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El día de actuar había llegado, por la mañana Tweek se convenció de que podría ir, ver a ese precioso hombre de frente y decirle todo lo que causaba en él... bueno tal vez no todo. Desde el momento en que inició su entrenamiento se sintió mucho mejor, tenía una especie de motivación especial ese día, porque estaba casi seguro de que en el momento en que pudiera sacar esa presión, acercarse a Craig dejaría de ser tan difícil, es decir, llevaba años de haber superado sus tics y ataques de ansiedad y de pronto, todo lo que había logrado se acabó en el momento en que encontró a tan perfecta persona, él era la causa de su insomnio, de sus males así como de algo que nunca había sentido antes.

-¿listo para ir por ese hombre?- Token entró a los vestidores donde Tweek se preparaba para irse, nuevamente le alentaba, sacudiendo sus hombros con energía.

-Shhh... No no hables tan fuerte- Miraba a todos lados, alguien podía estar ahí y escuchar todo.

-¿Acaso te avergüenza quien eres?-

-No es eso... es que... necesito más tiempo para digerirlo, no me siento listo para ir y decirlo a todos ¿ok?-

-Esta bien, toma tu tiempo pero no te quedes para siempre en el closet-

-No lo haré... gracias Token-

-¿Por qué?-

-Por aceptarlo así nada más, sin juzgarme ni contarlo, eres una excelente persona-

-soy la persona más genial del mundo ¿que esperabas?- Rió un poco y le dio unas palmadas fuertes en la espalda.

Token le acompañó hasta la salida, quería asegurarse de que su amigo no huyera, lo veía bastante decidido pero lo conocía tan bien, que sabía que en cualquier momento su voluntad se doblaria, a cada paso lo veía más inquieto, no se encontraban tan ansioso como ya lo había visto un día antes pero aún conservaba algunos ligeros temblores y mordisqueba los labios. Finalmente logró llevarlo a unos cuantos metros de la calle que debía cruzar para encontrarse con aquel chico, pudo verlo a lo lejos, sentado como si nada revisando su teléfono, parecía alguien de lo más común e incluso le pareció que Tweek era algo exagerado con su descripción pero no lo juzgaba, cuando se está enamorado uno ve todo más perfecto sobre esa persona, aunque... tal vez era la distancia y el rápido vistazo que le dio, si le ponía más atención encontraba esos detalles que su amigo tanto adornaba; su gusto para vestir era muy bueno, no podía encontrar algo que estuviera fuera de lugar y siendo honesto, el chico era tan apuesto que parecía algún modelo sacado de las revistas Vogue que su madre solía leer.

-Carajo, Tweek ¿Es él?-

-Ss..si... Nggg no puedo acercarme, creo que moriré- Retrocedió.

-Oh no, yo te mataré si pierdes la oportunidad, solo míralo ¿donde vas a encontrar algo así en este pueblo cochino?-

-Es super guapo ¿verdad? Si lo vieras de cerca y pudieras tocar su piel... uh- entre cerró los ojos e hizo una expresión algo pervertida.

-Eew no digas eso frente a mi nunca más... ahora ten huevos y ve- literalmente lo empujó con la fuerza suficiente para hacerlo avanzar unos pasos, luego corrió al lado contrario.

Para Tweek ese día se enfrentaría a sí mismo, a la verdadera persona que era y que llevaba tantos años sin descubrir, tenía miedo de hacerlo tal como sentía el temor al subir por primera vez a un ring, cuando tenía tanta incertidumbre sobre ganar, aunque todos le animaban alentando que sólo pensara en el éxito, nadie en realidad sufriría a su lado el miedo y el dolor para llegar hasta el triunfo, sólo él recibiría los duros golpes, el cansancio y el aplastante temor al fracaso. Ahora ir y hablar a Craig era su pelea, sin embargo para éste la situación no era igual, Craig estaba enfrentando una realidad que no entendía del todo, sentía que todo aquello que conocia y creía, era una mentira que él mismo se inventó sin darse cuenta, había un montón de preguntas que, a pesar de tener respuestas simples, se negaba a aceptar del todo, como la que le hizo Tricia el día anterior... sin titubeos diría que sí, claro que le había gustado y quizá este chico también le gustaba un poco pero ¿Por qué? En toda su vida nunca miro a un chico, sólo le gustaban las chicas, así siempre había sido y estaba feliz con eso, pero incluso si consideraba una vaga opción en que gustara de otro hombre, tendría el mismo juicio selectivo que con las mujeres: la belleza, el buen gusto, inteligencia y carisma, Tweek era algo que no cumplía con todos sus requisitos.

Tiempo de pose: diez  roundsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora