En esa casa el café se bebía como agua, parecía que Tweek era el único que se media un poco más solo porque prácticamente se lo racionaban, cada que daba un sorbo largo, uno de sus padres le decía que pensara en la ansiedad que le daba tomar mucho café (¿cuántas tazas eran muchas para ellos?). sobre la mesa había una jarrita con jugo de naranja, una charola con fruta rebanada, un plato lleno de hotcakes, los tarritos de miel de abeja, maple, mermelada, crema de avellanas y mantequilla. Era todo un festín para Craig, que normalmente su desayuno era un vaso de un jugo que sabía a comida de vaca.
-Adelante, coman como gusten, me emocioné un poco y preparé mucho, no sé que tal sea tu apetito Craig pero mi niño podría comerse hasta a un caballo, jajaja-
Tweek hizo una risa más de vergüenza que de gracia, eso era solo el inicio de la humillación nada mal intencionada que le esperaba por parte de su madre.
-La verdad es que no soy de gran apetito pero todo se ve tan rico que podría tomar de todo-
Estaba siendo amable y carismático hasta que probó el primer bocado, era tan suavecito es esponjoso que era como una almohadita deliciosa, estaba calentito y la mantequilla se desparramaba en su lengua. Estaba tan feliz de comer finalmente algo sabroso, quería comer hasta saciar el estómago porque siempre se quedaba con algo de hambre que calmaba llenándose de agua.
-Debo decir que pareces una buena influencia para Tweek, creo que nunca lo había visto tan pulcro, me dijo que eres estilista ¿no? ¿Tu le cortaste el cabello?-
-Mmmjjj.... aunque aun soy estudiante- Craig tenia la boca llena de comida, la pasó rápido para responder.
-Wow, pues eres muy bueno, mira que cada peluquería a la que lo llevábamos de niño no nos querían ni ver, en una ocasión su cabello estaba tan enredado y largo que se le había pegado una paleta y no nos dimos cuenta, el barbero tuvo que raparlo-
Parecía que su padre también se unía al carnaval de contar las cosas más vergonzosas que recordaban sobre su hijo.
Tweek solo se quedaba callado, meneaba las rodillas y miraba a otro lado, Craig se daba cuenta que aunque las historias fueran graciosas para sus padres, para Tweek el cortarse el cabello era una experiencia muy incómoda que solo él podía darle el peso emocional que valía.
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Tiempo de pose: diez rounds
FanfictionTodos los días Tweek Tweak, un boxeador amateur y Craig Tucker, aspirante a estilista, se encuentran en la parada del bus luego de terminar sus actividades. un término empleado en ambos contextos crea una peculiar conversación que enreda todo entre...